sábado, 16 de octubre de 2010

El Pos-Caguán

Rebelión...16/10/2010


Dicen quienes saben, que escribir sobre la historia de una palabra nunca es tiempo perdido. ¿Por qué la hermosa voz nativa “Caguán”, con la que los indígenas de esa región del piedemonte amazónico del sur de Colombia llamaron en su mito de origen a ese río tormentoso, después de una intensa y larga campaña mediática ha pasado a significar dentro de la llamada opinión publica propia e internacional, engaño y frustración? Pues porque allí durante el gobierno del presidente Pastrana (1998-2002) se adelantaron hasta su ruptura, los conocidos diálogos de paz del Estado colombiano con la guerrilla de las FARC.

¿Por qué razón después de 10 años de experiencias y vivencias de todo tipo, no existe un análisis serio que desde una mirada de las ciencias sociales, vaya más allá de la simpleza contundente o superficialidad dicha por las dos partes, de que se trató de un engaño mutuo y premeditado destinado desde su inicio a fracasar ?

¿Por qué razón o motivo, habiendo tantos y tan buenos análisis, también de todo tipo, que desentrañaron y disecaron minuciosamente la mayoría de elementos contradictorios (que los estructural-funcionalistas llaman “tensiones”) del Plan Colombia, como una ley extraterritorial del Congreso de los EEUU y lograron no su desactivación total, pero si su repudio general, no hay un solo análisis que lo relacione íntimamente con otro de fenómenos sociales acaecidos simultáneamente como los diálogos de paz del Caguán, ni con el ascenso o captura posterior del Estado por parte del narco-paramilitarismo como salida impuesta a la crisis económica y de gobernabilidad del gobierno Samper, que como es obvio, constituyeron los fenómenos sociales más significativos vividos por los colombianos en aquellos años y determinaron posteriormente el desarrollo político social de Colombia?

Estas preguntas apuntan a tratar de establecer el hilo conductor directo (invisibilizado por la ciencia oficial) entre dos elementos:

1-La muy bien documentada y analizada crisis interna (económica y social) de Colombia, hecha evidente en el gobierno de Samper a raíz de la financiación de su campaña con dineros del narcotráfico y que fuera hábilmente utilizada por el gobierno de Clinton para adelantar el reordenamiento geoestratégico neoliberal e imperialista en la región andino amazónica, mediante el Plan Colombia /Iniciativa Regional Andina.

2- El asenso y captura del Estado colombiano por parte del narco paramilitarismo emergente como salida fascista a dicha crisis, y

3- Los diálogos de paz adelantados en la zona desmilitarizada del Caguán.

¿Por qué el gobierno de Pastrana desmilitariza y entrega a las FARC una zona tan grande como la del Caguán, cuando Manuel Marulanda a nombre del secretariado había pedido solamente la cabecera municipal de San Vicente? Era una pregunta que se hacían asombrados muchos expertos militares y en resolución de conflictos internacionales. Nadie sospechaba, porque era un secreto diplomático muy bien guardado que salió a flote 10 años después en una trifulca típica entre Uribe Vélez y Pastrana, cuando este debió declarar públicamente que había sido una imposición del gobierno Clinton, como una parte esencial del desarrollo del Plan Colombia. (1)

Entonces se hizo visible una especie de táctica bifronte colombo estadounidense, encaminada como los hechos posteriores lo demostraron: Por un lado, a tomar aire político y realizar la reingeniería militar urgente a las Fuerzas Armadas que se encontraban duramente golpeadas con las tomas guerrilleras de las bases militares en el sur del país, sintetizada en la consigna militarista de “ahora si los vamos a derrotar”, y por otro, mostrar que las FARC no tenían la capacidad para dirigir una determinada zona territorial que sus victorias militares sobredimensionadas anunciaban y mucho menos, gobernar un Estado tan complicado como el colombiano.

Pero iba más allá: En caso (bien previsto) de que la guerrilla no aceptara convertirse en una “fuerza erradicadora de matas de coca” como se tenía planeado, o que los diálogos de paz desarrollados bajo la condición impuesta por Pastrana de dialogar en medio de la guerra fracasaran, como en efecto sucedió; se tenía la justificación política perfecta para iniciar una intensa campaña propagandística y mediática encaminada no sólo a satanizar moralmente la guerrilla, sino a criminalizarla y a convertir el secuestro en el peor delito de la humanidad, como sucedió. Peor que los hornos crematorios, los charcos de caimanes, o las fosas comunes usados por su aliado el fascismo para-Estatal, para desaparecer sus victimas civiles indefensas (falsos positivos) del terrorismo de Estado que hoy a una década de la experiencia del Caguán, pavoridos contemplamos.

¿Porqué razón una vez roto el procesos de paz del Caguán y concluido el gobierno Pastrana; el Partido Conservador por él dirigido, adhiere al candidato regional emergente Álvaro Uribe Vélez, quien después de haber perdido la primera vuelta electoral frente al candidato liberal Horacio Serpa caracterizado defensor de Samper, en la segunda vuelta logra inexplicablemente imponerse?

¿No existe acaso línea de continuidad muy fuerte (que no se quiere ver) entre Pastrana, Uribe Vélez, el partido conservador que lo ha sostenido durante todo el tiempo como parte de su gobierno y la línea militarista que se impuso hegemónica en Colombia sobre el fracaso del Caguán y con la monserga de la “pronta” derrota de la guerrilla, ha impedido el inicio de cualquier otro proceso de dialogo tendiente a encontrarle una solución política al histórico conflicto social armado colombiano?

Como conclusión resumida a todos estos interrogantes, me ha llamado mucho la atención la opinión dada personalmente a Camilo González Posso por el delfín López Caballero, el hijo dilecto de López Michelsen el más grande augur de la oligarquía cipaya y militarista colombiana, quien participó nombrado por Pastrana como parte del Estado en las negociaciones del Caguán y mejora (creo) la consigna de su padre y hace legible una década después la política del actual gobierno: “Hablar sin negociar y pararse a tiempo, para luego derrotarlos y volver a dialogar con los que queden”.(2)

Citas:
(1) http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=108157
(2) Gonzáles Posso Camilo El Caguán Irrepetible. Párrafo 7, en http://www.indepaz.org.co

viernes, 15 de octubre de 2010

EL POLO PATRIÓTICO, UNA NECESIDAD HISTÓRICA IMPORTANTE PARA LAS NUEVAS VICTORIAS REVOLUCIONARIAS.

La unidad revolucionaria, una necesidad estratégica.

Aporrea...15/10/2010


Sin duda, el proceso revolucionario venezolano está en una fase interesante, dada la circunstancia de haber obtenido la oposición conservadora una cuota de los escaños del parlamento nacional que, de una u otra forma, influirán en el avance de los cambios propuestos desde hace más de diez años bajo la presidencia de Hugo Chávez. Esta nueva situación podría significar la agudización de las distintas contradicciones que presenta este proceso, estableciendo una marcada diferenciación entre la democracia participativa y la democracia representativa que es decir también entre capitalismo y socialismo, o reformismo y revolución, aunque existan personeros del chavismo que pugnan para que esto no trascienda el discurso oficial.

Así, con una oposición beligerante, confiada en su recuperación electoral, no le queda más alternativa a Chávez que decidirse por la profundización de los cambios logrados y de aquellos que se mantienen aún en perspectiva, teniendo en los sectores populares a su mayor base de apoyo, pero dándoles a los mismos el protagonismo que le ha sido escamoteado por sus seguidores en los diversos puestos de dirección política y de gobierno. Sin esto en mente, le resultará a Chávez más difícil sostenerse en el poder, sobre todo, si el mismo no es capaz de asimilar la necesidad de reagrupar las fuerzas políticas y sociales que lo respaldan en un amplio abanico unitario, en el cual se respete la diversidad ideológica y, fundamentalmente, el debate crítico, de modo que el proceso bolivariano recupere el dinamismo inicial.

