sábado, 11 de diciembre de 2010

Los rusos lo hicieron mejor… ¿Por qué perdieron?
EE.UU. está ahora en Afganistán más tiempo que los soviéticos.

CounterPunch...11/12/2010




Las fuerzas estadounidenses han estado más tiempo en Afganistán que el ejército soviético durante la desventurada intervención de Moscú. A finales del mes pasado, los militares de EE.UU. sobrepasaron los nueve años y 50 días que las tropas soviéticas estuvieron estacionadas en Afganistán entre 1979 y 1989. El evento provocó preguntas sobre similitudes entre las experiencias estadounidenses y soviéticas en Afganistán, pero los expertos en política exterior de EE.UU. rechazaron irritados la idea de que pudiera haber alguna comparación entre los dos casos.

Se podría esperar que la presencia de dos poderosos ejércitos extranjeros en el mismo país a doce años uno del otro, ambos combatiendo contra una insurgencia dirigida por fundamentalistas islámicos, produjera algunos puntos en común. Pero los miembros de la coalición dirigida por EE.UU., la ONU, y los medios occidentales, se han esforzado por diferenciar los dos episodios. Califican firmemente el primer período de “ocupación soviética”, mientras la presencia de 130.000 soldados estadounidenses y de la coalición para contener a los talibanes es una misión de “mantenimiento de la paz” o de “estabilización”. Por coincidencia, la Unión Soviética tuvo casi la misma cantidad de soldados en Afganistán a mediados de los años ochenta.

A primera vista la distinción entre las dos intervenciones parece razonable. La primera comenzó repentinamente el 27 de diciembre de 1979 cuando 80.000 soldados soviéticos cruzaron la frontera y soldados soviéticos y afganos irrumpieron en el palacio presidencial en Kabul para matar al presidente comunista Hafizullah Amin. La intervención estadounidense comenzó de manera menos visible el 7 de octubre de 2001 cuando ataques aéreos y Fuerzas Especiales de EE.UU. respaldaron a la opositora Alianza del Norte a fin de iniciar una campaña para expulsar del poder a los talibanes.

“Cuando llegaron los soviéticos todos querían combatir contra ellos”, admite el general Nur-al-Haq Ulumi, un poderoso dirigente bajo el régimen comunista, ex comandante militar para todo el sur de Afganistán. Agrega que, en total contraste, “cuando llegaron los estadounidenses en 2001, todos los apoyaron y nadie quería combatir contra ellos”.

La popularidad de los estadounidenses y de sus aliados extranjeros no ha durado. Los afganos cada vez los culpan más de la continua violencia y de patrocinar y proteger a un gobierno profundamente impopular. Mientras EE.UU., Gran Bretaña y casi 50 otros Estados inician su décimo año de acción militar en Afganistán, los dilemas que enfrentan se parecen a los problemas contra los cuales combatió ejército soviético hace un cuarto de siglo.

Tanto la Unión Soviética como EE.UU. mostraron su incapacidad de romper un impasse militar en el cual ocuparon las ciudades y pueblos, pero no pudieron aplastar una rebelión islámica y nacionalista en el campo donde todavía viven tres cuartos de los afganos. La geografía no ha cambiado. Hoy, como en los años ochenta, no se puede derrotar a los guerrilleros de forma concluyente mientras puedan moverse en ambas direcciones a través de la frontera de 2.500 kilómetros con Pakistán y gocen del apoyo (abierto en el caso de los soviéticos; oculto en el caso de los estadounidenses) del ejército paquistaní.

Tanto Moscú como Washington llevaron tropas, dinero, armas y consejeros para crear un Estado afgano que pudiera ser autosuficiente. Los soviéticos tuvieron más éxito que los estadounidenses, porque el régimen comunista sobrevivió tres años después de la partida de los últimos soldados soviéticos el 16 de febrero de 1989. Poca gente cree que el gobierno del presidente afgano Hamid Karzai pueda existir tanto tiempo una vez que sea abandonado por las fuerzas extranjeras.

Es importante no hacer una analogía demasiado estrecha entre las acciones e intenciones soviéticas y estadounidenses en dos eras diferentes. Las ambiciones militares soviéticas eran más limitadas que las de EE.UU. Su prioridad era conservar 25 ciudades, incluida Kabul y las principales carreteras que las vinculan. En gran parte abandonaron el campo a los muyahidines, como eran conocidos los combatientes de la resistencia, aunque sus ataques y bombardeos de aldeas hicieron que cuatro millones de afganos se fueran a Pakistán. Incluso los generales soviéticos más belicistas comprendieron que no podrían vencer sin cerrar la frontera paquistaní, una tarea gigantesca para la que nunca tuvieron suficientes soldados.

Los objetivos de EE.UU. en la guerra van mucho más lejos. El comandante estadounidense, el general David Petraeus, trata de infligir este año una derrota militar significativa a los talibanes en sus bastiones meridionales en las provincias Helmand y Kandahar. Se transmiten profusas insinuaciones a los gobiernos y medios extranjeros de que la situación está cambiando. Los refuerzos de 30.000 soldados estadounidenses, que aumentaron la cantidad de tropas estadounidenses a 100.000, están atacando áreas de base talibanes mientras Fuerzas Especiales de EE.UU. afirman que han tenido éxito al matar a comandantes talibanes de nivel medio.

Esos progresos tácticos tienen una cierta importancia, pero tal vez menos en el campo de batalla que como parte de un esfuerzo de propaganda de las fuerzas armadas de EE.UU. para persuadir a un público estadounidense dudoso, y a aliados extranjeros aún más escépticos, de que se puede ganar la guerra. Es posible que estos aparentes éxitos de contrainsurgencia no signifiquen gran cosa, dicen los observadores experimentados. El Grupo Internacional de Crisis basado en Bruselas los ridiculiza en un informe recientemente publicado diciendo que “contrariamente a la retórica estadounidense sobre un cambio del impulso [contra los talibanes], docenas de distritos están bajo el control de los talibanes”.

