sábado, 22 de agosto de 2009





Chávez: los españoles tienen razón, en Venezuela no hay seguridad.
Por: Oswaldo Reques Oliveros
Fecha de publicación: 22/08/09

Hace unas semanas, cuando el canciller español visitó a Venezuela, acompañado de un grupo de empresarios, quienes estaban interesados en invertir en nuestro país, muchos medios de comunicación, encabezados por TVE, al difundir las noticias de este hecho, expresaban la gran oportunidad que se presentaba para hacer negocios en la nación, pero terminaban diciendo que se haría el sacrificio a pesar de la situación de inseguridad que reinaba en el país.

Claro, el caso es que no pueden dejar de buscar una válvula de salvación, como siempre ha sido para ellos Venezuela, en medio de la tragedia económica generada en casa de sus amados gringos y que los ha arrastrado y seguirá arrastrando a todos, aunque se empeñen en asegurar que lo peor ya pasó, pero para justificar todo lo que dicen sobre “el régimen”, es necesario colocar esa coletilla que indica el gran sacrificio que están dispuestos a hacer por todos los españoles: negociar con el tirano.

Lo curioso del asunto y la seguridad es que estando el canciller en Venezuela, estalló una bomba en Palma de Mallorca, en pleno verano, con playas llenas de gente, en una isla y como su nombre lo dice aislada y muy lejos de la que apenas, unos días antes, en el País Vasco, había volado toda la fachada de un edificio, quedando claro con estos hechos, lo peligroso, que tan siquiera significa pasar por España, en donde la autoridad es retada incluso en lugares rodeados por pura agua, a plena luz del día, ante el desconcierto entre los miles de turistas a quienes les aseguraron que era un destino pleno de garantías.

De igual forma, en el país en donde sus medios públicos y privados se dan el lujo de hablar mal sobre Venezuela, es noticia diaria la explotación de las personas que se encuentran en situación ilegal, lo que favorece, con la vista gorda del Estado, al igual que en casa de sus queridos gringos y en el resto de los países desarrollados, la contratación en condiciones infrahumanas, para el enriquecimiento y funcionamiento de un sistema económico basado en las desigualdades. Un caso espeluznante reciente, fue el de un latino “sin papeles” como los califican, que trabajaba en una panadería, perdió el brazo con una máquina, el patrono lo agarró por un lado, el brazo por el otro, tiro el miembro en la basura y lo dejó a 50 metros de un hospital, advirtiéndole que no dijera lo que había pasado. El joven hombre quedó lisiado, pero como consolación, el Estado “seguro y digno” de España le concedió la nacionalidad, “las bellezas del sistema capitalista”, por un brazo, tu legalidad.

No deja de ser un drama de salud pública para los españoles y visitantes, el circular por sus carreteras y autopista, por el número de accidentes incontrolables que ocurren permanentemente, ante un país que de repente y a empujones entró por la puerta de atrás en la entonces Comunidad Económica Europea, se lo creyó, no ha formada, ni ha educado a su población, pero ha tenido acceso a los bienes que le permite el “desarrollo”, entre ellos la muerte incesante que se produce con los bólidos, conducidos por bárbaros que no tuvieron tiempo de aprender la responsabilidad que implicaba conducir.

El tema de los miles de viejitos que tienen que vivir con pensiones de 400 euros mensuales, los afortunados, combinado con los millones de parados, hacen que se de una relación en la que unos roban comida, prendas de vestir, cosméticos, entre otras cosas, en los supermercados y demás tiendas, mientras los otros, quienes deberían estar disfrutando sus últimos años en la pasigüedad de su hogar, se pasean con sus bastones y andaderas a cuesta, negociando, renegociando y regateando un pedazo de jamón, una pastilla de jabón o lo que usted tan siquiera puede imaginarse, pues es la única forma que tienen de tener acceso a esos productos, mientras esto ocurre, unos y otros son correteados y acosados por la policia, como representación del Estado, el cual no resuelve, pero reprime, “para que se acostumbren esos vagos a no tener hambre”.

Sería largo seguir enumerando la lista de las carencias que vive la ahora respingada España, invitada a las inmorales sesiones de los 20 países más ricos del mundo que se reúnen para decirle al mundo lo que se debe hacer, después que ellos cometen sus errores. Sin embargo hay dos temas que no pueden dejar de mencionarse: primero, en lo que va de año ya han muerto más de 50 mujeres a manos de sus parejas o exparejas, lo que da muestra de que allí, ni en la casa se está seguro y que el drama corroe las entrañas de esa sociedad y segundo: la violencia de los jóvenes, acompañada de drogas, alcohol y delitos, en el que ahora son también víctimas de ellos sus padres, hermanos y compañeros de clases, generando terror, con tan sólo pensar que serán los españoles del mañana.

España, la que se ha creído el cuento de que es un gran país, que apenas 33 años atrás, sufría la tragedia de una férrea dictadura, la que moría de hambre luego de la II Guerra Mundial y que se salvó, porque países como Venezuela le abrió las puertas a sus nacionales y los integró para que no fenecieran de inanición, es la misma, que ahora, unos años después, cree haber superado todas las miserias que han acompañado su historia y puede darse el lujo de calificar a otros.

Es la misma que está marcada por 8 siglos continuos de guerra, por la Inquisión, por la destrucción y la muerte generada en 4 continentes, que los hace violentos y siempre creyendo que son, lo que no son, la que ahora pone miles de trabas para ingresar al país, llegando a la humillación, a los latinos que hasta hace poco les dieron de comer, pero ya lo han olvidado y les tratan de impedir que accedan a su territorio, así sea a conocer el oro y grandeza, que no pudieron ver en sus tierras, pues ellos se la llevaron para adornar a sus iglesias, castillos y palacios, dejando tras de sí muerte y destrucción.

Por todo eso, tienen razón TVE y otros medios, la inseguridad en Venezuela de verdad es un problema, no para la inversión, sino la inseguridad que tienen ahora esos inversionistas acostumbrados a que sus negocios habían sido siempre en base a la explotación y la humillación y no saben si hacerlos en Venezuela, en donde el Estado de Derecho y un gobierno dispuesto a no permitir esa situación, no les garantiza los millonarios negocios en que el pillaje y el cobro de jugosos contratos, aún sin cumplirlos, era la regla. Esa es la verdadera razón de por qué existe la campaña en contra de nuestro país, aquello de que “llegó el Comandante y los mandó a parar” está más vigente que nunca y se resisten a aceptarlo y siguen jugando a derrocarlo, pero no pasarán.


Gobierno dirige mafias del café
Colombia: Uribe acusado de elegir "a dedo" nuevo "Zar del Café"
Por: Café News/Colombia
Fecha de publicación: 22/08/09

Bogotá. El gobierno del presidente colombiano Álvaro Uribe ha dado un paso alarmante al tomar medidas intervencionistas en materia económica manipulando la elección de las autoridades de organizaciones productoras de café.

El Comité Nacional de cafeteros en su sesión de hoy definió la terna para elegir el nuevo gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, conocido como “Zar del Café”

Luis Genaro Muñoz, quien hoy es el gerente encargado de la Federación Nacional del Cafetero; Luis Guillermo Echeverri, representante de Colombia en el BID, y Juan Guillermo Ángel, asesor del Gobierno Nacional, son quienes conforman la terna de donde saldrá el nuevo Zar.

Lo llamativo de esta terna es que no son nombres que vengan, propiamente dicho, de las entrañas del café y que todos los ternados tengan el beneplácito del Gobierno de Uribe.