Esto último representa una necesidad estratégica que no debe eludirse mediante argumentos estrictamente electoralistas, tomando en cuenta sólo la fortaleza posible de cada uno de los partidos políticos y de los movimientos sociales sobre los cuales se mantiene el liderazgo chavista. Tal cosa, en vez de propiciar un acercamiento que tienda a la unidad revolucionaria, sólo servirá para ahondar las diferencias existentes, instaurándose un “liderazgo” burocratizado -dependiente de la imagen del Presidente-, para el cual la revolución sólo significará disponer siempre de un trampolín para alcanzar beneficios personales antes que la oportunidad de lograr un cambio estructural del Estado y del modelo de sociedad imperantes en Venezuela. En tal escenario, los revolucionarios y los chavistas progresistas tendrían que ir a la confrontación ideológica con el bando reformista, ahora dueño de la mayoría de las posiciones de poder, pero de una manera audaz que busque insertar en la misma a los distintos movimientos populares revolucionarios, resistiéndose al clientelismo político que éste ha impuesto, echando mano a la manipulación demagógica más descarada.

Aunque a los revolucionarios y a los chavistas progresistas les resulte cuesta arriba transitar este camino, el mismo es ineludible y necesario. Para ello es importante que se busque crear las condiciones para un cuestionamiento sostenido sobre la gestión cumplida hasta ahora por el reformismo chavista, de manera que éste sirva para darle una mejor adecuación y profundización al proyecto bolivariano revolucionario, sin los resabios del modelo y prácticas que hicieron posible la hegemonía del Pacto de Punto Fijo. Sin embargo, esto no debe ser producto de la improvisación de un pequeño grupo ni de una línea partidista determinada. Tiene que existir, primeramente, la voluntad de abrirle espacios protagónicos y participativos al pueblo en la construcción decidida del socialismo revolucionario, así tengan que cohabitar por algún tiempo con el Estado reformista vigente, pero sin desmayar en la tarea revolucionaria de erradicarlo para siempre, por el bien de todos los venezolanos.

Fuente: http://aporrea.org/ideologia/a110239.html

jueves, 14 de octubre de 2010

APENAS VENEZUELA COMENZÓ A EJERCER SU SOBERANÍA PETROLERA, ENSEGUIDA FUE INCLUIDA EN EL "EJE DEL MAL" PARA ESTIGMATIZAR CUALQUIER DECISIÓN QUE SE TOME

Venezuela está en la mira por sus grandes reservas petroleras.

CEPRID...14/10/2010


“Por representar un bastión del proceso político, Pdvsa está sometida a un ataque feroz de la oligarquía.”

Jesús Luongo, gerente general del Centro de Refinación Paraguaná


Irán, Libia y Venezuela, como Irak antes de ser ocupada, están en la mira del neoliberalismo. Si no tuviéramos cuantiosas reservas petroleras, no nos dedicarían tanto espacio en sus medios. Las declaraciones de nuestros gobernantes serían tratadas como “travesuras” y hasta nos permitirían mayores “libertades”, con alguno que otro oportuno “consejito”.

Pero hay tantos barriles en nuestro subsuelo, tienen ellos tantos motores que trabajan eficientemente sólo con derivados de hidrocarburos y el petróleo es tan barato y rendidor por unidad energética, que pasamos a ser “objetivo estratégico prioritario”.

De allí el presupuesto millonario asignado a la oposición, cuyos pagos a redacciones y salarios a escribas son apenas migajas del gran pastel. Sólo existe una razón: las reservas de hidrocarburos. Como escribe Noam Chomsky, al observar la misma situación al otro lado del Atlántico: “El gasto militar de Irán es relativamente bajo comparado con el resto de la región”; pero aquí aplauden los ataques, a ambos sitios, con las serviciales manos dirigidas desde hipotálamos convenientemente esclavizados.

Probadas, probables y posibles

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) certificó que Venezuela alcanzó “reservas probadas por 211.173 millones de barriles”, cuatro veces lo de hace cuatro años. El petróleo estaba allí, la tecnología existía y sabíamos de su existencia desde hace décadas; pero los intereses neoliberales ordenan, desde hace casi un siglo, que no sepamos cuanto realmente tenemos.

Esto no es nuevo. En 1911, cuando realizaron su primer reconocimiento sistemático de nuestras cuencas sedimentarias, nos ocultaron el resultado de sus exploraciones. Formó parte del “apropiado” desconocimiento de la materia petrolera del pasado siglo. Para 1958 “nos permitieron” creer que llegábamos a 11.500 millones de barriles. La tecnología de entonces permitía conocer yacimientos livianos, especialmente en el Zulia, que por sí sólos superaban ampliamente tal cifra.

Hoy sabemos que hay bastante más que esos 211 mil millones. Son “reservas probables”, mientras los organismos internacionales no las acepten. Incluso hay más en reservas catalogadas como posibles, estimadas según la geología del terreno.

Probablemente pasamos del medio billón. Posiblemente superamos el billón.

Cesta y precios

Si eligiéramos enterarnos de los precios del crudo exclusivamente por los diarios opositores, tendríamos un serio dilema aritmético. Desde siempre sólo han publicado “precios a la baja”. Por estos días “el crudo cayó a 77 dólares” y hace un mes “bajó a 72”.

Pero eso tampoco es nuevo. En el 2006 “la Cesta OPEP bajó de 60”; la nacionalización de la industria petrolera (1975) era insostenible porque el crudo había descendido “a 12 dólares el barril” y después de la llamada “II Guerra Mundial” (1946) debíamos cambiar de ramo porque el petróleo estaba “por debajo de dos dólares”.

Siguiendo tal “tendencia a la baja”, para el próximo Mundial de Fútbol, 2014, la cesta OPEP caerá fatalmente a 120 dólares; no hay otra salida y ellos lo saben, porque no existen tales energías alternas del mismo rendimiento y a menor costo.

Patrimonio y activos

Los activos de PDVSA están valorados en 149 mil millones de dólares y su patrimonio en 74 mil millones, guarismos muy superiores a su pasivo y deudas. Pero esas cifras, por grandes que parezcan, son mínimas si estimamos el valor de la verdadera riqueza.

Sólo en petróleo crudo, sin gas ni extrapesados, al precio actual promedio, que luce bajo incluso para quienes tienen al mercado como un Dios cuyas decisiones son inapelables, bajo nuestros suelos reposan 14 billones de dólares. ¡14 mil millones de millones! Y saben que, máximo en un lustro, ese monto será bastante mayor porque los famosos “inventarios de crudo del Norte” descenderán ante su creciente consumo. Nuestros medios se esmeran, sin embargo, en destacar pasivos y arbitrajes, y hasta un “evento” donde, localmente, “brindan herramientas legales”. Esta propaganda al entrenamiento contra los intereses de la Patria, la leemos en la misma prensa que regularmente habla de “dictadura” y “ataques a la libertad de expresión”.

En alguna ocasión conoce uno de deudas que al acreedor parece no interesarle que se la cancelen. Son interminables y eternas con cobros regulares de altos intereses. Algunos pasivos, derivados de operaciones petroleras, parecieran seguir la misma rutina.

Producción y exportación

Sólo de Estados Unidos, la única procedencia que parecen aceptar los medios, por ventas de crudo liviano, Venezuela recibe más de 22 mil millones de dólares al año. Eso es menos de la tercera parte de nuestra producción y no estamos incluyendo gas, derivados de refinación, ni productos petroquímicos.

El ataque mediático insiste en disminuir igualmente nuestra producción petrolera. Cuando las verdaderas cifras no pueden ser negadas, son las exportaciones las que bajan. Si desde el Norte parecen desmentirlos, se ataca entonces al destino de nuestros barriles.

De allí que “le estamos regalando nuestro petróleo” a Cuba, Nicaragua, los pueblos del Alba y a cualquier otro Estado calificado de “no amistoso”. Pero … ¿disminuyó realmente la extracción en el Zulia? ¡Excelente! Ese es crudo liviano, de alta calidad. Conservémoslo en el mejor sitio, en nuestro subsuelo, hasta que se bajen de la mula como corresponde a su verdadero valor y poder energético.

Estamos de acuerdo en diversificar nuestra economía, multiplicar las fuentes de riqueza y buscar otras exportaciones. Mantengamos entonces “bajo perfil petrolero”, cumpliendo por supuesto los compromisos con la región. Esa economía de puertos, que al mismo tiempo critican y practican para su propio beneficio, debería disminuirse gradualmente, sin ceder a la aguda sed de dólares que en buen porcentaje se dedica a la importación de bienes, de muy escasa duración, que sólo sirven para satisfacer necesidades creadas por el mercado neoliberal.