El enfoque de los extraños al juzgar a vencedores y perdedores en Afganistán se concentra demasiado en lo militar. Los talibanes han podido expandir tan rápidamente su influencia en el país desde 2006 no sólo por sus hazañas militares y ferocidad, sino porque golpean un vacío. Combaten contra un gobierno afgano al que los afganos consideran desacreditado e ilegítimo.

No fue siempre lo mismo. La gran mayoría de los afganos estuvo muy contenta cuando los talibanes cayeron hace nueve años. Creyeron que había terminado un período de pesadilla en su historia. Las primeras elecciones para presidente y parlamento fueron más o menos limpias, pero desde entonces cada votación ha sido más deshonesta que la anterior. La reelección el año pasado del presidente Hamid Karzai, que al principio gozó del aprecio y la confianza de la gente, fue claramente fraudulenta. La elección parlamentaria de este año, cuyos resultados acaban de anunciarse, fue aún peor. El próximo parlamento será menos representativo que su predecesor. “Me interesó ver que las mujeres en un distrito controlado por los talibanes votaron todas contra mí”, dijo con una sonrisa cínica un candidato derrotado.

Cuesta encontrar a alguien en Kabul estos días que diga algo bueno sobre Karzai o su gobierno. A los ojos de los afganos, EE.UU., Gran Bretaña y otras fuerzas extranjeras mantienen en el poder a una elite política compuesta de mafiosos y señores de la guerra. La coalición está perdiendo la legitimidad que podía pretender cuando apoyaba a un gobierno democráticamente elegido, lo que hace que cada vez parezca mas una fuerza de ocupación.

La fuerza militar de los talibanes es limitada y son menos que los muyahidines que combatieron al gobierno comunista respaldado por los soviéticos en los años ochenta. “Hay entre 12.000 y 20.000 combatientes a tiempo completo en la actualidad, mientras que en los años ochenta hubo 75.000 muyahidines en Afganistán y otros 25.000 en campos de entrenamiento en Pakistán”, dice Said Mohammad Gulabzoy, ministro del Interior entre 1980 y 1989.

“Los talibanes son débiles pero el gobierno es aún más débil”, dice Daud Sultanzoi, hasta hace poco miembro del parlamento por Ghazni. “La impopularidad del gobierno es el oxígeno que permite que los talibanes respiren”. Karzai no tiene un núcleo de partidarios, pero está en el centro de una red de grupos con intereses propios cuyas necesidades trata de equilibrar. La desilusión es casi total. El hecho de que ahora se oiga frecuentemente a afganos que dicen que el último presidente comunista, Mohammad Najibullah, torturado y ahorcado por los talibanes en 1996, fue el mejor de sus líderes recientes da una idea de la atroz administración de Afganistán desde la caída de los comunistas en 1992.

¿Hay lecciones que aprender y errores que puedan evitarse si se comparan las acciones soviéticas y estadounidenses en Afganistán? ¿Por qué se han ignorado hasta ahora?

Comparación de las intervenciones de la URSS y de EE.UU.

Casi cada aspecto de la vida afgana ha sido estudiado por expertos extranjeros en los últimos años, pero con una sorprendente excepción: “Es bastante asombroso”, dice el diplomático y experto en Afganistán alemán Martin Kipping, escribiendo a título personal en la prestigiosa Red de Análisis Afgano, “ver que hasta ahora no se ha hecho una comparación sistemática entre la actual intervención dirigida por EE.UU. y la anterior intervención extranjera orientada a fortalecer y transformar el Estado afgano: La intervención soviética entre 1979 y 1989.” Su propio estudio trata de subsanar ese error.

La experiencia soviética se ignoró porque se consideró ilegítima en comparación con la subsiguiente acción de EE.UU. apoyada por la ONU y la OTAN y por un gobierno afgano elegido por el pueblo.

Otra razón para hacer caso omiso de las lecciones de la era soviética en Afganistán fue la convicción de que el ejército soviético había sido derrotado por heroicos muyahidines armados por la CIA con misiles Stinger. Es el tema de varias películas y se ha convertido en una convicción fija de la derecha estadounidense.

Esa visión, en general, es mitología de la Guerra Fría. El ejército soviético se retiró de Afganistán en 1989 por un acuerdo diplomático y sin sufrir una derrota militar. No hubo un Dien Bien Phu. Las tropas soviéticas y afganas habían estabilizado la situación militar en el terreno en 1983-1984. Los misiles Stinger tuvieron poca influencia. El gobierno comunista del presidente Najibullah se mantuvo en el poder, para gran sorpresa de los servicios de inteligencia de EE.UU., durante tres años después de la partida del último soldado soviético. Sin embargo, el régimen todavía necesitaba dinero, armas y combustible de Moscú y el gobierno de Najibullah colapsó cuando dejó de recibirlos en 1992, después de la desintegración de la Unión Soviética.

En ningún momento pareció que el ejército soviético fuera perdiendo, pero tampoco estuvo a punto de eliminar la resistencia afgana. Perdió 13.310 soldados y aviadores durante nueve años con las mayores pérdidas en 1984, cuando murieron 2.343 según estadísticas posteriores a la guerra. Las bajas fueron pocas en comparación con cualquier otra guerra librada por el Ejército Rojo durante el Siglo XX.