La terna, de la que saldrá el nuevo gerente, fue respaldada por diez de los 15 comités departamentales de cafeteros. Votaron en contra Antioquia, Caldas, Quindio, Cundinamarca y Boyacá.

Mario Gómez Estrada, uno de los más tradicionales cafeteros del país e integrante del Comité Nacional, formuló fuertes críticas y reparos al proceso de integración de la terna.

"No nos gustó nunca la manera como se manejó la campaña que se hizo desde el asiento de la gerencia de la Federación y eso no tiene antecedentes. Yo me lamento mucho que la mayoría de los miembros del Comité Nacional de Cafeteros le hayan entregado al gobierno la facultad de completar la terna”, señaló Gómez Estrada.

Se espera que el nombre que los delegados cafeteros elijan como gerente general de la Federacafé, el próximo 27 de agosto en el Congreso Nacional Cafetero Extraordinario, se dé por aclamación.

El Gobierno ya hizo oficial, anoche, el guiño por Muñoz a quien muchos dan por hecho será el nuevo “zar”.

Los propios cafeteros reclamaron al gobierno la intromisión en actividades de estricta incumbencia privada en Colombia, donde se rinde culto a la libertad de mercado y la libre empresa: “Es que este es un gremio privado que por razón de administrar el Fondo del Café, el gobierno tiene voz aquí en la persona del gerente de la Federación pero no hasta poner candidatos. Y poner candidatos como uno de los que puso, no está bien. Esto des-institucionaliza. A mí me parece que el gremio no sale bien de este episodio", subrayó Gómez Estrada.

En la reunión el ex ministro Juan Camilo Restrepo y el miembro principal por Nariño en el CNC, Hernán Román, declinaron a su aspiración. Ambos, con Muñoz aparecieron en la terna que los cafeteros pusieron a consideración del Gobierno Nacional anoche, pero esta tarde las cosas cambiaron radicalmente, y de estos, sólo sobrevivió en la terna final el candidato a “dedo” de Uribe: Muñoz.



No obstante las "disculpas" de Uribe
La estrategia para desestabilizar al gobierno de Correa se ejecuta desde Bogotá.

cronicon.net...22/08/2009


Presionado por varios empresarios colombianos que cuentan con inversiones en Ecuador y que han sido un sólido apoyo a su gestión, el presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez trató recientemente de tranquilizarlos al presentar “disculpas” al pueblo ecuatoriano y al presidente Rafael Correa Delgado por la violación a su soberanía y por la manera como ha generado desde la Casa de Nariño toda una matriz política y mediática para desprestigiar y desestabilizar a su gobierno.

No hay que olvidar que Uribe Vélez ha venido haciendo suya la táctica según la cual “es mejor pedir perdón que pedir permiso” y las “disculpas” que presentó al gobierno del presidente Correa no son más que la consecuencia de los efectos que a corto plazo deberá enfrentar Colombia por el rompimiento de relaciones con Ecuador, su tercer socio comercial.

Lo que salta a la vista es que desde la Casa de Nariño en Bogotá se ha elaborado todo un plan para desestabilizar políticamente al gobierno ecuatoriano, comenzando por satanizar mediáticamente al presidente Correa.

Gutiérrez ficha de la estrategia uribista

Para ello, el equipo uribista cuenta con un gran aliado que es el ex presidente Lucio Gutiérrez y su partido Sociedad Patriótica, para lo cual vienen trabajando desde hace algunos meses en forma coordinada y sistemática.

No es mera coincidencia que cuando se urde un mentís desde la Casa de Nariño en contra del mandatario ecuatoriano, el que le hace eco inmediatamente en el ámbito interno es Gutiérrez.

Analistas ecuatorianos consultados por CRONICON.NET hicieron énfasis en denunciar que el ex presidente Gutiérrez derrocado por escándalos de corrupción en abril de 2005 y sindicado de haber financiado su campaña electoral con dinero del narcotráfico, tras la detención del presunto traficante César Fernández, quien respaldó su aspiración presidencial a finales de 2002, se ha convertido en alfil del gobierno de Uribe Vélez para contribuir a la estrategia mediática de desprestigio orquestada desde Bogotá contra Correa y generar las condiciones para un golpe de Estado de nuevo tipo.

El periodista y escritor uruguayo-ecuatoriano Kintto Lucas, corresponsal en Quito de la agencia Inter Press Service (IPS), explica que es demasiado coincidente que cuando el gobierno de Uribe saca todo su arsenal como el burdo montaje del video del guerrillero alias “Mono Jojoy” para desprestigiar al presidente Correa, precisamente el día en que el Comando Sur de los Estados Unidos desalojó la base de Manta, Gutiérrez salga a hacerle eco en Ecuador a esa propaganda negra.

Afortunadamente, agrega el periodista de IPS, el gobierno de Correa, aunque reaccionó tarde, ahora es consciente de que la administración Uribe Vélez está buscando por todos los medios “desestabilizar” políticamente a Ecuador y para ello tiene un aliado de la catadura del coronel Gutiérrez, de triste recordación para el pueblo ecuatoriano.

De lo que se trata, dijo Lucas, un analista del conflicto colombiano y su incidencia en el Ecuador, quien ha escrito algunos libros sobre el tema, es de generar las condiciones desde Bogotá para protagonizar un “golpe de nuevo tipo” contra Correa con la ayuda de Gutiérrez y varios ex militares que no solo reciben apoyo de Bogotá sino del Comando Sur.

En concepto del ex ministro y ex presidente de la Asamblea Constituyente , Alberto Acosta, “Lucio Gutiérrez es el embajador en Ecuador del gobierno guerrerista de Álvaro Uribe”, al tiempo que denunció que “ex oficiales de las Fuerzas Armadas ecuatorianas vienen sirviendo de agregados militares de la embajada colombiana, pero no del pueblo colombiano, sino del inquilino de la Casa de Nariño”.

Ha quedado demostrado, dijo Acosta, que el gobierno de Bogotá le pasa información y le da instrucciones a Gutiérrez para que éste las replique en los medios de comunicación adversos al gobierno de Correa.

Finalmente, Alexis Ponce, directivo de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos del Ecuador, sostuvo que “Uribe Vélez debería darle la medalla al mérito a Lucio Gutiérrez como militar de inteligencia por los servicios prestados”, quien además de ser “consentido” del gobierno de Bogotá tiene estrechos vínculos de amistad con el controvertido general (r) colombiano Harold Bedoya y con círculos de la ultraderecha colombiana liderados por el ex ministro de Defensa, Juan Manuel Santos.

Diplomacia ciudadana

Si se quiere avanzar en la recomposición de las relaciones colombo-ecuatorianas afectadas por el atropello y la actitud guerrerista de Uribe Vélez, sectores progresistas ecuatorianos consideran necesario iniciar un proceso de “diplomacia ciudadana” entre algunas organizaciones sociales y partidos de izquierda de Colombia con el Palacio de Carondelet.

Una fuerza política progresista como el Polo Democrático Alternativo (PDA) de Colombia está llamada a jugar un papel preponderante en la superación de la crisis diplomática en las relaciones bilaterales, dado su espíritu integracionista en el ámbito latinoamericano. Esta es una de las percepciones que tienen analistas ecuatorianos consultados respecto de la necesidad de que ese partido de izquierda juegue un rol determinante en el restablecimiento de los vínculos entre estas dos naciones andinas.

En efecto, en Ecuador dirigentes y sectores afectos al gobierno de Correa confian en que el PDA se consolide como verdadera opción de poder porque, según manifestaron, es la única posibilidad para restablecer la confianza entre ambos Estados, luego del rompimiento de relaciones diplomáticas como consecuencia de la violación de la soberanía territorial del Ecuador el 1 de marzo de 2008 cuando se atacó el campamento transitorio del guerrillero Raúl Reyes.