El Departamento de Energía de Estados Unidos reveló “que las importaciones desde Venezuela en el mes de abril fueron de 950.000 barriles diarios: la mitad de lo que se exportaba hace poco más de 10 años”. Tal reducción, lejos de asustarnos, es una buena noticia. No dependemos ahora de un sólo cliente.

Faja y futuro

Según el suplemento “Estrategia”: “India busca asegurar suministro de energía. Teme quedarse sin petróleo por el fuerte avance chino. El consumo de crudo crecería más del doble para el 2030. El país debe abastecer a 1.200 millones de habitantes”. Y ¿dónde creen ustedes que van a negociar tal suministro?

Como es usual, las prácticas operativas de las trasnacionales siguen sus campañas mediáticas. De allí sus presiones tecnológicas, por ejemplo, la muy bien publicitada nacionalización de algunos taladros. Pero hay buenas noticias para el futuro: para el 2015, señala el Correo del Orinoco, pudiéramos lograr la “independencia en perforación petrolera, gracias a la cooperación de la República Popular China”. Y para explotar la Faja hay acuerdos multinacionales, ¡hasta con Vietnam!. ¡No sólo de Norte vive el hombre!

jaquematos@cantv.net


Fuente: http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article958

miércoles, 13 de octubre de 2010

LA CENTRO IZQUIERDA NO VA A PODER DEPENDER YA DE DIRIGENTES CARISMÁTICOS PARA COMPENSAR LA AUSENCIA DE CAMBIOS ESTRUCTURALES.

El golpe de Estado en Ecuador
Sus amplios significados

Rebelión...13/10/2010




El abortado golpe policial-militar en Ecuador, que se produjo el 30 de septiembre, ha planteado numerosos interrogantes acerca del papel que en el mismo desempeñaron Estados Unidos y sus aliados entre la oligarquía tradicional, los movimientos sociales de izquierdas, las organizaciones indígenas y sus partidos políticos.

Mientras el Presidente Correa, todos los gobiernos de Latinoamérica e importantes sectores del pueblo ecuatoriano describían las acciones violentas como golpe de Estado, el principal órgano de Wall Street, The Wall Street Journal, las tildaba de “protesta policial”. Portavoces de Goldman Sachs y del Foreign Affairs Council definían el intento de usurpación del poder por parte del ejército y la policía contra el gobierno democráticamente elegido como una “crisis política” autoinducida por el Presidente. Cuando el golpe ya iba adelantado, el movimiento “indio” CONAIE, lanzó un manifiesto condenando al gobierno, mientras el partido “indio” Pachacutik apoyaba la expulsión del presidente y defendía el golpe de la policía como “un acto justo por parte de servidores públicos”.

En resumen, los patrocinadores imperiales del golpe de Estado, determinados sectores de las elites ecuatorianas y el movimiento indio minimizaron el violento levantamiento de la policía como golpe de Estado para justificar su apoyo al mismo disfrazándolo de otra “legítima protesta económica”. Es decir, la víctima del golpe de las elites se convertía en represor de la voluntad popular. La cuestión fáctica sobre si fue o no un golpe de Estado es fundamental para decidir si el gobierno tuvo razón al reprimir el levantamiento y si se había puesto de hecho en peligro el sistema democrático.

Los hechos alrededor del golpe

La policía no se limitó a “protestar” contra las políticas económicas sino que tomó la Asamblea Nacional e intentó ocupar los edificios públicos y las cadenas de los medios. La fuerza aérea –o al menos los sectores que colaboraron con la policía- tomó el aeropuerto de Quito, coordinó una serie de acciones en ese objetivo y bloqueó las redes de transporte estratégicas… Asaltaron y detuvieron al Presidente Correa, manteniéndole como rehén bajo vigilancia policial de decenas de policías fuertemente armados que se resistieron violentamente a las Fuerzas Especiales que finalmente liberaron al Presidente, provocando decenas de heridos y diez muertos. No hay duda que los cabecillas del levantamiento policial tenían en mente algo más que una simple “protesta” sobre pluses cancelados: trataban de derrocar al presidente y estaban dispuestos a utilizar sus armas para lograrlo. Los dirigentes del golpe de Estado utilizaron las iniciales demandas económicas de los empleados del sector público como trampolín para derrocar al régimen.

El hecho de que el golpe fracasara es consecuencia, en parte, del firme y dramático llamamiento del Presidente para que el pueblo tomara las calles para defender la democracia, un llamamiento que resonó y que tuvo miles de seguidores y que les negó a los golpistas el apoyo público en las calles.

Todos los hechos sobre el terreno apuntan a un violento intento de la policía y de algunos sectores del ejército para apoderarse del poder y deponer al presidente, es decir, un golpe de Estado sea cual sea el prisma bajo el cual pretenda considerarse. Y así fue entendido de inmediato por todos los gobiernos latinoamericanos, desde la derecha a la izquierda, algunos de los cuales cerraron rápidamente sus fronteras y amenazaron con romper relaciones si los cabecillas del golpe conseguían su objetivo. La única excepción fue Washington, cuya primera respuesta no fue unirse a la condena sino esperar a ver cuál era el resultado o, como el portavoz presidencial Philip Crowley anunció: “Estamos siguiendo los acontecimientos”, refiriéndose al levantamiento como una “protesta” que desafiaba al gobierno. Cuando Washington comprendió que el pueblo ecuatoriano, todos los gobiernos latinoamericanos y el grueso de las fuerzas armadas se oponían activamente al golpe de Estado y que éste estaba condenado al fracaso, la Secretaria de Estado Clinton llamó a Correa para anunciar el “apoyo” de EEUU a su gobierno, refiriéndose al golpe como una mera “interrupción del orden democrático”.

En el período previo a la restauración de la democracia, los sindicatos actuaron en gran medida como observadores pasivos, no se discutió en absoluto sobre huelgas generales ni se habló siquiera de movilizaciones activas. La respuesta de los altos oficiales del ejército fue la de oponerse absolutamente al golpe, excepto quizá la fuerza aérea que tomó el principal aeropuerto en Quito antes de transferirlo a unidades antidroga de la fuerza de policía. La policía antinarcóticos estaba al frente del golpe y no debería sorprendernos saber que habían estado, durante los últimos cinco años, bajo intenso entrenamiento y adoctrinamiento estadounidense.

Explicación de las variadas repuestas al golpe de Estado

Las respuestas e interpretaciones del golpe variaron según los diferentes grupos de intereses objetivos y percepciones subjetivas. Los regímenes latinoamericanos rechazaron unánimemente el golpe temiendo un efecto multiplicador del mismo en la región, en la que otros golpes con éxito (después del golpe del pasado año en Honduras) animarían al ejército y a la policía a actuar en sus países. Los recuerdos del pasado reciente en el que el ejército desmanteló todas las instituciones representativas y encarceló, torturó, asesinó y exilió a los dirigentes políticos fue un factor clave a la hora de conformar el resonante rechazo al golpe en Latinoamérica. En segundo lugar, el orden político existente beneficia a la clase capitalista en casi toda Latinoamérica y proporciona las bases para la estabilidad política y la prosperidad de las elites. Ningún movimiento fuerte de masas amenaza la hegemonía socio-económica capitalista que pudiera requerir que las elites económicas apoyaran un golpe.

Los seguidores de Correa estaban en las calles, aunque no en las cifras de sus anteriores llamamientos a la acción para derrocar al ex Presidente Lucio Gutiérrez. Eran principalmente leales al partido. Otros apoyaban sus medidas “antiimperialistas” (el cierre de la base militar estadounidense de Manta) o estaban defendiendo instituciones democráticas, incluso aunque se hubieran posicionado de forma crítica frente a sus políticas recientes.