El verdadero desastre para la Unión Soviética en Afganistán fue político y no militar. Al enviar a su ejército a combatir una revuelta popular se aisló internacionalmente y fue mostrado como un poder imperial depredador. Todo el oprobio que había sido descargado sobre EE.UU. por la Guerra de Vietnam en los años sesenta y setenta se dirigió contra la Unión Soviética en los años ochenta. A la busca de mejores relaciones con Occidente, el Kremlin quería devolver sus tropas a casa pero sin permitir que el gobierno comunista de Kabul fuera derrotado.

En gran parte tuvo éxito al lograrlo y este hecho ofrece algunas lecciones para EE.UU. La Unión Soviética tomó la decisión de invadir sin pensar en las consecuencias internacionales. Los comunistas tomaron el poder con un golpe militar en Kabul en 1978. Impusieron su régimen mediante una represión salvaje mientras sus dirigentes se dividían en facciones e iniciaban feudos asesinos. La invasión soviética convirtió una guerra de guerrillas esporádica en un levantamiento masivo, en el cual el gobierno perdió permanentemente el control del campo a favor de los muyahidines.

Ex dirigentes políticos y militares del gobierno comunista afgano hablan de importantes diferencias entre entonces y ahora. El general Ulumi, todopoderoso gobernante de las provincias meridionales, dice que los insurgentes contra el régimen comunista tenían el apoyo de todo el mundo, pero los talibanes sólo gozan del respaldo secreto de Pakistán.

Argumenta que, a diferencia del gobierno Karzai, los comunistas contaban con un núcleo sólido de apoyo en las ciudades y que había 200.000 miembros del Partido Comunista. “Dudo de que haya más de 40 personas leales a Karzai”, dice. “Ni siquiera tiene todo el apoyo de su propio gabinete. No hay un equipo unido en la dirección.” Los comunistas atrajeron a la población urbana suministrando puestos de trabajo, viviendas, subsidios para alimentos y bienes esenciales.

El general Ulumi dice que en el combate contra los muyahidines descubrió que la infiltración política era más efectiva que el ataque armado. Se firmaron acuerdos con comandantes insurgentes en los cuales prometieron no combatir o permitir que combatientes contra el gobierno pasaran por sus distritos. A cambio recibieron dinero y armas.

Dice que los Stinger “no tuvieron mucha influencia excepto para elevar temporalmente la moral de los muyahidines y para obligar a nuestros helicópteros a volar bajo. Teníamos muchos tanques y artillería.”

Los servicios de inteligencia de EE.UU. imaginaron que el régimen de Najibullah colapsaría en cuanto se retiraran las tropas soviéticas, pero no fue lo que sucedió. Los insurgentes lanzaron un ataque masivo contra Jalalabad en 1989, pero no lograron capturar la ciudad. Al llegar el año 1992, tres cuartos de los muyahidines habían firmado acuerdos de neutralidad con el gobierno.

La debilidad de los comunistas fue que habían estabilizado su régimen mediante dos “remedios rápidos”: el desarrollo de milicias (la milicia uzbeka del general Abdul-Rashid Dostum tenía 40.000 hombres) y los frágiles acuerdos de alto el fuego con comandantes muyahidines locales. El apoyo de ambos grupos sólo se pudo obtener mediante un continuo suministro de dinero y armas de Moscú. Cuando esto fracasó el general Dostum y otros comandantes cambiaron de lado y el régimen se derrumbó en abril de 1992.

El Kremlin siempre tuvo en los años ochenta peores cartas que EE.UU. veinte años después, pero después de la desastrosa decisión inicial de invadir los dirigentes soviéticos las utilizaron hábilmente. Depusieron al ineficiente presidente Babrak Karmal en 1986 y lo reemplazaron por el más efectivo Najibullah, ex jefe de inteligencia. Dos años después, según el Acuerdo de Ginebra, retiraron sus tropas sin renunciar a su encargado local.

La lección respectiva para EE.UU. podría ser que cometió un error crucial al no imponer el reemplazo de Karzai después, o incluso antes, de la elección extremadamente fraudulenta de 2009. Como muestra la serie de cables de la embajada de EE.UU. en Kabul filtrada por WikiLeaks durante la semana pasada, los diplomáticos estadounidenses piensan que el gobierno de Karzai está saturado de corrupción. Lo describen como una máquina de producir dinero para sus miembros quienes, a pesar de míseros salarios, compran mansiones multimillonarias en dólares en Dubai.

Al instalar a Najibullah como presidente en 1986, los soviéticos aseguraron que su régimen cliente tuviera una dirección capaz y determinada. Al no separarse del desacreditado Karzai un cuarto de siglo después, EE.UU. y sus aliados se metieron con un socio afgano ineficaz sin una base política.

¿Puede EE.UU. ganar la guerra sólo mediante la fuerza militar? Es la estrategia actual en el sur de Afganistán, aunque los talibanes hacen avances en el norte y el este. Se pregonan pequeños éxitos tácticos, pero son compensados por la creciente aversión de los afganos hacia su propio gobierno. Gulabzoy dice: “Puede que la gente no se una a los talibanes, pero no apoyará al gobierno”.

Lo que debería consternar a la coalición dirigida por EE.UU. es que no sólo los ex dirigentes comunistas expresan su aversión al gobierno, sino empresarios y profesionales de todo tipo en Kabul. “La gente está tan molesta que habrá una revolución” dijo un agente inmobiliario en la capital. Los “remedios rápidos” de EE.UU., como establecer sus propias milicias y enviar ayuda, no funcionan y podrían estar desestabilizando aún más la situación.

Algunos funcionarios estadounidenses se preguntan si no podrían aprender algo de los fracasos y éxitos soviéticos. Uno habla de cómo una delegación visitante de Asia Central, que incluía a un antiguo general soviético, visitó una base de EE.UU. en el este de Afganistán. Entusiastas oficiales estadounidenses explicaron las diferentes maneras que prueban para combatir a los insurgentes y ganar la lealtad de la gente. En un momento el general los interrumpió y dijo cansado: “Tratamos todo eso cuando estuvimos aquí y no funcionó entonces, de modo que porqué iba a funcionar ahora.”