Para Alberto Acosta, el PDA puede liderar un proceso de “diplomacia ciudadana” con gobiernos regionales, intelectuales progresistas y centros universitarios colombianos con miras a generar las condiciones para restablecer los canales de interlocución, dada la circunstancia, agregó, que “los Uribes son transitorios mientras que los pueblos sufren las consecuencias de los estilos autoritarios y guerreristas”.

Por su parte, Alexis Ponce, fue enfático en afirmar que en el mediano plazo una buena posibilidad para ponerle fin a esta crisis “es que el PDA gane y tome el poder en Colombia para terminar esta actitud belicista de Uribe, dándole además la oportunidad a este país hoy gobernado por la ultraderecha de hacer parte de la ola de gobiernos progresistas de América Latina”.

“El Polo –agregó Ponce- tiene el reto de fortalecerse en el nivel interno colombiano porque de esta forma tendrá incidencia regional y para las relaciones con Ecuador, ello es prioritario”.

Entre tanto, Kintto Lucas se mostró confiado en que una fuerza progresista y de izquierda como el Polo Democrático Alternativo genere espacios de entendimiento y comunicación con los diversos canales institucionales de Ecuador.




Honduras...22/08/2009

Hasta derrotar a los golpistas

SERPAL

Mientras una comisión de la CIDH ( Comisión Interamericana de Derechos Humanos ) recibe decenas de denuncias documentadas sobre los diversos atropellos cometidos a partir del golpe del 28 de junio pasado por las fuerzas armadas y la policía, en la capital y ciudades del interior siguen produciéndose nuevas agresiones, amenazas, secuestros, torturas, palizas o retenciones sin causa. Pero las marchas y las protestas, continúan.
Por la sede provisional de la CIDH en un hotel de la capital, han pasado ciudadanos con huellas de las heridas sufridas durante la represión de las distintas manifestaciones populares que demandan la restitución del orden constitucional y del presidente Manuel Zelaya. También se han aportado horas de filmación y cientos de fotos de los procedimientos represivos, de los asesinados, de los heridos e incluso de los rostros y graduación de algunos de los uniformados que actúan en esas acciones.
El director del Canal 36 de Televisión Cholusat Sur, Esdras Amado López, ha presentado un detallado informe y filmaciones sobre el hostigamiento sufrido por ese medio de comunicación. Denunció también la existencia de un acuerdo de empresas implicadas en el golpe para ahogar financieramente a la televisora con el retiro de publicidad. Entre ellas están el Banco FICONSAH y la compañía de celulares Tigo.
Periodistas, reporteros gráficos y camarógrafos denunciaron haber sido agredidos, apaleados y en muchos casos desprovistos violentamente de sus herramientas de trabajo ( grabadoras, cámaras o filmadoras ). También se quejaron del silencio de muchos medios internacionales que tienen corresponsales en Honduras o información de lo que está sucediendo. Afirman que el pueblo hondureño soporta una doble censura: una es la que internamente aplican de forma voluntaria los medios privados que en su mayoría son cómplices de los golpistas, la coacción policial y militar, y la presión de los anunciantes, en especial las grandes empresas cuyos intereses económicos y de poder coinciden con los objetivos golpistas. La otra, externa, es la de la manipulación o los silencios de las agencias y grandes medios internacionales, muchos de ellos embarcados en una "cruzada" contra los procesos de cambio que intentan los pueblos latinoamericanos por la autodeterminación, la justicia social y el desarrollo independiente.
A la oficina provisional de la Comisión, también llegó Miriam Miranda, dirigente del Frente Nacional contra el golpe de Estado en representación del pueblo garífuna (población negra de la costa caribeña de Honduras) . Informó con datos y documentación sobre las agresiones represivas contra las protestas de la población. Indicó que la policía detiene e interroga a los garífunas que circulan por Tegucigalpa por los motivos de su presencia en la ciudad. Luego les dicen que no tienen permiso para andar por la capital "porque ellos son de la costa". También se presentaron denuncias de diversos profesionales, entre ellos médicos y abogados. El Dr. Edgardo Valeriano mostró a los periodistas las huellas de la brutal paliza que sufrió el miércoles 12: dos heridas en la cabeza y hematomas en la espalda provocados por golpes con una cadena.
Más de un centenar de asesinatos durante el toque de queda
También se ha presentado un detallado informe basado en datos de los organismos de asistencia sanitaria, donde se mencionan datos y circunstancias de más de un centenar de personas asesinadas desde el golpe durante la vigencia del toque de queda. Entre ellos, hay conocidos activistas o dirigentes de los movimientos de resistencia al golpe de estado. En varios de esos casos, hay testimonios de allanamientos de viviendas y secuestro de personas antes de los asesinatos.
Nadie sabe realmente que consecuencias reales tendrán todos estos trámites de denuncia. Que derivación tendrá esta recopilación burocrática y detallada de sucesos que
todo el que haya tenido voluntad ha podido ver en las filmaciones y reportajes de algunas cadenas internacionales como Telesur e incluso la norteamericana CNN que cubrieron en directo innumerables acciones represivas.
El tiempo sigue transcurriendo, y ese es el principal objetivo de los golpistas y de sus cómplices evidentes o encubiertos.
Quieren llegar al 29 de noviembre, fecha prefijada con anterioridad para el proceso electoral ( en el que Zelaya quería introducir la "cuarta urna" para consultar a su pueblo sobre una futura convocatoria de una Asamblea Constituyente ). Así, bajo control de los usurpadores se realizarían las elecciones presidenciales -ya sin la incómoda consulta - y el 27 de enero entregarían el poder a un personaje que garantice la continuidad de los objetivos de la oligarquía hondureña y aleje los riesgos de cambios y transformaciones sociales, políticas y económicas.
Las oligarquías vecinas aplauden y ven a Micheletti como "un ejemplo"
Los "reconocimientos" y apoyos externos para los golpistas son escasos, pero significativos. Además del explícito respaldo de parlamentarios o líderes republicanos de los Estados Unidos situados en el sector más derechista, en el ámbito internacional cuentan con la "comprensión" del actual gobierno de Israel que desde hace años despliega en América Latina una geoestrategia acorde con sus intereses expansionistas y de influencia mundial. Es posible que esa "comprensión" se manifieste también con otro tipo de asistencia más concreta como puede ser la de inteligencia e instrucción en temas represivos.
Pero los golpistas cuentan también con el respaldo de las oligarquías del área centroamericana que no ocultan su simpatía con los "métodos" utilizados por sus colegas hondureños para terminar con la "pesadilla" de este presidente populista que fijaba salarios mínimos, desarrollaba medidas sociales, se vinculaba con el ALBA y pretendía controlar las ganancias de las grandes empresas.
La Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh), invitó a una delegación de empresarios guatemaltecos que gustosamente se prestaron a viajar y salir por los canales de televisión, donde no se limitaron a "reconocer" a los golpistas, sino que hicieron un elogio desvergozado de la "sucesión presidencial", como autodenominan los golpistas a la expulsión en pijama y a punta de fusil del presidente constitucional elegido por el voto popular.
Allí estaban Otto Kushiek, Hans Peter, Roberto Díaz Scharwz, Rodrigo Aparicio y otros representantes del empresariado guatemalteco. Pero fue el primero de ellos Otto Kushiek quien como portavoz del grupo no dudó en "felicitar" a Micheletti" por la "hazaña de deponer al presidente Zelaya". Micheletti, quien cada dia que pasa está más convencido de que ha sido elegido por los dioses, no tuvo rubor en agradecer con esta frase memorable donde reconoció que le movió más el miedo que el coraje: “Yo vi el sufrimiento de los pueblos de Venezuela y Ecuador, no fue tanto el valor sino el miedo de no caer en el sufrimiento de esos pueblos hermanos lo que nos llevó a actuar así y defender nuestra democracia”. Aplausos de los "ministros" y de los visitantes. Ya embalado en el intercambio de flores, el guatemalteco Kushiek calificó la acción golpista como "un ejemplo a seguir", lo que provocó entusiastas aprobaciones de sus colegas guatemaltecos.
Algunos de los "seleccionados" periodistas que pudieron acceder a esta ceremonia de exaltación golpista, tuvo la audacia de preguntar que pasaría si el presidente de Guatemala Alvaro Colom decidiera sumar su país a la Alianza Boliviariana para las Américas ( ALBA ). El empresario Otto Kushiek no tuvo duda en su respuesta: "tenemos un ejemplo de valentía y de coraje del pueblo hondureño que ha sabido defender su Constitución, la libertad, la democracia y a sus instituciones". Los aplausos y las sonrisas suficientes ponían en evidencia la catadura de los personajes participantes. Pero esta es la patética realidad. En las calles, la policía y el ejército seguían apaleando y gaseando a los empecinados ciudadanos hondureños que por más de 50 días siguen rechazando a sus autoelegidos "salvadores".
Mientras gran parte del pueblo hondureño continúa estoicamente su resistencia y sus protestas, el departamento de estado norteamericano anuncia que recibirá una delegación enviada por el presidente de facto, Roberto Micheletti. Continuando su doble juego, fuentes del gobierno de los EEUU afirmaron que recibir a los enviados de los golpistas no supone reconocer a ese gobierno. Pero poco a poco va quedando en evidencia que una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace. Para completar este dramático sainete, vuelve a mencionarse el "Plan Arias", esa trampa urdida para un eventual regreso de Zelaya como títere sin poder real para "legalizar" un proceso electoral ya viciado por la ruptura constitucional, la falta de garantías individuales y la militarización del país.
Honduras, Colombia, indicios de una contraofensiva
El golpe hondureño no puede ya ser interpretado como un acontecimiento exclusivamente local, generado por la propia dinámica del proceso interno. Cada vez resulta más claro que Honduras era uno de los países del ALBA más vulnerable a padecer una interrupción violenta de sus cambios y de la decisión de su gobierno de vincularse a la Alianza Bolivariana. Eso explica que las iniciales condenas unánimes al golpe ( al menos en la retórica ) se vayan atenuando en algunos gobiernos latinoamericanos. Tampoco parece casual que en coincidencia con esta crisis Uribe decida poner al descubierto la negociación secreta que mantenía con Estados Unidos para multiplicar la presencia militar en su país. El Plan Colombia para asistir al gobierno de Bogota en la lucha contra el narcotráfico, se transforma diez años después en la disponibilidad y uso por el ejército norteamericano de siete estratégicas bases con el consiguiente aumento de tropas, personal especializado, tecnología moderna, aviones, barcos y medios terrestres. Y un potencial de control electrónico y militar casi continental, pero con incidencia directa e inmediata sobre los países vecinos, entre ellos Venezuela, Ecuador y Brasil.
Esta perspectiva hace aún más decisivo el proceso hondureño. No solo por la razón que le asiste a ese pueblo hermano que intenta romper con un pasado de oprobio y marginación de sus sectores populares, de terminar con gobiernos autoritarios y dependientes de los Estados Unidos; sino porque este golpe, de prosperar, puede ser el inicio de una contraofensiva de los sectores políticos y sociales desplazados por el voto popular en el continente y que nunca se resignaron a perder el control del país, de esa peculiar forma de democracia donde ellos siempre tuvieron el poder, hicieron las leyes a su medida y contaron con el apoyo de los grandes centros económicos y el control de los medios de comunicación.
Y ello ocurre en una coyuntura internacional muy particular: la de los primeros meses de gobierno de Barack Obama en Estados Unidos, etapa inicial que abrió expectativas de que nuevas y más razonables relaciones eran posibles entre el imperio del norte y los países del sur en proceso de cambios. Probablemente esa era su intención. Pero la maquinaria de poder norteamericana es extensa y tiene raíces conservadoras muy profundas. Hay propuestas e intenciones que encuentran resistencia hasta en su propio partido demócrata. Que decir de los sectores republicanos y de su alas más extremistas. Y el Pentágono. Y los intereses del complejo industrial militar. Y los de las empresas energéticas.
Este es para ellos un buen momento para lanzar esa contraofensiva en A. Latina, en alianza con políticos desplazados y oligarquías locales.
Una etapa donde la imagen presidencial no es la de un cateto pendenciero y bravucón, sino la de alguien que presenta un liderazgo que menciona el reconocimiento de los demás, de los derechos humanos y los de los pueblos. Bajo esos gestos, ese discurso y en definitiva, esa cobertura, se ocultan quienes realmente definen gran parte de la política norteamericana. Que siguen siendo los mismos intereses que generaron invasiones, propiciaron dictaduras, o cambiaron gobiernos a voluntad. Ahora quieren frenar este avance de los pueblos que buscan su propio camino, independencia, justicia y soberanía sobre sus propios recursos.
Tiempos difíciles. Tiempos que plantean una mayor exigencia de acción y organización de los pueblos de nuestra América.
- Servicio de Prensa Alternativa (SERPAL) www.serpal.info