La vacilación estadounidense, cambiando del rechazo inicial a condenar el golpe a la denuncia posterior del golpe ya fallido, tenía su razón de ser en sus duraderos vínculos con el ejército y especialmente con la policía. Entre 2006-2011, la ayuda policial y militar de EEUU alcanzará la cifra total de 94 millones de dólares, de los cuales 89 millones se canalizaron a través de la “guerra contra el narcotráfico”. Entre 2006 y 2008, los policías y militares ecuatorianos entrenados llegaron a 941.526, incorporándose a los “programas antidroga”. Fue precisamente el sector antidroga de la policía el que jugó un papel importante en la toma de los aeropuertos de Quito durante el abortado golpe. EEUU tenía realmente muchos motivos para apoyar el golpe. Correa llegó al poder derrocando al títere clientelista pro-estadounidense Lucio Gutiérrez y diezmando los partidos oligárquicos que eran responsables de dolarizar la economía y abrazar la doctrina de libre mercado de Washington. Correa puso en tela de juicio la deuda exterior, negándose a pagar deudas generadas bajo circunstancias fraudulentas. Y lo más importante, Correa era aliado del Presidente venezolano Hugo Chavez, miembro de ALBA y fuerte opositor de Colombia, el principal aliado de Washington en la región. La política de Ecuador debilitó la estrategia de Washington de “rodear Venezuela” de regímenes hostiles. Al haber apoyado ya el exitoso golpe contra el Presidente Zelaya de Honduras, aliado de Chavez, Washington tenía todo por ganar de un golpe militar que expulsara a otro miembro de ALBA. Washington está persiguiendo una “triple estrategia”: 1) diplomática, ofreciendo mejorar relaciones; 2) subversiva, construyendo capacidad de subversión al financiar a la policía y al ejército; y 3) financiera, a través de AID, NED, el Banco Mundial y sectores de ONG del movimiento indio, especialmente Pachacutik y grupos disidentes vinculados con Lucio Gutiérrez.

Los dirigentes del movimiento indio exhibieron diversas respuestas frente al golpe. La posición más extremada fue la adoptada por el casi moribundo partido electoral Pachacutik (receptor de ayuda estadounidense), que apoyó el golpe de la policía y llamó a las masas a formar un “frente unido”, un llamamiento que cayó en oídos sordos. El grupo del movimiento indio (CONAIE) adoptó la compleja posición de negar que se estuviera produciendo un golpe, aunque rechazando la violencia policial y exponiendo una serie de demandas y críticas en relación a las políticas y métodos de gobernanza de Correa. No hizo esfuerzo alguno ni para oponerse ni para apoyar el golpe. Es decir, a diferencia de su pasado militante y antidictatorial, CONAIE se convirtió virtualmente en un actor marginal.

La pasividad de CONAIE y de la mayoría de los sindicatos tiene sus raíces en profundos desacuerdos con las políticas del régimen de Correa.

La vulnerabilidad autoinducida de Correa: Su giro a la derecha

Durante el emergente movimiento ciudadano de hace cinco años, Rafael Correa jugó un importante papel al deponer al régimen autoritario, corrupto y pro-imperialista de Lucio Gutiérrez. Una vez elegido Presidente, llevó a la práctica algunas de sus principales promesas electorales: desalojó a EEUU de su base militar en Manta; rechazó los pagos de la deuda exterior que se basaban en contabilidades ilícitas; subió los salarios, aumentó el salario mínimo, facilitando créditos y préstamos a bajo interés a las pequeñas empresas. También prometió consultar y tomar en cuenta los movimientos indios y sociales urbanos, todo lo cual llevaría a la elección de una asamblea constitucional que elaboraría una nueva constitución. En 2007, la lista de Correa con su nuevo partido Alianza País ganó por una mayoría de dos tercios en la asamblea legislativa. Sin embargo, para hacer frente a la disminución de los ingresos debido a la recesión mundial, Correa dio un brusco giro a la derecha. Firmó lucrativos contratos con compañías mineras multinacionales garantizándoles derechos de explotación sobre tierras reclamadas por comunidades indígenas sin consultar con ellas, a pesar de la pasada historia de contaminación catastrófica de las tierras, agua y medio ambiente indios. Cuando las comunidades locales actuaron para bloquear los acuerdos, Correa envió el ejército y reprimió duramente las protestas. En subsiguientes esfuerzos de negociación, Correa sólo escucho su propia voz y rechazó a los dirigentes indios tachándoles de “panda de bandidos” y “elementos reaccionarios” que estaban bloqueando la “modernización del país”.

Posteriormente, Correa prosiguió la ofensiva contra los funcionarios públicos, promoviendo normas legislativas que reducían los salarios, pluses y promociones, repudiando los convenios basados en acuerdos entre los sindicatos y los legisladores. De la misma manera, Corre impuso nuevas leyes para la organización de la universidad, que se granjeó el rechazo del profesorado, la administración y los estudiantes. Igualmente perjudicial para la popularidad de Correa entre los sectores organizados de las clases salariales medias fue su estilo autoritario para imponer su agenda, el lenguaje peyorativo que utilizó para tachar a sus interlocutores y su insistencia en que las negociaciones eran sólo un medio para desacreditar a sus colegas.

Contrariamente a la afirmación de Correa de ser un pionero del “socialismo del siglo XXI”, fue, en vez de eso, el organizador de una estrategia personal en grado sumo para el capitalismo del siglo XXI, basado en una economía dolarizada, inversiones extranjeras a gran escala en el sector minero y del petróleo, en los servicios financieros y en la austeridad social.

Sin embargo, el “giro a la derecha” de Correa dependía también del apoyo político y financiero de Venezuela y de sus aliados cubano y boliviano. Como consecuencia, Correa se vió entre la espada y la pared: perdió apoyo de la izquierda social debido a las políticas económicas favorables a las “extracciones” extranjeras y a la austeridad de los programas internos y no consiguió el apoyo estadounidense debido a sus vínculos con Chavez y Cuba.

El resultado fue que Correa se enajenó tanto de los sindicatos y movimientos sociales e indios que sólo fue capaz de asegurar una cantidad muy limitada de “poder en la calle” para frustrar el golpe. Igualmente importante fue que EEUU y sus colaboradores vieron en el decreciente apoyo organizado y en el crecimiento de la protesta social una oportunidad para tantear el terreno de un posible golpe de Estado a través de sus más fiables colaboradores en la policía y, en menor grado, en la fuerza aérea. El levantamiento de la policía fue un ensayo, alentado para que siguiera adelante, sin ningún compromiso declarado, en espera de su éxito o fracaso. Si el golpe de la policía se hubiera asegurado el suficiente apoyo militar, Washington y sus oligarcas políticos y civiles hubieran podido intervenir, llamar a un “resultado negociado” que hubiera derrocado a Correa o le hubiera “convertido” en un cliente “pragmático”. Es decir, un golpe “exitoso” hubiera eliminado a otro aliado de Chavez, pero incluso un golpe fallido hubiera puesto bajo aviso a Correa en el futuro.

Reflexiones finales a modo de conclusión

La evolución del golpe de Estado de la policía se convirtió en una farsa: los golpistas calcularon mal los apoyos con los que contaban en el ejército así como entre los sindicatos y organizaciones indígenas descontentos. Estuvieron solos sin pena ni gloria. Al carecer de líderes nacionales y no tener siquiera una estrategia coherente, la intentona se sofocó en cuestión de horas. Calcularon mal la disposición de EEUU a comprometerse, una vez que quedó claro que los golpistas carecían de apoyos entre las elites militares y eran totalmente ineptos. Lo que podía haber comenzado como golpe terminó como una opera bufa con una breve balacera con el ejército en un hospital de la policía.

Por otra parte, el hecho de que al final Correa sólo pudiera contar con sus fuerzas especiales de elite para liberarle de la policía revela la tragedia de un líder popular. Un líder que empezó con inmenso apoyo popular, prometiendo cumplir finalmente la reivindicación de los campesinos de reforma agraria, la reivindicación de los indios de soberanía para negociar sobre las riquezas mineras y las reivindicaciones de las clases obreras urbanas de justas remuneraciones, y acabó volviendo al Palacio Presidencial protegido por los vehículos blindados del ejército.