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Patrick Cockburn es autor de Muqtada: Muqtada Al-Sadr, the Shia Revival, and the Struggle for Iraq

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens y revisado por Carty R.

Fuente: http://www.counterpunch.org/patrick12082010.html

Rousseff camina de puntillas en campo minado

Reuters América Latina...11/12/2010


Cualquiera que espere que Dilma Rousseff lidere un débil Gobierno manejado por el saliente presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, cuando se convierta en la primera mujer en presidir Brasil el próximo mes, debería volver a pensarlo.

Pese a no tener experiencia previa en cargos de representación popular, Rousseff ha manejado hábilmente una gran coalición a través del proceso de transición, impuso su propia marca en la economía y política exterior y comenzó a emerger de la sombra del enormemente popular Lula.

Su claro despliegue de liderazgo presidencial y señales de una sólida alianza en su bloque de 10 partidos podrían significar más estabilidad política en adelante para la ex activista de izquierda, contra los pronósticos de la mayoría de los expertos.

Para adelante, el gran desafío pendiente será cultivar apoyo genuino entre los brasileños, muchos de los cuales votaron por ella simplemente porque Lula la eligió para sucederlo.

"Aún necesitamos verla actuar al calor de la acción, pero los primeros indicios son positivos. La transición va más rápido de lo esperado", declaró Rafael Cortez, analista político de la consultora Tendencias en Sao Paulo.

Rousseff, quien asumirá el cargo el 1 de enero, ha nombrado miembros de gabinete experimentados hasta el momento, evitando las potencialmente dañinas disputas entre aliados que afectaron a Gobiernos anteriores.

Las peleas entre socios de coalición durante el primer mandato de cuatro años de Lula retrasaron la agenda legislativa y elevaron la incertidumbre sobre la dirección de la política económica.

El ambiente ponzoñoso fue el punto inicial de un escándalo de pagos por votos que llevó a Lula al borde de ser impugnado en el 2005.

Rousseff hereda un ambiente económico y político mucho más favorable, con una creciente economía del país que significa que administrar la abundancia -es decir, mantener a raya la inflación y el gasto- será su primera actividad primordial.

Todo bien con la coalicion

Rousseff ya indicó que tiene sus propias ideas sobre política económica al anunciar un retiro gradual de las medidas de estímulo fiscal y una reducción del gasto. El Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff retuvo los puestos económicos y políticos más influyentes, incluyendo el clave Ministerio de Finanzas. El partido de centro Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), su mayor aliado, obtuvo cinco carteras con grandes presupuestos, contando energía, seguridad social y agricultura.

El Gobierno nos dio los Ministerios que mejor encajaban para el PMDB", dijo el senador Garibaldi Alves.

Los consejos de Lula, experto en política, ayudaron a Rousseff, mientras que el PT maduró y se volvió más pragmático desde la primera vez que llegó al poder, ocho años atrás.

A diferencia de los primeros días de Lula, cuando sus partidarios de izquierda reprobaron las políticas favorables al mercado y las alianzas con conservadores, el PT ahora comparte el apoyo de Rousseff a la autonomía del Banco Central y la estricta disciplina fiscal.

Pero quizás el mayor activo de Rousseff para asegurar la cohesión del Gobierno y el apoyo del Congreso es que Michel Temer, jefe del PMDB, también es su vicepresidente.

Exigir negociar con Temer únicamente en vez de líderes partidistas rivales fue clave para que el partido, usualmente dividido, cerrara filas.

En el Senado, los 20 legisladores del PMDB conformarán la mayor parte de la mayoría de 61 escaños del Gobierno para el próximo año. En la Cámara de Diputados, la cámara baja del Congreso, el PMDB es la segunda mayor fuerza.

Ese apoyo será esencial para aprobar impopulares recortes de gastos y una reforma tributaria propuesta por Rousseff.

Los mercados financieros parecen concordar en que hay un paisaje benigno para el Gobierno de Rousseff, mostrando poca volatilidad tras los nombramientos de su gabinete.

Distanciandose de Lula

La presidenta electa también criticó el enfoque hacia Irán de Lula, quien buscó mediar sobre el programa nuclear de Teherán y causó molestia en Washington. Rousseff dijo que Brasil erró al abstenerse de una resolución de Naciones Unidas condenando la política iraní sobre muerte por lapidación.

Pero podría haber pruebas más difíciles a su liderazgo. Una economía que comenzó a desacelerarse y la probable oposición de sindicatos a las propuestas limitaciones de pensiones y salarios podría minar el apoyo que fue apuntalado por la popularidad de Lula.

A diferencia de Lula, quien reunió apoyo popular mediante su cercanía con la gente común, Rousseff carece de carisma y suele tener dificultad para conectarse con su audiencia.

Desde su elección, Rousseff apenas ha aparecido en público y anunció las elecciones de su gabinete mediante comunicados escritos.

"Su principal desafío es su personalidad. Ella puede saber hacer su trabajo pero ahora necesita aprender cómo venderlo", dijo Jose Luciano Dias, un consultor político de Brasilia.