viernes, 21 de agosto de 2009



Calderón, socio de Uribe.

www.socialismo-o-barbarie.org/...21/08/2009


1. Colombia, con 44 millones de habitantes y un gobierno paramilitar, se ha convertido en modelo del gobierno ilegítimo de Felipe Calderón a pesar de que México es un país con muchos más recursos y el tercero en habitantes de América (108 millones). Pero lo que hace que Calderón mantenga lazos con el colombiano Álvaro Uribe es por la estrecha relación que mantienen con los EEUU y por el significado del Plan Colombia que con “cierto éxito” viene aplicándose desde 1999 en ese país. Así como Colombia es un Estado militarizado que en los últimos años (en nombre de la democracia) sus aviones y helicópteros se han dedicado a arrojar miles de bombas en montañas y selvas buscando asesinar a guerrilleros, así el gobierno de México busca recorrer ese camino.

2. Es el motivo esencial por el que Calderón ha firmado el compromiso de enviar a EEUU, Colombia y Canadá a varios miles de soldados y oficiales del ejército mexicano para que sean capacitados en “tácticas antiterroristas” y entrenados siguiendo los modelos de las fuerzas armadas de esos países. Esos fueron acuerdos muy evidentes, publicados también, en la “cumbre” y en la visita de Calderón a Colombia. Con estos ejemplos, si tomamos en cuenta el llamado Plan México o Iniciativa Mérida firmada en marzo de 2007 por Calderón y Bush, el México pacífico, conciliador, desaparece al comprometerse con las aventuras guerreras yanquis realizadas a través de la ONU y sus cascos azules. Ante el desplome económico, México se militariza con rapidez.