El fallido golpe de Estado en Ecuador plantea un interrogante político más amplio: La casi desaparición de Correa, ¿significa el final del experimento de los “nuevos regímenes de centro-izquierda” que trataban de “equilibrar” un vigoroso crecimiento basado en la exportación con moderadas rentabilidades sociales? Todo el éxito de los regímenes de centro-izquierda se ha basado en su capacidad para subsidiar y promover el capital interior y exterior agro-minero mientras aumentaba el empleo, los salarios y los pagos de subsistencia (programas contra la pobreza). Esta “fórmula política” se subscribió por el boom de la demanda de Asia y otros mercados mundiales, y por los precios, históricamente altos, de las materias primas. Cuando estalló la crisis de 2008, Ecuador era el vínculo más débil en Latinoamérica al estar atado al dólar y ser incapaz de “estimular” el crecimiento o proteger la economía. En condiciones de crisis, Correa decidió reprimir los movimientos sociales y los sindicatos e hizo grandes esfuerzos para asegurarse los apoyos de las multinacionales del sector minero y del petróleo. Además, la policía y el ejército ecuatorianos eran mucho más vulnerables a las infiltraciones de las agencias estadounidenses debido a los programas de formación y financiación a gran escala, a diferencia de Bolivia y Venezuela, que habían expulsado a esas agencias por actividades subversivas. Al contrario de Argentina y Brasil, Correa carecía de capacidad para “conciliar” a los diversos sectores de los movimientos sociales a través de negociaciones y concesiones. Desde luego, la penetración de las ONG financiadas por el imperio en las comunidades indias fomentando el “separatismo” y las políticas de identidad no le facilitaban precisamente tal conciliación.

Sin embargo, a pesar de las particularidades de Ecuador, el fallido golpe de Estado pone de relieve la importancia relativa de resolver las reivindicaciones básicas socio-económicas si se quiere que los proyectos macroeconómicos de centroizquierda tengan éxito. Aparte de Venezuela, ninguno de los regímenes de centro-izquierda están desarrollando reformas estructurales (reforma agraria), nacionalización de sectores estratégicos, redistribución de los ingresos. Incluso el régimen de Chavez en Venezuela ha perdido una gran parte del apoyo popular debido a la negligencia respecto a servicios esenciales (seguridad pública, recogida de basuras, suministro de agua y energía eléctrica, entrega de alimentos) debido a la corrupción e incompetencia. Con el paso del tiempo, el centro-izquierda no va a poder depender ya de los dirigentes “carismáticos” para compensar la ausencia de cambios estructurales. Los regímenes deben sostener la mejora de salarios y la prestación de servicios públicos en un ambiente de “diálogo social”. La ausencia de reformas sociales continuas, mientras las elites agro-mineras prosperan, abre las puertas al regreso de la derecha y provoca divisiones en las coaliciones sociales en que se apoyan los regímenes de centro-izquierda. Y lo más importante, que la implosión del centro-derecha proporciona una oportunidad para que Washington subvierta y derroque a los regímenes, revirtiendo su relativamente independiente política exterior y reafirmando su hegemonía.

Los cimientos institucionales del centro-izquierda son frágiles en todas partes, especialmente entre la policía y el ejército, debido a que la oficialía sigue aún participando en programas gubernamentales con las agencias militares, narco-policiales y de inteligencia estadounidenses. Los regímenes de centro-izquierda –excepto Venezuela- han continuado participando en todo tipo de programas conjuntos militares. El centro-izquierdano ha transformado el Estado. Igualmente importante es el hecho de que ha promovido las bases económicas de la derecha pro-estadounidense a través de su estrategia de exportación de minerales y productos agrícolas. Ha ignorado el hecho de que la estabilidad política es temporal y se basaba en un equilibrio del poder social resultante de las rebeliones populares del período entre los años 2000 y 2005. El centro-izquierda ignora la realidad de que a medida que la clase capitalista prospera, como consecuencia de las estrategias de exportación minero-agrícolas, lo mismo ocurre con la derecha política. Y como la riqueza y el poder político de las elites exportadoras aumentan y como el centro-izquierda se vuelve hacia la Derecha, como ha ocurrido con Correa, habrá mayor conflicto social y un nuevo ciclo de agitación política; si no es mediante las urnas será mediante las balas, a través de golpes de Estado o levantamientos populares.

El exitoso golpe de Estado en Honduras (2009) y el reciente y fallido golpe de Estado en Ecuador son sintomáticos de la profundización de la crisis de la política “post neoliberal”. La ausencia de una alternativa socialista, la fragmentación de los movimientos sociales, la adopción de “políticas de identidad” han debilitado gravemente una alternativa organizada eficaz cuando los regímenes de centro-izquierda entran en crisis. Por el momento, la mayoría de los “intelectuales críticos” se agarran al centro-izquierda confiando en una “vuelta a la izquierda”, en una rectificación política, en lugar de tomar el difícil pero necesario camino de la reconstrucción de una clase independiente basada en el movimiento socialista.

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

martes, 12 de octubre de 2010

ESTAS INFAMIAS QUE SE REPITEN A DIARIO POR LA ULTRA DERECHA ESPAÑOLA, NO DEBE COLOCAR A NUESTRO GOBIERNO EN POSICIÓN DEFENSIVA SOLAMENTE.

Uno de los detenidos, Javier Atristain, es trasladado a la lonja en helicóptero desde Madrid por los agentes de la Guardia Civil  -  Efe   Agencia
Hay 7.000 denuncias de torturas en España ignoradas por los medios de comunicación
Denuncian que declaraciones de presuntos etarras sobre Venezuela fueron tomadas bajo tortura

TeleSUR...12/10/2010


Aiert Larrarte, abogado defensor de los presuntos etarras Javier Atristain Gorosabel y Juan Carlos Besance Zugasti, afirmó este lunes a teleSUR que las declaraciones realizadas por los detenidos la semana pasada, en las que afirmaban haber recibido adiestramiento en territorio venezolano, fueron tomadas bajo métodos de tortura y por ende no deberían tener validez legal.

En contacto con teleSUR, el letrado dijo que estos mecanismos de suplicio son posibles debido a que la ley española tiene una cláusula donde permite que los "los detenidos por presuntos casos de terrorismo" deben pasar un "período de incomunicación" que dura cinco días y en el cual los prisioneros no pueden tener contacto de ningún tipo ni con sus familiares ni con sus abogados.

"Es en este lapso en el cual los detenidos son víctimas de estos abusos (...) en los que son forzados a declarar ya sea autoculpándose o culpando a terceros, como ocurrió en el caso de Venezuela (...) todos los organismos internacionales coinciden en que estos períodos de incomunicación permiten este tipo de acosos", afirmó.

Precisó que entre los tratamientos de "declaración forzosa" que han sufrido los presuntos etarras, se encuentran golpes, no dejarles dormir, obligarlos a hacer extenuantes ejercicios físicos o incluso la asfixia.

"Les han aplicado la asfixia mediante la colocación de bolsas de plástico en la cabeza, con eso logran que las personas no puedan respirar por largos períodos de tiempo (...) los detenidos han comentado que han llegado a perder el conocimiento".

Comentó que esta realidad evidencia que aunque el Gobierno de España ha firmado "infinidad de convenios" para rechazar la tortura, "en la práctica se ve que esas firmas no han servido para nada".

Larrarte agregó que estos dos detenidos no han sido las únicas víctimas de esos métodos mientras se encuentran en el "período incomunicacional", y que aproximadamente hay 7.000 denuncias de personas que han vivido estas torturas pero que son ignoradas tanto por los medios de comunicación españoles como por el mismo Gobierno.

"Los medios de comunicación niegan este tipo de denuncias, se limitan a los juzgados, y a alinearse con los intereses del Gobierno (...) Las denuncias de estas dos personas han sido publicadas solamente en dos medios, que desde luego no tienen una tirada nacional", expresó.

Matriz de opinión

La corresponsal de teleSUR en Venezuela, Madeline García, entrevistó a vascos residentes en el país suramericano, quienes denunciaron que a Madrid le convendría demostrar los supuestos nexos entre la organización y Caracas, y que para ello utiliza a disidentes de la izquierda española.

Xavier Arruti, es de los vascos que afirma estar en esta posición. Es refugiado político desde hace más de 20 años y afirma "sentirse utilizado" para involucrar a Chávez (presidente venezolano) con la ETA.