(Editado en español por Gabriela Donoso)

Fuente original: http://lta.reuters.com/article/topNews/idLTASIE6B80Z120101209?sp=true

viernes, 10 de diciembre de 2010

Chávez "populista"

Rebelión...10/12/2010


No es casual que, a propósito de la emergencia ocasionada por las lluvias, la oposición vuelva a hablar de una supuesta "estrategia populista" de Chávez. El hombre, literalmente, no ha parado: ha retomado la calle con una energía que no se le veía en mucho tiempo. Su despliegue ha ido más allá de cualquier fórmula clásica de marketing político: no es un político cualquiera visitando una zona afectada, embarrándose hasta las rodillas, posando para las cámaras. Es un Chávez que toma un megáfono y dirige una asamblea popular cerro arriba; uno que ha vuelto a prescindir de toda mediación y entra en contacto directo con el pueblo; uno que promueve la interpelación popular, que escucha demandas, orienta, dialoga, que intenta poner en práctica el poder obediencial, que interpela directamente al aparato de Estado, abriendo las puertas de Miraflores y de los cuarteles para que sean utilizados como refugios; uno que ocupa territorios acompañado por el pueblo; uno que instiga de manera permanente el control popular sobre la gestión de gobierno, que llama al pueblo a organizarse y reclamar; uno que exige a los medios públicos que se abran a las críticas, que se hagan eco de las denuncias populares, que combatan la corrupción, el clientelismo y el tráfico de influencias.

No es un Chávez desconocido. Es más bien Chávez volviendo a ser Chávez. Frente a este Chávez "repolitizado", líder político antes que jefe de gobierno, la táctica discursiva que la oposición viene empleando desde 2007, concentrada en la crítica de la gestión gubernamental, va perdiendo eficacia. La apelación al recurso retórico de una supuesta "estrategia populista" del hombre, es un signo inequívoco de la actual deriva discursiva opositora. No han sido capaces de asimilar el momento. Reaccionan haciendo uso de su viejo arsenal retórico, defensivamente, aguantando el vendaval, sin iniciativa. La interpelación popular, que el mismo Chávez promueve, es motivo de risa burlesca para los medios antichavistas. "Se los digo de frente": son bufones que no han comprendido nada. Tal vez es risa nerviosa porque comienzan a comprender.

La táctica opositora de desgaste sólo es eficaz en la medida en que: 1) el chavismo oficial es refractario a la crítica popular de la gestión de gobierno; y 2) el discurso sobre el socialismo es percibido por la base social del chavismo como algo abstracto. De allí que la táctica opositora de desgaste consista en: 1) crítica de la gestión: algo falta, o el gobierno es ineficiente, lo hace siempre mal; y 2) denunciar que el discurso del socialismo no guarda ninguna relación con las necesidades más sentidas del pueblo. Es decir, algo falta (gestión) y algo sobra (ideología).

¿A qué obedece el discurso sobre la "estrategia populista" de Chávez, cuál es su lógica de funcionamiento? Para la oposición, ahora lo que "sobra" es gestión. El "populismo" es "exceso" de gestión. Según este discurso, el problema ahora es que Chávez está ofreciendo más de lo que su gobierno ineficiente puede resolver; está creando ilusiones y expectativas ilimitadas; está prometiendo más viviendas de las que puede construir, etc. Lo que "sobra" y preocupa es la gestión que comienza a repolitizarse.

Por supuesto, la oposición seguirá insistiendo en su táctica de desgaste, identificando puntos débiles de la gestión gubernamental. En cada caso, lo que habrá que hacer es asimilar la que quizá sea la principal lección política de la coyuntura creada por las lluvias, y actuar en consecuencia: la gestión de gobierno, en todas las áreas, debe estar acompañada siempre del pueblo/sujeto, no del pueblo/objeto de la asistencia del Estado paternalista. Pueblo/sujeto de esa "rebelión popular" de la que hablara Chávez el martes por la noche, desde Fuerte Tiuna. No nos corresponde la defensa acrítica del Estado burgués anquilosado, corrompido e ineficiente, sino echar las bases de una nueva institucionalidad democrática. Y eso sólo es posible con participación popular.

http://saberypoder.blogspot.com/
Wikileaks: Fuentes usadas contra Venezuela son financiadas por Washington

centrodealerta.org...10/12/2010

El gobierno de Estados Unidos financia medios de comunicación y periodistas alrededor del mundo para que promueven su agenda, al mismo tiempo que persigue y censura aquellos que critican sus políticas.


En una “coincidencia” llena de “ironías”, Washington fue escogido este martes como anfitrión del Día Mundial de la Libertad de Prensa de UNESCO en 2011, mientras que su gobierno aumentaba las prohibiciones contra los empleados públicos para acceder a los documentos publicados por Wikileaks, presionaba al New York Times para no publicar información que “perjudicaba” al gobierno y aplaudía la “detención” del fundador de la página, Julian Assange.

Durante la rueda de prensa del Departamento de Estado del martes 7 de diciembre, el vocero Philip Crowley anunció con “gusto” que Washington había sido seleccionado por UNESCO para ser sede del Día Mundial de la Libertad de Prensa, celebrado del próximo 1 al 3 de mayo en 2011. “Los Estados Unidos coloca a la tecnología y la innovación al frente de sus esfuerzos de la diplomacia y el desarrollo. Los nuevos medios han dado poder a los ciudadanos alrededor del mundo para informar sobre sus circunstancias, expresar sus opiniones sobre eventos mundiales e intercambiar información en ambientes a veces hostíles al ejercicio de la libertad de expresión. Al mismo tiempo, estamos preocupados sobre la determinación de algunos gobiernos para censorar o silenciar individuos y para restringir el flujo libre de la información”.

El cinicísmo de ésta declaración no se puede subestimar. Durante los últimos días, las presiones del Departamento de Estado contra la página Wikileaks han logrado congelar sus cuentas bancarias alrededor del mundo, cortar su servicio tecnológico en Estados Unidos, suspender cualquier transacción o donación a Wikileaks a través de las tarjetas de crédito de MasterCard y Visa, y hasta han alcanzado la detención del fundador de la página, Julian Assange.