3. Hoy mismo –jueves 13- México y Estados Unidos firmaron “una carta de intención para desarrollar y coordinar respuestas a las amenazas que plantean el contrabando transfronterizo y del tráfico de armas y municiones”. Fue firmada por la secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, Janet Napolitano, y el procurador de México, Eduardo Medina Mora, al cabo de una reunión en la que participaron otros funcionarios de alto rango. Pero también hoy el presidente colombiano Álvaro Uribe anunció que acordó con Felipe Calderón fortalecer la lucha conjunta contra el narcotráfico, el crimen organizado y el terrorismo. Uribe destacó que “los dos países desarrollan una intensa cooperación en materia de seguridad, la cual incluye intercambio de información y capacitación policíaca”.

4. La llamada Cumbre de Guadalajara fue indiscutiblemente un fracaso. Ni balance ni revisión del TLC, ni acuerdos sobre migración, ni apoyos al presidente Zelaya, ni arreglos de las visas canadienses. Nada, absolutamente nada. Los millones de dólares que se despilfarraron en la llamada “cumbre” sólo sirvieron para salir en las fotos y para subrayar el fortalecimiento a la lucha contra el “terrorismo” y estrechar la vigilancia a la frontera del norte. Sin embargo esos mismo días se reunieron en Ecuador los 12 representantes de UNASUR con el fin de analizar la instauración de las siete u ocho bases yanquis autorizadas por el presidente colombiano Uribe que representan una gran amenaza para Suramérica. Se emplazó a Uribe para la próxima reunión en Argentina.

5. Los vínculos y la penetración presupuestal del Departamento de Defensa de los EEUU en Colombia, escribió Saxe-Fernández, son intensos. Según oficiales chilenos en 10 años pasó de 50 millones de dólares (1998) a 5 mil millones de dólares anuales. Y adosaron: “Colombia es más peligrosa que un portaviones con cazas F-16. Tiene acceso a tecnología satelital de Estados Unidos que le permite monitorear y supervisar operaciones en cualquier lugar en tiempo real. Ningún otro país de la región puede hacer eso”. Es lo que logrará el gobierno de Calderón al profundizar los acuerdos del Plan México: tener un gran acceso a la tecnología guerrerista de punta de la cual los EEUU son los más importantes productores. Pero todo en nombre del combate contra el narcotráfico.

6. Las siete u ocho bases yanquis que se instalan en Colombia, con el total apoyo de los presidentes Obama y Uribe, no es cualquier “moco de pavo”, como diría mi amigo Juanito Guanabacoa. Es una cosa totalmente seria que amenaza a todos los países del “cono sur” de América Latina. El que parece estar más alarmado es Evo Morales, el presidente indígena de Bolivia que ha dicho (en clara referencia al presidente colombiano): “Quienes quieren implementar bases militares son traidores a sus pueblos, a Latinoamérica, a los países que luchan por su dignidad y soberanía”.

7. La realidad es que el gobierno de Álvaro Uribe, valiéndose de toda la cobertura del Plan Colombia firmado hace 10 años con el pretexto del combate a narcotráfico, ofreció al gobierno de Obama dos bases navales, tres aéreas y tres terrestres que operan bajo un prototipo de invasión / ocupación militar y paramilitar desarrollado en esta década para combatir a las guerrrillas de la FARC. La gira de Calderón nada tiene que ver con Unasur ni con la reinstalación de Zelaya en el gobierno de Honduras; después de Colombia irá a Uruguay y Brasil representando, en los hechos, la voz de los EEUU y Colombia, países que le han ofrecido la estructura militar y la capacitación de su ejército para las tareas que en este momento tiene Calderón: prepararse militarmente ante el desplome económico de México y una probable rebelión.



La presidencia imperial de Obama.

Rebelión/Claridad...21/08/2009


Si hay algo que debe quedar meridianamente claro, a base de la experiencia habida durante los primeros siete meses del gobierno de Barack Obama, más allá de la retórica democrática, éste ha optado en última instancia por presidir el proyecto imperialista estadounidense.

La tradición imperial estadounidense siempre se ha revestido, en el fondo, con ropajes democráticos. Es la ya notoria política del garrote y la zanahoria, por un lado hablando suavemente y, por otro lado, esgrimiendo el garrote. Sus invasiones, ocupaciones o agresiones militares siempre se han hecho en nombre de la libertad, sea la del pueblo que es víctima de la acometida o la del pueblo estadounidense. De ahí, por ejemplo, la expansión de la guerra en Afganistán, los ataques aéreos sobre el territorio soberano de Pakistán, las ejecuciones extrajudiciales de enemigos, la pretensión de justificar la detención indefinida de presos sin garantías del debido proceso de ley o la esencial continuidad de la guerra y sus propósitos expoliadores de los recursos naturales en Irak. Incluso, en los casos de las operaciones militares en Irak, Afganistán y Pakistán, se sigue justificando las muertes de civiles inocentes como “daños colaterales”.

La política exterior del gobierno de Obama ha sido esencialmente la misma seguida bajo la segunda administración de George W. Bush, sugiere el prominente intelectual estadounidense Noam Chomsky: “Es una continuación de las mismas políticas…No hay indicación alguna de que Obama vaya a cambiar estas políticas. De hecho en algunas instancias él ha tomado una posición más agresiva, como con Afganistán y Pakistán”. Y añade: “Se reducirán el número de violaciones más extremas a la ley y a la constitución, llevadas a cabo por la Administración Cheney-Bush; como las torturas en Guantánamo o la vigilancia ilegal, pero prácticamente cualquiera de los candidatos, incluso McCain, hubiese hecho lo mismo. Esta administración será menos confrontacional con el resto del mundo, pero va a seguir las mismas políticas”.(1)

Otro ejemplo de la continuidad de las políticas imperiales es la controvertible expansión de la presencia militar estadounidense en Colombia. Ello contrasta marcadamente con la opinión crítica vertida por Obama durante su campaña electoral contra el gobierno colombiano y sus Fuerzas Armadas por sus notorias violaciones a los derechos humanos en el país suramericano.

Apenas, en octubre de 2003, un informe de la Oficina de Contraloría Gubernamental (GAO, por sus siglas en inglés) concluyó que el Plan Colombia de lucha contra las drogas no había producido los resultados vaticinados. No sólo no había reducido el problema, sino que la producción de drogas –según confirman datos de la Organización de las Naciones Unidas- se había incrementado, lo que a todas luces hacia imperativo un cambio de estrategia. En fin, el Plan Colombia es un rotundo fracaso. De ahí que el GAO recomendó que se procediera a ponerle fin y pasarle al gobierno colombiano toda la responsabilidad por la continuación de las actividades propias de dicho programa.

Sin embargo, Obama aparece ahora haciendo caso omiso de las recomendaciones del cuerpo fiscalizador estadounidense. Incluso, ha pretendido despachar las legítimas críticas latinoamericanas al oscuro acuerdo que le daría al Pentágono estadounidense acceso a seis bases militares en Colombia, como pura “retórica antiyanqui”. Insiste en que lo único que está haciendo Washington es actualizando el presente acuerdo de seguridad que hay con Colombia.

Las palabras de Obama, sin embargo, chocan no sólo con la experiencia histórica del intervencionismo militar estadounidense en la región sino que también con los juicios informados de expertos en la materia. Por ejemplo, según declaraciones dadas por Joy Olson, directora de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA, por sus siglas en inglés) a la BBC, la presencia de soldados estadounidenses en bases colombianas no es necesaria: “Si EE.UU. lo que quiere hacer son actividades antidrogas y el seguimiento de vuelos con drogas que se dirijan a EE.UU., se puede cumplir esa función sin necesidad de tener derechos de uso de bases”.

De ahí la insistencia de los mandatarios de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Brasil, entre otros, en que el controvertible acuerdo Obama-Uribe persigue, en última instancia, la fracturación de los procesos de cambio vividos en la América nuestra en el presente siglo, sobre todo la creciente integración y unión política y económica regional sobre bases independientes de Washington.