"No hay ni una familia que se haya librado de que alguno de sus miembros haya sido detenido y estigmatizado como etarra", comentó.

Señaló que desde su perspectiva, haber participado en actos con la izquierda española y ser delegado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), han sido "evidencias" suficientes para que la prensa de derecha de España, como El País, El Mundo y ABC, lo hayan utilizado como referencia para generar matrices de opinión internacional en contra de Venezuela.

"Dicen que Venezuela es el balneario de etarras y santuario del terrorismo, que trabajan con Chávez, pero aquí nosotros no somos nada, lo que quieren es involucrar al Gobierno de Chávez y criminalizarlo para mantener toda una política de ruptura de relaciones internacionales con Venezuela", expresó.

Agregó que en el tiempo que lleva residiendo en el país suramericano, los organismos de inteligencia lo han visitado con el objetivo de investigar en profundidad a los vascos que se encuentran refugiados en el país, y que hasta ahora no han conseguido nada que lo inculpe o lo vincule con organizaciones ilícitas.

El pasado miércoles, el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, admitió que no existe indicio o dato alguno que compruebe la vinculación del Gobierno de Venezuela con actividades de entrenamiento de miembros de ETA en su territorio y que "no hay ningún dato de los dos presuntos etarras que permita inferir, ni tan siquiera sospechar, que el Gobierno venezolano tiene que ver es este caso".

Fuente: http://www.telesurtv.net/noticias/secciones/nota/79750-NN/denuncian-que-declaraciones-de-presuntos-etarras-sobre-venezuela-fueron-tomadas-bajo-tortura/

lunes, 11 de octubre de 2010

LA LUCHA CONTRA EL LATIFUNDIO Y LOS OLIGOPOLIOS DEL AGRO CONTINUA, SON LOS VERDADEROS CULPABLES DE LA ESPECULACIÓN Y ALTOS PRECIOS DE LOS PRODUCTOS.


¡Agropatria!

chavez.org.ve...11/10/2010


I

Toda esta semana ha estado marcada por el inicio del nuevo año escolar 2010-2011: por la continuidad y profundización de la Revolución educativa en marcha.

Decía nuestro Libertador que “el primer deber del Gobierno es dar educación al pueblo”. Y durante estos once años de Revolución Bolivariana la educación popular ha sido y es, como nunca antes en nuestra historia contemporánea, el primer deber en el ejercicio de Gobierno: el primer y obligante deber de cuyo riguroso cumplimiento depende la configuración de un nuevo modelo de sociedad y un nuevo modo de vida sin explotación, dominación o enajenación alguna. Este es el camino por el que andamos y nada ni nadie nos va a sacar de él.

Hemos rescatado la plena vigencia del Estado docente: una responsabilidad que es indelegable e intransferible. Partimos del principio de que todo modelo educativo está determinado histórica, cultural, política y socialmente: no hay modelo educativo neutro ni atemporal.

Dentro del proceso de transición al socialismo, nuestro modelo educativo tiene necesariamente que orientarse hacia la constitución de una nueva subjetividad: es el hombre nuevo y la mujer nueva, capaces de realizar plenamente todas las potencialidades de lo humano; que forman su alma, su mente y su corazón, diciéndolo bolivariana y robinsonianamente, “para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso”. Se trata entonces, verdaderamente, de un proyecto antropológico, tan radical como trascendente, que se ha ido convirtiendo en praxis emancipatoria, en energía liberadora.

Si de números se trata, hay una cifra que habla por sí sola: hoy tenemos en la educación formal a casi 10 millones de venezolanos y venezolanas, sin incluir a quienes se forman en las Misiones Sociales. Son exactamente 9,7 millones de compatriotas, distribuidos en todos los niveles, desde la educación inicial hasta la universitaria. Venezuela es, hoy por hoy, el aula más grande del mundo. Esta es una ruptura histórica total con el pasado: hace 11 años no pasábamos de los últimos lugares en la tasa de escolaridad a nivel mundial.

Un logro que me complace destacar es que Venezuela ocupa el quinto lugar mundial en tasa de escolaridad universitaria con 2,1 millones de estudiantes. Luego de 11 años de Revolución, sólo Cuba nos supera en nuestro continente.

Hace 11 años Venezuela contaba con 169 mil maestros: una cifra paupérrima que revela el estado de abandono de la educación pública y la marcha inexorable hacia su privatización. Hoy contamos con 584 mil educadores, pero nuestro objetivo es llegar al millón: un objetivo que alcanzaremos a través del Programa Nacional de Formación de Educadores.

Veamos otra cifra que marca la diferencia: cuando llegó la Revolución, el programa de alimentación escolar (PAE) beneficiaba sólo a 119 mil estudiantes, mientras que hoy beneficia a más de 4 millones de niños, niñas y jóvenes. ¡Más de 3.000%! Esto es sólo posible en Revolución.

Podría seguir dando cifras y enumerando logros, pero se me iría todo el espacio. Quiero insistir en la necesidad imperativa de que nuestra estrategia comunicacional e informativa se reimpulse al cuadrado, o al cubo, para proyectar y destacar todo lo que hemos hecho y estamos haciendo en materia educativa: tenemos que desatar toda nuestra creatividad para que estas cifras y estos logros sean para nuestro pueblo verdad común y compartida.

II

Quiero reseñar las cuatro inauguraciones de centros educativos a las que asistí esta semana: el lunes 4, con el arranque del año escolar, estuvimos inaugurando el Liceo Ecológico Bolivariano “Pedro Arenas Bolívar” en Araure, estado Portuguesa, y la Unidad Educativa Nacional Bolivariana “Héctor Rojas Meza” en Cabudare, estado Lara; el miércoles 6 de octubre asistimos a la apertura de la Aldea Universitaria “4 de Febrero” en Tinaquillo, estado Cojedes; y el viernes 8 de octubre –en el Día del Guerrillero Heroico y con el Che vivo y combatiente en la memoria– estuvimos inaugurando el Liceo Ecológico Bolivariano “Gral. Müller Rojas”, allá en el bonito Valle de Fuerte Tiuna. Son cuatro infraestructuras modélicas en su concepción y realización, con un profundo sentido socialista, humanista, revolucionario.

Se imponen algunos comentarios en relación con estas inauguraciones.

Quiero decir que me llevé un recuerdo imborrable de la Héctor Rojas Meza: ver la felicidad de tantos niños y niñas al recibir su computadora Canaima y saber que ahora cuentan en casa con una herramienta fundamental para su proceso educativo. El lunes comenzamos la entrega de las primeras 19 mil computadoras, distribuiremos de forma gratuita durante este año escolar 243 mil a niños de primer grado y 525 mil a niños de segundo grado, hasta llegar a la meta: todos los niños y niñas de primaria tendrán su “Canaima”. Estamos derrotando a la exclusión y garantizando el acceso a las nuevas tecnologías.

Por otra parte, Me parece de la mayor importancia el sistema de aprendizaje agroecológico que se incorpora al componente formativo en los liceos y escuelas ecológicas bolivarianas. Optar por la agroecología es optar por el porvenir de la humanidad y por la salvación del planeta; es deslindarse de la destructividad capitalista y reconectarse con los saberes y con el amor por la tierra de la agricultura indígena.

No puedo pasar por alto la necesidad que tenemos de acelerar la construcción de aldeas universitarias en todo el país: vamos a inaugurar 7 en lo que resta de año, y estamos rehabilitando 19, pero la cifra es modesta y me siento inconforme. El proceso de municipalización universitaria no puede estancarse ni mucho menos detenerse.

Un último comentario: qué estimulante y alentador ha sido encontrarme con los niños y las niñas y los jóvenes y las jóvenes de Venezuela durante esta semana. Ellos y ellas son el espacio y el tiempo de la Patria resucitada: de la Patria buena y bonita. Uno se hace estudiante de nuevo entre tanta muchachada y rememora cuánta herencia ha dejado en uno el paso por la escolaridad y se llena de esperanzas y casi palpa el porvenir. Uno se reafirma en la poderosa convicción de que nada es más importante ni más decisivo que la educación de nuestros niños y jóvenes: de todos nuestros hijos, de todas nuestras hijas.