El gobierno de Estados Unidos también emitió un decreto prohibiendo la lectura de los documentos a todos los empleados públicos y las fuerzas armadas estadounidenses. También, escuelas y universidades públicas están censorando el debate sobre lo que revelan los documentos publicados por Wikileaks, y universidades privadas cercanas al Departamento de Estado, como la Universidad Columbia, han prohibiendo cualquier debate o conversación sobre los documentos de Wikileaks dentro de sus instalaciones.

Congresistas y senadores estadounidenses han anunciado que Julian Assange debe ser enjuiciado por traición y espionaje, a pesar de no ser ciudadano estadounidense sujeto a la jurisdicción de Washington. Y este martes, el Fiscal General de Estados Unidos anunció que su gobierno esta buscando por todas las vías “legales” como enjuiciar a Assange y sus colaboradores por la “máxima pena posible”.

Pero, Estados Unidos no solamente censura a la prensa, los medios y el acceso a la libertad de información y pensamiento dentro de su territorio, también financia y dirige medios de comunicación, periodistas e individuos en distintos países del mundo que sirven como sus “fuentes” e “informantes” principales para promover su agenda política a nivel internacional.

¿INFORMACIÓN CONFIABLE?

Los documentos publicados por Wikileaks emitidos desde la Embajada de Estados Unidos en Caracas - todos criticando al gobierno del Presidente Hugo Chávez o presentando información “escandalosa” – citan como fuentes a medios privados como El Universal y el Nacional, conocidos por sus posturas contra el gobierno de Chávez, o a dirigentes de la oposición, como el fugitivo de la justica Manuel Rosales. También usan “fuentes” parcializadas como el empresario multimillonario Jaime Pérez Branger, miembros de partidos de la oposición, como Pedro Pablo Alcantara, Alfredo Coronil y Carlos Casanova de Acción Democrática, militares anti-chavistas y periodistas de los medios opositores.

En los mismos cables secretos de la Embajada en Caracas, los autores califican a sus “fuentes” como débiles, utilizando frases como “Reportajes anecdóticos sugieren…”, “Informes menos confiables revelan…” y “Reportajes sensibles no confirmados indican…”

No obstante, documentos oficiales de las agencias de Washington, como la Agencia Internacional del Desarrollo de Estados Unidos (USAID), la National Endowment for Democracy (NED) y del mismo Departamento de Estado revelan que Estados Unidos mismo financia a estos medios, partidos y grupos para promover sus intereses en Venezuela.

Un informe publicado por la NED este martes 7 de diciembre (US Government Funding for Media Development, 07/12/2010) destaca como el gobierno de Washington financia “el desarrollo de los medios” en Venezuela.

A través del Centro para la Asistencia Internacional a los Medios (CIMA), un proyecto de la NED y el Departamento de Estado para “fortalecer el apoyo, la visibilidad y la efectividad de los medios” en países de importancia estratégica para Washington, casi dos millones de dólares han sido canalizados este año a medios privados y periodistas en Venezuela para promover la “libertad de los medios y la información”.

En otros documentos desclasificados del Departamento de Estado, la USAID, la NED y la Fundación Panamericana para el Desarrollo (Fupad), una agencia de Washington, se evidenció el financiamiento multimillonario directamente a organizaciones mediáticas en Venezuela como Espacio Público, Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS), y medios como Globovisión, El Universal, El Nacional y RCTV, entre otros.

Luego, estos mismos medios y periodistas que reciben los fondos y lineamientos de Washington, son citados como las principales “fuentes” en los informes que envían desde la Embajada de Estados Unidos en Caracas, proponiendo acciones y políticas contra el gobierno venezolano.

Fuente: http://centrodealerta.org/noticias/wikileaks_fuentes_usadas_co.html

miércoles, 8 de diciembre de 2010


Ya está disponible el primer buscador para textos de WikiLeaks

Rdio Biobio...08/12/2010


Gracias a la iniciativa del Centro Europeo de Investigación, los cibernautas cuentan con el primer motor de búsquedas para WikiLeaks llamado ‘Cablesearch’, el cual permitirá el fácil acceso a los documentos hasta ahora publicados por la organización.

Esta herramienta, realizada con la finalidad de que periodistas y otros interesados obtengan con rapidez y de forma organizada los documentos, permite localizar palabras concretas en los 983 informes que están disponibles e incluso eliminar términos en la búsqueda de resultados.

Asimismo, da una oportunidad a los internautas de buscar en los titulares o en la totalidad de los textos.

Lo destacable, sin embargo, es que Cablesearch no está vinculado a WikiLeaks, de modo que las personas sí pueden realizar donaciones a través de PayPal o MasterCard; servicios que ya fueron vetados para la organización de Julian Assange por las propias compañías.

Pero eso no es todo, ya que de acuerdo a ABC el buscador también dispone de una sección de noticias, en donde se pueden encontrar las últimas informaciones de diversos medios de comunicación relacionadas con WikiLeaks.

¿Te gustaría buscar algunos textos en Cablesearch? Sólo debes visitar esta página web y escribir los términos de tu interés.

http://www.radiobiobio.cl/2010/12/07/ya-esta-disponible-el-primer-buscador-para-textos-de-wikileaks/
La verdad siempre vencerá

The Australian...08/12/2010




En 1958 un joven Rupert Murdoch, entonces propietario y editor de The News de Adelaide, escribió: “En la carrera entre el secreto y la verdad, parece inevitable que siempre venza la verdad”.

Es posible que su observación reflejase la revelación de su padre, Keith Murdoch, de que las tropas australianas estaban siendo sacrificadas innecesariamente por comandantes británicos incompetentes en las costas de Gallipoli. Los británicos trataron de silenciarlo pero Keith Murdoch no dejó que lo hicieran y sus esfuerzos llevaron al fin de la desastrosa campaña de Gallipoli.