El Plan Colombia forma parte desde sus inicios de una estrategia regional que fue diseñada por el Departamento de Defensa durante la presidencia de Bill Clinton. A partir de ésta se procedió a la instalación de una red de bases militares, con Colombia como su foco central, y cuyo fin último es la guerra de contrainsurgencia en la región. Bajo Clintón se fue desdibujando la diferencia operacional entre la lucha contra las drogas y las actividades de contrainsurgencia. La red incluía, entre otras instalaciones, las bases de Roosevelt Roads (Puerto Rico), Manta (Ecuador), Comalpa (El Salvador), Reina Beatriz (Aruba), Hato Rey (Curazao), Guantánamo (Cuba) y Soto Cano (Honduras). En esta última opera la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo, adscrita al Comando Sur. A éstas habría que sumar la base de Mariscal Estigarribia (Paraguay). Ya en el 2008, esta red de dispositivos de intervención fue reforzada con el relanzamiento de la Cuarta Flota de la Marina de Guerra estadounidense para patrullar los mares alrededor de la América nuestra, sobre todo ante la pérdida de su base naval de Roosevelt Roads en Puerto Rico.

El nuevo siglo trajo algunas inesperadas amenazas a la estrategia regional del Pentágono, sobre todo ante el progresivo giro a la izquierda que se ha vivido en la región. En particular, el gobierno del Presidente Rafael Correa decidió no renovar el contrato para la permanencia de la base estadounidense en Manta, donde luego de varios años de la presencia militar yanqui allí ésta se ha convertido en el principal puerto de exportación de la droga en dicho país. A esto se le sumó la propuesta hecha por el presidente hondureño Manuel Zelaya para convertir la base de Estados Unidos en Soto Cano en un aeropuerto comercial, hecho éste que explica las complicidades que van saliendo a la luz entre el gobierno de Washington y los protagonistas del golpe contra Zelaya.

Precisamente, si hay algo que evidencia el caso del golpe en Honduras es la puesta en marcha de una estrategia de reversión de los cambios que se han ido produciendo en la América nuestra. A ello hay que añadir el Plan Mérida y la implantación desde México de una estrategia de seguridad dirigida más específica contra los procesos de cambio en la América Central, así como para apuntalar a un aliado percibido crecientemente como Estado fallido.

Según el sociólogo estadounidense James Petras, bajo el gobierno de Obama se implanta “una política de reforzamiento, de revertir los avances” de la izquierda en la región. La actual escalada militarista de Obama pretende intimidar a los gobiernos de la América nuestra y debilitar el apoyo a los procesos de cambio. Abunda Petras: “Todo la política exterior está controlada desde el Consejo de Seguridad Nacional. Esta presente Obama, la CIA y el Pentágono. Esta política de militarización en Colombia es de revertir el progreso en América Latina, de reprimir los movimientos sociales, particularmente con la crisis económica”.(2)

Sin embargo, los hechos hablan con mayor contundencia que las palabras. En una clara refutación al ropaje retórico usado por Obama en relación a la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, se ha dado a conocer la denuncia contenida en un informe que circula en Washington que advierte, según fuentes del Ejército de Estados Unidos, sobre la creación de una especie de “Cartel del Comando Sur”. Esta seria imputación surge a raíz de varios incidentes de conocimiento público que han evidenciado la participación de instructores militares y paramilitares estadounidenses con el narcotráfico colombiano. Aún así, Obama se alinea con la estrategia imperial de reposicionar el Comando Sur como eje de su política exterior hacia la región. Aún así, refuerza su alianza con el gobierno derechista de Álvaro Uribe, no empece su notoria reputación represiva.

En fin, la nueva era prometida por Obama en las relaciones entre Estados Unidos y Nuestra América, va quedando sólo en palabras. La realidad nos dice que muy lejos del respeto prometido a la soberanía de nuestros pueblos, lo que persigue el nuevo mandatario estadounidense es, en el fondo, la misma hegemonía imperial de siempre. Que nadie se haga de ilusiones: Obama ha optado finalmente por gobernar como presidente del imperio.
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Notas:
(1) Miguel Vera, “Entrevista a Noam Chomsky: La política exterior de Obama será como la segunda administración Bush”,
www.rebelion.org , 11 de agosto de 2009.
(2)Sara Leukos, “Entrevista con James Petras: Obama en Colombia, una política neo-militarista”, www.rebelion.org , 18 de agosto de 2009.

El autor es Catedrático de Filosofía y Teoría del Derecho y del Estado en la Facultad de Derecho Eugenio María de Hostos, en Mayagüez, Puerto Rico. Es, además, miembro de la Junta de Directores y colaborador permanente del semanario puertorriqueño “Claridad”.





Estadounidenses son siervos gobernados por oligarcas.

CounterPunch...21/08/2009

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


“Dentro de poco no habrá clase media. Tendremos unos pocos, y sólo unos pocos lores, y todos los demás, mendigos.” R.L. Bushman

“Nos estáis dividiendo rápidamente en dos clases – los extremadamente ricos y los extremadamente pobres.” “Bruto”

Los estadounidenses piensan que tienen “libertad y democracia” y que los políticos tienen que rendir cuentas en las elecciones. La realidad es que EE.UU. es gobernado por poderosos grupos de interés que controlan a los políticos con donaciones a sus campañas electorales. Nuestros verdaderos gobernantes son una oligarquía de intereses financieros y militares y de seguridad, y AIPAC [lobby israelí, N. del T.] que influencia la política exterior de EE.UU. en bien de Israel.

Echemos un vistazo a la política económica. Es dirigida en beneficio de grandes firmas financieras, como Goldman Sachs.

Los que recibieron 700.000 millones de dólares en fondos del TARP [Programa de Alivio para Activos en Problemas] fueron los bancos, no los millones de estadounidenses que han perdido sus casas, puestos de trabajo, seguro de salud, y pensiones. Los bancos utilizaron ese obsequio de capital para hacer más utilidades. En medio de la peor caída económica desde la Gran Depresión, Goldman Sachs anunció beneficios récord en el segundo trimestre y grandes bonificaciones de seis dígitos para cada empleado.

La política de bajos tipos de interés de la Reserva Federal es otro regalo a los bancos. Baja su coste de fondos y aumenta sus beneficios. Con la derogación de la Ley Glass-Steagall en 1999, los bancos se convirtieron en casas de inversión de alto riesgo que comercian con instrumentos financieros como ser derivados de tasas de interés y valores respaldados con hipotecas. Con abundantes fondos suministrados casi gratis por la Reserva Federal, los bancos no pagan prácticamente nada a los depositantes por sus ahorros.

A pesar de la política de bajas tasas de interés de la Reserva Federal, los bancos comenzarán a partir del 1 de octubre a aumentar la tasa porcentual anual (APR) para compras con tarjetas de crédito y adelantos de dinero y estados de cuenta que tienen una tasa disuasoria por pago atrasado. Los bancos también están aumentando las tasas por pagos atrasados. En medio de la peor situación económica desde los años treinta, estadounidenses fuertemente endeudados, que están perdiendo sus puestos de trabajo y sus casas, son desangrados hasta la bancarrota por los mismos bancos que están siendo subvencionados con fondos del TARP y bajas tasas de interés.

Además, es el público estadounidense el que está metido en apuros por el dinero del TARP y las bajas tasas de interés. Como el presupuesto del gobierno de EE.UU. está en números rojos en más de un 50%, hay que prestarse el dinero del TARP en el extranjero o tiene que ser monetizado por la Reserva Federal. Esto significa más presión sobre el valor de cambio del dólar de EE.UU. y un aumento en los precios de importación y también inflación en el interior.