III

Lo digo en voz alta y clara: nada está por encima de los sagrados intereses de la Patria. Recuerdo aquellas palabras que escribiera Martí en 1873: “La Patria es comunidad de intereses, unidad de tradiciones, unidad de fines, fusión dulcísima y consoladora de amores y esperanzas”. Y nosotros queremos y estamos decididos a hacer vivas esas palabras.
Hago esta reflexión necesaria, a propósito de la decisión que asumimos el domingo pasado de expropiar a la compañía trasnacional Agroisleña, ya que algunos sectores se empeñan en tergiversar la medida con espurias motivaciones políticas.

El pueblo está consciente de los enormes esfuerzos que venimos realizando no sólo para hacer justicia en la tenencia de la tierra, sino también para conquistar nuestra soberanía alimentaria. Por todo ello, teníamos que impedir a toda costa que el oligopolio Agroisleña siguiera extorsionando a nuestros campesinos con sus precios y con el elevado interés de sus créditos, amén de imponernos un paquete agrotóxico y ecocida trasnacional que deteriora nuestros suelos con productos de alta incidencia ambiental. Tenemos, entonces, que esta empresa ejemplificaba todas las perversiones del capitalismo.

En varias ocasiones se les advirtió de la necesidad de acoplarse a los planes implementados por el Gobierno nacional, sin que estos llamados fuesen atendidos. Procedimos a expropiar por razones de interés nacional.

La nacionalización de Agroisleña va a contribuir tanto en el abaratamiento de los alimentos, y con ello a la disminución de la inflación, como a la salvaguarda ecológica de nuestros suelos.

Tengamos presente lo que bien señala el destacado agroecólogo venezolano Miguel Ángel Núñez: Agroisleña tiene numerosos pasivos sociales, labores y ambientales. En realidad y en verdad al nacionalizarla estamos comenzando a saldar una deuda histórica con el campo venezolano.

Quiero desde aquí expresarles a todas y todos los trabajadores de Agroisleña, que este Gobierno se hace responsable, como se ha responsabilizado siempre, de su estabilidad laboral y de la garantía de todos sus beneficios contemplados en nuestras leyes: contamos con ustedes para que la empresa crezca y rinda sus mejores dividendos al servicio del pueblo trabajador.

Agroisleña es ahora propiedad popular, propiedad patria. Y ese es precisamente el nuevo nombre que le damos desde ahora: Agropatria.

Sepan los latifundistas que se acabó este oligopolio del que tanto se beneficiaron: ahora es cuando la Revolución agraria va a acelerarse.

Digámoslo con el General Zamora:
“Tierras y Hombres Libres”

Venceremos


Fuente: http://www.chavez.org.ve/chavez/lineas-chavez/agropatria/

domingo, 10 de octubre de 2010

TODAS LAS ELECCIONES EN VENEZUELA EN LOS ÚLTIMOS 6 AÑOS, SE HAN REALIZADO BAJO EL ASEDIO Y UNA AGRESIÓN PERMANENTE POR PARTE DE LA ULTRADERECHA.

Venezuela – Brasil: dos opciones, dos elecciones

Rebelión...10/10/2010


De la comparación de las recientes elecciones en Venezuela y Brasil surgen conclusiones relevantes. La más significativa: una victoria en todos los planos de la estrategia revolucionaria frente a la perspectiva reformista.


A la luz de las elecciones en Brasil es más fácilmente visible el resultado de la elección en Venezuela.

El balance que hicimos de estas últimas –en la edición impresa de América XXI, reproducido en el portal de la revista- pudo sonar demasiado optimista a buenos amigos en las filas de la Revolución Bolivariana. Habrá incluso quien haya llegado a la conclusión de que se trata de ausencia de criterio crítico, por adhesión desmedida a la gesta que llevan adelante el pueblo venezolano, el Partido Socialista Unido de Venezuela y el comandante Hugo Chávez.

Califiqué el resultado en Venezuela como rotunda, superlativa victoria, al vencer a la oposición proimperialista por 98 a 65 bancas en la Asamblea Nacional y 7 a 5 en el Parlatino. Esta afirmación continuará en debate.

En el artículo citado, prolongado ahora en estas líneas, señalaba muy a grandes trazos el cuadro objetivo en el que se dieron los comicios:

  • “recesión

  • la inflación superó el 30%;

  • una sequía sin precedentes, atribuida al fenómeno del Niño, secó el caudal del río que alimenta la principal represa, de la cual depende el 80% de la energía eléctrica del país;

  • como resultado hubo racionamiento eléctrico;

  • hubo también, y por la misma causa, racionamiento de agua;

  • el país vivió durante meses bajo la amenaza de un colapso eléctrico total;

  • en ese mismo período ocurrió una devaluación de alrededor del 100%;

  • problemas severos en el transporte subterráneo, como resultado del deterioro estructural del sistema de Metro, que requiere grandes inversiones;

  • atropellos policiales contra población civil en barrios, inequívocamente promovidos por los sectores afectados por la profunda reforma policial;

  • recrudecimiento de secuestros y actos delictivos, multiplicados por el accionar de unos 14 mil paramilitares colombianos infiltrados en territorio venezolano;

  • furibunda campaña de la iglesia católica, con el cardenal actuando como candidato y sacerdotes dando misa contra Chávez.

  • como colofón, en los días previos y el mismo 26, de la sequía se pasó a las lluvias intensas que provocaron deslaves, derrumbes en los barrios, muertos y evacuados”.

En semejante contexto, es impensable en cualquier otro país –incluyendo cualquiera del Norte imperialista- la victoria de un gobierno que lleva 12 años en el poder.

Aún así, hubo una oleada de decepción y desánimo en franjas de la militancia revolucionaria, porque el Psuv no obtuvo los 110 diputados necesarios para tener mayoría calificada con los dos tercios de la Asamblea. A su vez, mostrando un distanciamiento alarmante de la realidad y la lógica más elemental, la oposición se declaraba vencedora.

Aparecieron entonces condenas de elevado tono a lacras de diferente carácter que la transición arrastra como estigma del sistema capitalista y el régimen de la IV República, todavía columna vertebral del ordenamiento socioeconómico venezolano. Se levantaron voces contra la ineficiencia, la corrupción, el burocratismo y otras calamidades indiscutibles e inocultables que acompañan, como la sombra al cuerpo, a la Revolución Bolivariana.

En el exterior, algunos intelectuales se apresuraron a condenar esas lacras, llegando incluso a calificar feamente al Psuv. Una lectura cuidadosa de tales balances, apresurados y desproporcionados, revela un rechazo implícito –acaso inconsciente- a la idea de partido y, de paso, la persistencia de nociones postmodernas en la urdimbre ideológica de quienes adoptaron tales posturas.

Más que hace 20, 15 ó 10 años, cuando estaban en auge, hoy es ocioso discutir esas interpretaciones. En cambio, para quienes se dejaron llevar por la explicable frustración de no alcanzar la meta, y de sufrir en tres Estados (Zulia, Táchira y Anzoátegui) un verdadero descalabro –para usar la expresión de Chávez- ahora se presenta la oportunidad de observar aquellos resultados en comparación con los obtenidos por el Partido dos Trabalhadores el 3 de octubre en las presidenciales de Brasil.

Antes, cabe esbozar un escueto marco objetivo de las elecciones en ese país:

  • el PBI brasileño crece a tasas chinas desde hace un año y medio (para 2010 se estima en 11%);

  • la inflación anual está estimada en 3%;

  • no hubo nada parecido a racionamiento de agua o electricidad;

  • no hubo sabotaje opositor contra el aparato productivo;

  • no hubo un aumento artificial de la delincuencia;

  • la iglesia católica no militó contra la candidata oficialista;

  • el ensañamiento de la prensa comercial con las autoridades, con ser brutal, no tiene punto de comparación con el caso venezolano;

  • dado que no hay en Brasil intentos de cambiar la naturaleza del Estado, éste funciona con eficiencia, a diferencia de Venezuela.