Casi un siglo después, WikiLeaks también publica intrépidamente hechos que deben ser conocidos por el público.

Crecí en una localidad en el campo en Queensland donde la gente decía abiertamente lo que pensaba. No había confianza en el gran gobierno, se consideraba que podría corromperse si no se vigilaba cuidadosamente. Los oscuros días de la corrupción en el gobierno de Queensland antes de la investigación Fitzgerald demuestran lo que sucede cuando los políticos amordazan a los medios para que no digan la verdad.

No he olvidado esas cosas. Wikileaks se creó alrededor de esos valores centrales. La idea, concebida en Australia, fue utilizar tecnologías de Internet de nuevas maneras para informar de la verdad.

Wikileaks acuñó un nuevo tipo de periodismo: periodismo científico. Trabajamos con otros medios para llevar las noticias a la gente, y también para probar que son verídicas. El periodismo científico te permite que leas una noticia y que luego hagas clic en línea para ver el documento original en el que se basa. Así puedes juzgar tú mismo. ¿Es verdadera la historia? ¿Informaron exactamente los periodistas?

Las sociedades democráticas necesitan medios fuertes, y Wikileaks forma parte de esos medios. Los medios ayudan a mantener honesto al gobierno. Wikileaks ha revelado algunas verdades duras sobre las guerras de Iraq y Afganistán, y ha desvelado historias sobre la corrupción corporativa.

Hay gente que dice que me opongo a la guerra. Para que se sepa, no es así. Algunas veces las naciones tienen que ir a la guerra, y hay guerras justas. Pero no hay nada peor que un gobierno que miente a su pueblo sobre esas guerras y luego pide a esos mismos ciudadanos que pongan en juego sus vidas y sus impuestos por esas mentiras. Si una guerra está justificada digan la verdad y la gente decidirá si quiere apoyarla.

Si habéis leído alguno de los archivos sobre las guerras de Afganistán o Iraq, alguno de los cables de las embajadas estadounidenses o alguna de las historias sobre las cosas de las que ha informado Wikileaks, considerad cuán importante es que todos los medios puedan informar libremente sobre esas cosas.

Wikileaks no es el único que publica los cables de las embajadas de EE.UU. Otros medios noticiosos, que incluyen The Guardian de Gran Bretaña,The New York Times, El País en España y Der Spiegel en Alemania, han publicado los mismos cables.

Sin embargo es Wikileaks, como coordinador de esos otros grupos, el que ha sido objeto de los ataques y acusaciones más malignos del gobierno de EE.UU. y sus acólitos. He sido acusado de traición, aunque soy australiano y no ciudadano estadounidense. Ha habido docenas de llamados serios en EE.UU. para que yo sea “eliminado” por fuerzas especiales de ese país. Sarah Palin dice que deberían “cazarme como a Osama bin Laden”, hay una ley republicana ante el Senado de EE.UU. que trata de que me declaren “amenaza internacional” y me traten en consecuencia. Un asesor de la oficina del primer ministro canadiense ha hecho un llamamiento en la televisión nacional para que me asesinen. Un bloguero estadounidense pidió que secuestren y dañen a mi hijo de 20 años, que está aquí en Australia, sólo para hacerme daño.

Y los australianos deberían ver sin orgullo cómo Julia Gillard y su gobierno hacen el juego a esos sentimientos. Los poderes del gobierno australiano parecen estar totalmente a disposición de EE.UU. en cuanto a la cancelación de mi pasaporte australiano, o a que se espíe y acose a seguidores deWikileaks. El Fiscal General australiano hace todo lo posible por colaborar con una investigación estadounidense que se orienta claramente a incriminar a ciudadanos australianos y enviarlos a EE.UU.

La primera ministra Gillard y la secretaria de Estado Hillary Clinton no han expresado una sola palabra de crítica hacia otras organizaciones mediáticas. Es porque The Guardian, y Der Spiegel son antiguos y grandes, mientras Wikileaks todavía es joven y pequeño.

Somos los desamparados. El gobierno Gillard trata de matar al mensajero porque no quiere que se revele la verdad, incluida la información sobre sus propios tratos diplomáticos y políticos.

¿Ha habido alguna reacción del gobierno australiano a las numerosas amenazas públicas de violencia contra mi persona y otros miembros del personal de Wikileaks? Se podría haber pensado que una primera ministra australiana debería defender a sus ciudadanos contra cosas semejantes, pero sólo ha habido afirmaciones de ilegalidad sin ninguna confirmación. La primera ministra y especialmente el fiscal general deben cumplir sus deberes con dignidad y mantenerse por encima de la refriega. Pero podéis estar seguros, esos dos sólo quieren salvar su pellejo. No lo lograrán.

Cada vez que Wikileaks publica la verdad sobre abusos cometidos por agencias estadounidenses, los políticos australianos recitan un coro evidentemente falso con el Departamento de Estado: “¡Arriesgáis vidas! ¡Seguridad nacional! ¡Pondréis en peligro a los soldados!” Luego dicen que no hay nada de importancia en lo que publica Wikileaks. No pueden ser las dos cosas al mismo tiempo. ¿Cuál de ellas, entonces?

Ninguna de las dos. Wikileaks tiene una historia editorial de cuatro años. Durante ese tiempo hemos cambiado gobiernos enteros, pero no hay una sola persona, que se sepa, que haya sido dañada. Pero EE.UU., con la complicidad del gobierno australiano, ha matado a miles sólo en los últimos meses.