Por lo tanto los estadounidenses pagarán por el TARP y los subsidios a las bajas tasas de interés a sus gobernantes financieros a través de la erosión del poder adquisitivo del dólar. Lo que estamos experimentando es una masiva redistribución de los ingresos del público estadounidense al sector financiero.

Y esto sucede bajo un gobierno demócrata encabezado por el primer presidente negro de EE.UU., con una mayoría demócrata en la Cámara y en el Senado.

¿Existe un gobierno en alguna parte que represente menos a sus ciudadanos que el de EE.UU.?

Consideremos las guerras de EE.UU. Al escribir estas notas, el coste pagado en efectivo de las guerras de EE.UU. en Iraq y Afganistán es de 900.000.000.000 dólares. Si se suman los costes futuros ya incurridos de las prestaciones a veteranos, interés sobre la deuda, el uso no aprovechado de los recursos para propósitos productivos, y otros costes similares tal como han sido calculados por el economista del Nobel Joseph Stiglitz y la experta presupuestaria de la Universidad Harvard Linda Bilmes, “nuestro” gobierno ha derrochado

3.000.000.000.000 de dólares –3 billones de dólares – en dos guerras que no traen beneficio alguno para algún estadounidense cuyos ingresos no dependan del complejo militar/industrial, ante el que nos advirtió un general de cinco estrellas, el presidente Eisenhower.

Ahora es un hecho probado que la invasión estadounidense de Iraq se basó en mentiras y engaño del público estadounidense. Los únicos beneficiados fueron las industrias de armamentos, Blackwater, Halliburton, oficiales militares que logran ascensos más rápidos durante la guerra, y los extremistas musulmanes cuya argumentación fue confirmada por el gobierno de EE.UU. mediante su agresión no provocada contra los musulmanes. Nadie más se benefició. Iraq no amenazaba a nadie, y la captura de Sadam Hussein y su ejecución después de un juicio irregular y arbitrario no tuvo efecto alguno sobre el fin de la guerra o para impedir el comienzo de otras.

El coste de las guerras de EE.UU. es un inmenso lastre sobre un país en bancarrota, pero el coste incurrido por los veteranos podría ser aún mayor. La falta de vivienda es una condición corriente de los veteranos, así como el estrés postraumático. Los soldados estadounidense, que combatieron ingenuamente por las guerras de la industria de la munición, por los altos pagos a los directores de la munición, y por los dividendos y las ganancias de capital de los accionistas de la munición, pagaron no sólo con vidas y extremidades perdidas, sino también con matrimonios rotos, carreras arruinadas, desórdenes psiquiátricos, y sentencias de prisión por no cumplir con pagos de manutención de menores.

¿Qué ganaron los estadounidenses gracias a una guerra incosteable en Iraq que dura mucho más que la Segunda Guerra Mundial y que llevó al poder a chiíes aliados con Irán?

La respuesta es obvia: absolutamente nada.

Que ganó la industria de armamentos: Miles de millones de dólares en beneficios.

Obama es el candidato presidencial que prometió terminar la guerra en Iraq. No lo ha hecho. Pero ha escalado la guerra en Afganistán, comenzado una nueva guerra en Pakistán, se propone repetir el escenario yugoslavo en el Cáucaso, y parece determinado a iniciar una guerra en Sudamérica. Como reacción a la aceptación por el presidente de Colombia títere de EE.UU., Álvaro Uribe, de siete bases militares de EE.UU. en Colombia, Venezuela advirtió a los países sudamericanos que “comienzan a soplar vientos de guerra.”

Tenemos un gobierno de EE.UU., totalmente dependiente de la generosidad de extranjeros para financiar la tinta roja, que se extiende en grandes cantidades hasta donde llega la vista, totalmente dominado por el complejo militar/seguridad, que nos destruirá a todos a fin de satisfacer las expectativas bursátiles de Wall Street.

¿Por qué le importa a algún estadounidense quién gobierna Afganistán? El país no tiene nada que ver con nosotros.

¿Calcularon los comités de servicios armados de la Cámara y del Senado el riesgo de desestabilizar a Pakistán armado con armas nucleares cuando aceptaron la nueva guerra de Obama en ese país, una guerra que ya ha desplazado a dos millones de paquistaníes?

No, claro que no. Los corruptos recibieron sus órdenes de la misma oligarquía militar/seguridad que mandó a Obama.

La gran superpotencia estadounidense y sus 300 millones de habitantes están siendo destruidos por los estrechos intereses de los grandes bancos y por la industria de armamentos. La gente, y no sólo los estadounidenses, está perdiendo a sus hijos, esposos, hermanos y padres sin otro motivo que los beneficios de las corporaciones de armamentos de EE.UU. y los crédulos estadounidenses parecen enorgullecerse de que así sea. Esas pegatinas en sus coches, todo terrenos y monstruosas camionetas proclaman su ingenua lealtad a la industria de armamentos y a los corruptos en Washington que promueven guerras.

¿Llegarán a comprender los estadounidenses, aplastados y destruidos por la política de “su” gobierno, que siempre pone a los estadounidenses en el último lugar, quiénes son sus verdaderos enemigos?

¿Se darán cuenta los estadounidenses de que no los gobiernan sus representantes elegidos sino una oligarquía que es dueña del prostíbulo Washington?

¿Llegarán algún día a comprender los estadounidenses que son siervos impotentes?

http://www.counterpunch.org/roberts08192009.html

Paul Craig Roberts fue secretario adjunto del Tesoro en el gobierno de Reagan. Es co-autor de “The Tyranny of Good Intentions.” Para contactos, escriba a: PaulCraigRoberts@yahoo.com


jueves, 20 de agosto de 2009








La luna de miel de Hillary Clinton y Jaime Bermúdez en Bariloche al compás de Unasur.
Por: Miguel Ángel del Pozo..20/08/2009





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Fue una rueda de prensa donde se anunciaba no lo que ya todo el mundo latinoamericano conocía sino que el matrimonio entre los intereses de los EEUU de América y Colombia entraban en una nueva “luna de miel”, ello gracias al narcotráfico y a lo que ambos Gobiernos denominan como “terrorismo”. Es decir, que en Colombia se dan dos realidades anti-gobierno: la “lucha de clases” que el “liberalismo” denomina como “terrorismo” y el negocio de las finanzas que “vulgus dixit”, narcotráfico. En la rueda de prensa se utilizaron vocablos muy interesantes que pudieran significar cualquier cosa menos lo que esperaban los latinoamericanos. Por ejemplo, la Sra. Clinton utilizó el vocablo en inglés “pertain” de la frase en transcripción “…this agreement does not pertain to other countries…” La traducción exacta al castellano de la palabra mencionada es “incumbir, concernir, tocar, tener que ver con…” La frase fue mencionada por el diario bogotano El Tiempo como “…Este acuerdo (entre Colombia y E.U.) no les incumbe a otros países', afirma Hillary Clinton…(http://www.eltiempo.com/colombia/politica/farc-seran-blanco-de-misiones-conjuntas-realizadas-en-nuevo-acuerdo-militar-william-brownfield-_5883208-1) Así que Señoras Presidentas y Señores Presidentes ¡a callarse que habló el Imperio!