Vale agregar que el PT tiene 30 años de existencia; y experiencia en media docena de campañas presidenciales. Además, Lula es un líder moderado, empeñado exitosamente en no alterar el ritmo cardíaco de las clases medias.

No obstante, Dilma Rousseff obtuvo el 46,77%, no pudo imponerse en primera vuelta y va al balotaje con nerviosismo, si bien todo indica que deberá ganar el 31 de octubre, cuando dirima la presidencia frente al candidato del Partido Socialdemócrata de Brasil, José Serra.

Para completar la información hay que recordar un punto fundamental: el PT fue a elecciones en alianza con el Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB, un partido burgués, declarado defensor del capitalismo, violentísimo enemigo del PT desde su nacimiento hasta que éste llegó al gobierno en 1992), y con el Partido Comunista de Brasil (PC doB).

¿Qué porción del total obtenido por Dilma Rousseff corresponde al PMDB? ¿Y cuánto al PCdoB)? ¿20; 15; 10%? En esas hipótesis, ventajosas para el PT, éste obtuvo entonces 25, 30 y como máximo 35%. Antes de llegar a una conclusión, además, deberá tomarse en cuenta también que la alianza PT-PMDB-PCdoB perdió San Pablo y Minas Gerais, los dos Estados de mayor importancia económica, política y estratégica de Brasil.

Algunas voces se apresuraron a afirmar que éste fue el mejor resultado de la izquierda. Es una afirmación extraña: si la alianza PT-PMDB puede ser calificada como “izquierda”, no hay razón alguna para no considerar que esa “izquierda” obtuvo un éxito mucho más resonante, puesto que debe sumarse el 35% obtenido por el PSDB. Al fin y al cabo, en varias elecciones previas a la conquista del gobierno, el PT fue a segunda vuelta en alianza con el PSDB, contra …el PMDB!!


Opciones y elecciones


Pedirle al electorado que se pronuncie a favor o en contra de la continuidad y aceleración en la transición del capitalismo al socialismo, como lo hizo el Psuv en Venezuela, es algo muy diferente a lo que hizo la alianza encabezada por el PT en Brasil, donde la palabra socialismo estuvo, más que ausente, desechada. Cada voto, cada punto porcentual, tiene significado y valor diferente en uno y otro caso. Son opciones contrapuestas: reforma o revolución.

Aparte esa certeza obvia, en términos crudamente numéricos, electoreros, la opción reformista del PT tuvo en Brasil el respaldo de un 35% del electorado en la hipótesis más benévola; 20% según cálculos aún no suficientemente fundados. El Psuv le sacó entonces entre 15 y 30 puntos de ventaja.

En Venezuela no estuvo en disputa la figura de Chávez, no era una elección nacional; el análisis de la conducta electoral de las masas no puede equiparar comicios legislativos distritales con una elección presidencial.

Así, el Psuv superó muy ampliamente el desempeño del PT. O, para decirlo de otra manera: la opción revolucionaria fue, electoralmente hablando, incomparablemente más efectiva que la opción reformista del PT.

Eso no es todo, ni tampoco lo más importante.

Si, como es probable -y ciertamente deseable- el 31 de octubre se confirma la victoria de Rousseff, ella y el PT tendrán que gobernar con los poderes Ejecutivo y Legislativo compartidos con un partido burgués inconmovible en la defensa del capitalismo.

¿Qué programa efectivo aplicará esa coalición gobernante, incluso en la hipótesis irrealizable de que la crisis del capitalismo mundial no descargue sus calamidades sobre Brasil?

Con la conducción de un partido obrero el país continuó la línea estratégica marcada por el PSDB durante la presidencia de Fernando Henrique Cardoso y aceleró su marcha en busca de un lugar preponderante entre los grandes del mundo capitalista. ¿Cómo dará continuidad a ese objetivo en el nuevo cuadro?

Sin entrar en el asunto, es posible prever que el PT afrontará la opción de chocar con las masas como partido socialdemócrata día a día más a derecha, o chocar con su propio gobierno, como partido socialdemócrata que pretenda mantener siquiera una defensa mínima de los intereses proletarios. Cualquier hipótesis augura turbulencias políticas, determinadas no por la intención de transformar positivamente la sociedad, sino precisamente por lo contrario: intentar sostener sus columnas actuales. La magnitud de esos conflictos dependerá de la aceleración de la crisis mundial y del ritmo de recuperación del movimiento obrero, el campesinado y el estudiantado brasileños. En cualquier caso, el PT pagará un precio muy alto.

Por su lado, el Psuv, la Dirección Nacional del partido, el gobierno de Chávez y los 98 diputados (más 7 del Parlatino), seguirán la línea destinada a acelerar la transición al socialismo. No es una hipótesis: fue ratificada con creces en los días posteriores a la elección, con una cascada de medidas, entre las cuales sobresalió la expropiación de la empresa Agroisla. El Psuv también sufrirá turbulencias políticas, porque esa dinámica supone el choque con los sectores que, en tanto expresión de la franja de las clases medias resuelta a no seguir el camino de la revolución, pasarán gradual o bruscamente a la oposición franca.

Esto lleva a otra comparación: en los últimos cuatro años, el bloque gobernante en Venezuela tuvo varios desprendimientos. Los últimos fueron los del partido Podemos y el PPT (Patria Para Todos). Aquel, completó su camino y se sumó a la MUD (Mesa de Unidad Democrática, o "de Ultra Derecha", como la llama Chávez). En consecuencia, fue claramente batido por el Psuv. El PPT, en cambio, intentó una tercera vía. Y obtuvo sólo dos diputados, circunscriptos al Estado donde todavía el gobernador pertenece a ese agrupamiento.

En Brasil, aparte la disgregación que diezmó las filas del PT, hubo dos formaciones que salieron del tronco originario para dar lugar a nuevos partidos, que se presentaron a elección: el Partido Socialismo y Libertad (Psol) y el Partido Verde (PV). El primero, con posiciones al extremo izquierdo del PT, obtuvo algo menos del 1%. El PV, en cambio, con Marina Silva (ex ministra de Lula) como candidata, rozó al 20%. Ahora se constituye en árbitro de la segunda vuelta y, presumiblemente, un eventual apoyo a Dilma significará una mayor heterogeneidad en el futuro gobierno.

Dicho de otro modo: mientras en Venezuela el resultado electoral consolida, homogeiniza y fortalece una propuesta de cambio profundo, en Brasil el saldo empuja en sentido contrario.

En Brasil, como en Venezuela, la corrupción ha sido y continúa siendo un gravísimo problema. En Brasil la línea de marcha votada en el último congreso del PT, plasmada en la fórmula presidencial exige un agravamiento de ese flagelo. En Venezuela, la afirmación de la línea estratégica requiere en cambio combatirlo y vencerlo.

Hay mucho por revisar y rectificar en Venezuela. Muchísimo, en algunas áreas. Pero no en su orientación estratégica. Ella no sólo es humanamente deseable y teóricamente consistente. Es, como queda a la vista, políticamente victoriosa. En Brasil, en cambio, la estrategia de basar toda mejora social en el impulso al capitalismo y su quimérica humanización, no sólo es teóricamente insustentable: es, como se ve, políticamente endeble. Y más aún, está condenada a fracasar.

Nada hace pensar que tanta ventaja hará dormir a la conducción del Psuv en sus laureles. La pérdida de votos, aunque no se haya tratado de una elección presidencial, es un llamado de atención imposible de desoír. Y la conquista de los votos que se perdió de ganar (otros dos millones) es hoy una exigencia más que nunca perentoria. El acoso permanente del imperialismo estará allí cada minuto para recordarlo.

Los desplazamientos de clases y sectores de clases continuarán fuera y dentro del Psuv, en línea con lo registrado en las elecciones. La lucha de clases se perfilará cada día con mayor nitidez y dará lugar a batallas de ideas y de estructuras de creciente crudeza.

En Brasil ocurrirá lo mismo, pero con una diferencia decisiva: el PT no tiene estrategia, ni perspectiva teórica, ni basamento político suficiente para llevar a buen término esa batalla crucial. La militancia de ese gran país tendrá que asumirlo y resolverlo, para hacer que Brasil vuelva a ocupar un lugar preponderante en la lucha latinoamericana por la revolución y el socialismo.