¿Por qué lo dice tan enfáticamente la Sra. Clinton? Sencilla respuesta “…the agreement does not create U.S. bases in Colombia…” Tiene infinita (supremamente, en lenguaje popular bogotano) razón, los EEUU de América no están instalando base alguna en territorio colombiano. Si no van a tener bases, el personal norteamericano que “santifique el trabajo”, sea personal civil o militar, estará circunscrito, estrictamente, a las reales necesidades militares, en cualesquiera campo que se les requiera, excepto en el campo de la confrontación militar bien con el narcotráfico bien contra los ejércitos populares revolucionarios; es decir, aquel personal norteamericano circunscribirá su trabajo a lo militar referido a “tecnologías de punta”. El trabajo de campo lo realizarán los miembros del ejército colombiano y es ésta la razón por la cual hay dos diferencias fundamentales con las presencias militares norteamericanas tanto en Iraq como en Afganistán. La primera es, como hemos expresado, los soldados y los “civiles-militares” norteamericanos no tendrán su “prueba de fuego” colombiano; en segundo lugar, se justifica que los miembros del Pentágono que estarán disfrutando de las bellezas colombianas estarán bajo el acuerdo internacional instituido durante la segunda mitad del siglo XIX en China denominada “extraterritorialidad”, es decir, que las violaciones a las leyes internacionales contra la Humanidad realizadas por los miembros de los componentes norteamericanos que comentan en Colombia serán juzgados por jueces y en territorio norteamericanos. Así de sencillo; es por ello que no entendemos cual es la alharaca; si Colombia acepta “motu proprio” (documentos breves, que afectan a cuestiones) la “extraterritorialidad” a diferencia de China que le fue impuesta por las Potencias Extranjeras, es un “asunto interno” de Colombia y nada deberían opinar las Presidentes y los Presidentes de la UNASUR.

Claro el “bululú” está formado en Colombia y así lo reconoce la propia Sra. Clinton cuando asevera que “…This is about the bilateral cooperation between the United States and Colombia regarding security matters within Colombia…” (“…este acuerdo se circunscribe a la relación bilateral entre los EEUU y Colombia con referencia a asuntos de seguridad dentro de Colombia…”) Pero, ah! siempre un “pero” ¿por qué será que ese vocablo es tan desagradable por los problemas que siempre acarrea consigo? El Canciller de la hermana República de Colombia nos dijo, es un muy claro castellano, que “…la comunidad internacional [expresa] solidaridad pero que poca colaboración [para combatir al narcotráfico y a lo que denominan Colombia y los EEUU de América como terrorismo]…” Si el asunto del narcotráfico y las guerrillas y los paramilitares son un asunto interno de Colombia como así lo asevera la Sra. Clinton ¿Por qué los demás países debemos interferir en los “asuntos internos” de Colombia? Pero el Señor Canciller insiste cuando manifiesta que los problemas de narcotráfico y eso que llama terrorismo“…solo cesará del todo cuando la Comunidad Internacional se comprometa a combatir [los]…” Bueno, por favor, pónganse de acuerdo ¿son asuntos internos de Colombia o se está requiriendo que los países de Suramérica se involucren en la confrontación contra el narcotráfico y las guerrillas y los “paracos”? En ese respecto, la Revolución Bolivariana está, indirectamente, colaborando en el combate contra el narcotráfico y los paramilitares colombianos cuando cada día se decomisan alijos de cualquier tipo de droga que la economía colombiana produce para su exportación hacia el mercado norteamericano y esa misma Revolución Bolivariana devuelve a Colombia los “capos” de la droga que estaban conviviendo en estados venezolanos fronterizos con Colombia gobernados por Gobernadores que se oponen a la Revolución Bolivariana; además, cuando se detienen paramilitares en territorio venezolano, el Presidente Chávez Frías los indulta y los manda de regreso para su casa en Colombia. Lo curioso del caso es que las actuaciones de los órganos de seguridad de la Revolución Bolivariana actúan sin necesidad de intervenir en los “asuntos internos” de Colombia, mas al contrario, le manda de regreso a Colombia los “problemas económico-sociales” que han desarrollado un “sistema de caos” cotidiano con el cual se convive en Colombia desde tiempos pretéritos. Con relación a los “ejércitos populares”, el Gobierno Bolivariano en boca del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías lo ha repetido hasta el cansancio: “no hay relaciones con las grupos insurgentes y se les ha dicho que si traspasan la frontera se los rechazará como es debido” (palabras más, palabras menos)

Pero no todo queda ahí y la verdad que las palabras de la Sra. Clinton en vez de aclararnos las ideas, nos introduce en un laberinto de inquietudes que nos llevan a un “cul de sac”. Dice la Sra. Clinton que “…Our hemisphere faces a number of pressing challenges, from the economic crisis to the climate crisis to public health concerns, such as H1N1 virus, to narcotics trafficking, terrorism, and organized crime. These all demand our attention and our collaboration. And so the United States and Colombia are committed to working together and to making it possible for us to deliver results for the people of our two countries…” Tiene razón la Sra. Clinton cuando expresa que en nuestro Hemisferio existen una serie de “desafíos que nos acosan” (“factores peligrosos para la estabilidad social”) pero donde diferimos es con los enumerados problemas expuestos por la Sra. Clinton (“crisis económica”; “Crisis climática”; “seguridad social”; “narcotráfico”; “terrorismo”; “crimen organizado”) Santo remedio! Enfatiza la Sra. Clinton que “…estos problemas demandan nuestra atención y nuestra colaboración…” Nos imaginamos, disculpen si somos tan osados de suponer, que la Sra. Clinton se refiere, cuando expresa que aquellos problemas por ella precisados “demandan nuestra atención y nuestra colaboración”, a todos los países del continente americano aunque quizás, más concretamente, a los países de la UNASUR. Y como ejemplo de lo que es una colaboración “sin compromisos” se refiere al trabajo en conjunto que vienen realizado los Gobiernos de los EEUU de América y Colombia en el combate a los problemas graves referidos precisando que esa colaboración, colombo-norteamericana, está dirigida, una vez resuelto dichos problemas, a favorecer a las sociedades de ambos países. Aquí la cosa se complica en demasía.

El indio Evo Morales se va a molestar porque la Sra. Clinton no se refirió a los reales problemas que se están viviendo en el continente americano que todos y todas conocemos. Se refiere la Sra. Clinton a aquellos problemas que lleven a los países de la UNASUR a aceptar que los problemas internos de Colombia y de los EEUU de América, que son “asuntos internos” de ambos países, son problemas continentales. En primer lugar, ningún país suramericano “disfruta” de paramilitarismo ni de narcotráfico como tal y en su más profundo significado con relación a las estructuras del sistema económico binacional colombo-norteamericano que maneja el negocio de las drogas. En segundo lugar, en ningún país al sur del rio Bravo, exceptuando Colombia, tiene un ejército popular levantado en armas cuya existencia data a los últimos 50 años de la vida republicana de la hermana República de Colombia. En tercer lugar, la Sra. Clinton propone, inconscientemente, una asimetría en cuanto a la verdadera magnitud de los problemas que se generan por el narcotráfico, la guerrilla y los paramilitares. Exceptuando a Colombia y a los EEUU de América, ningún país de Suramérica entra dentro de las estadísticas mundiales de ser “el mayor productor de drogas ni ser el mayor consumidor de drogas” como tampoco se beneficia de las altas cifras en dinero que representa el negocio de la droga como tampoco se beneficia con el tráfico de armas dirigidas a lo que la Sra. Clinton califica como “crimen organizado”.

Permítasenos cerrar este primer capítulo de la luna de miel colombo-norteamericana. La fuente en referencia excepto cuando se especifique lo contrario es del Departamento de Estado en su página web.