El secretario de defensa de EE.UU., Robert Gates, admitió en una carta al Congreso de EE.UU. que ninguna fuente o método confidencial de inteligencia ha sido comprometida por la revelación de las bitácoras de la guerra afgana. El Pentágono declaró que no hay evidencia alguna de que las revelaciones de Wikileaks hayan llevado a que alguien sea dañado en Afganistán. La OTAN en Kabul dijo a CNN que no pudo encontrar a una sola persona que necesitara protección. El Departamento de Defensa australiano dijo lo mismo. Ningún soldado o fuente australiana han resultado afectados por algo que hayamos publicado.

Pero nuestras publicaciones no han dejado de ser importantes. Los cables diplomáticos de EE.UU. revelan algunos hechos sorprendentes:

  • EE.UU. solicitó a sus diplomáticos que robaran material humano e información de funcionarios de la ONU y de grupos de derechos humanos, incluyendo ADN, huellas digitales, escaneo del iris, números de tarjetas de crédito, contraseñas de Internet y fotos de identificación, en violación de tratados internacionales. Presumiblemente, también podrían apuntar a diplomáticos australianos en la ONU.
  • El rey Abdullah de Arabia Saudí pidió a EE.UU. que ataque Iraq.
  • Responsables en Jordania y Bahrein quieren que el programa nuclear de Irán sea detenido por todos los medios disponibles.
  • La investigación británica sobre Iraq fue amañada para proteger “intereses estadounidenses”.
  • Suecia es un miembro encubierto de la OTAN y no se informa al Parlamento del el intercambio de inteligencia con EE.UU.
  • EE.UU. está actuando de manera agresiva para lograr que otros países acepten presos liberados de la Bahía de Guantánamo. Barack Obama estuvo de acuerdo con entrevistarse con el presidente esloveno sólo si Eslovenia aceptaba a un prisionero. Nuestro vecino en el Pacífico, Kiribati, recibió una oferta de millones de dólares para que acepte detenidos.
En su trascendental dictamen sobre el caso de los Papeles del Pentágono, la Corte Suprema de EE.UU. dijo que “sólo una prensa libre y sin limitaciones puede denunciar efectivamente el engaño del gobierno”. La tormenta actual respecto a Wikileaks refuerza la necesidad de defender el derecho de todos los medios a revelar la verdad.

Julian Assange es redactor jefe de WikiLeaks.

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens y revisado por Caty R.

Fuente: http://blogs.theaustralian.news.com.au/mediadiary/index.php/australianmedia/comments/julian1/

La verdad siempre vencerá

The Australian...08/12/2010




En 1958 un joven Rupert Murdoch, entonces propietario y editor de The News de Adelaide, escribió: “En la carrera entre el secreto y la verdad, parece inevitable que siempre venza la verdad”.

Es posible que su observación reflejase la revelación de su padre, Keith Murdoch, de que las tropas australianas estaban siendo sacrificadas innecesariamente por comandantes británicos incompetentes en las costas de Gallipoli. Los británicos trataron de silenciarlo pero Keith Murdoch no dejó que lo hicieran y sus esfuerzos llevaron al fin de la desastrosa campaña de Gallipoli.

Casi un siglo después, WikiLeaks también publica intrépidamente hechos que deben ser conocidos por el público.

Crecí en una localidad en el campo en Queensland donde la gente decía abiertamente lo que pensaba. No había confianza en el gran gobierno, se consideraba que podría corromperse si no se vigilaba cuidadosamente. Los oscuros días de la corrupción en el gobierno de Queensland antes de la investigación Fitzgerald demuestran lo que sucede cuando los políticos amordazan a los medios para que no digan la verdad.

No he olvidado esas cosas. Wikileaks se creó alrededor de esos valores centrales. La idea, concebida en Australia, fue utilizar tecnologías de Internet de nuevas maneras para informar de la verdad.

Wikileaks acuñó un nuevo tipo de periodismo: periodismo científico. Trabajamos con otros medios para llevar las noticias a la gente, y también para probar que son verídicas. El periodismo científico te permite que leas una noticia y que luego hagas clic en línea para ver el documento original en el que se basa. Así puedes juzgar tú mismo. ¿Es verdadera la historia? ¿Informaron exactamente los periodistas?

Las sociedades democráticas necesitan medios fuertes, y Wikileaks forma parte de esos medios. Los medios ayudan a mantener honesto al gobierno. Wikileaks ha revelado algunas verdades duras sobre las guerras de Iraq y Afganistán, y ha desvelado historias sobre la corrupción corporativa.

Hay gente que dice que me opongo a la guerra. Para que se sepa, no es así. Algunas veces las naciones tienen que ir a la guerra, y hay guerras justas. Pero no hay nada peor que un gobierno que miente a su pueblo sobre esas guerras y luego pide a esos mismos ciudadanos que pongan en juego sus vidas y sus impuestos por esas mentiras. Si una guerra está justificada digan la verdad y la gente decidirá si quiere apoyarla.

Si habéis leído alguno de los archivos sobre las guerras de Afganistán o Iraq, alguno de los cables de las embajadas estadounidenses o alguna de las historias sobre las cosas de las que ha informado Wikileaks, considerad cuán importante es que todos los medios puedan informar libremente sobre esas cosas.

Wikileaks no es el único que publica los cables de las embajadas de EE.UU. Otros medios noticiosos, que incluyen The Guardian de Gran Bretaña,The New York Times, El País en España y Der Spiegel en Alemania, han publicado los mismos cables.

Sin embargo es Wikileaks, como coordinador de esos otros grupos, el que ha sido objeto de los ataques y acusaciones más malignos del gobierno de EE.UU. y sus acólitos. He sido acusado de traición, aunque soy australiano y no ciudadano estadounidense. Ha habido docenas de llamados serios en EE.UU. para que yo sea “eliminado” por fuerzas especiales de ese país. Sarah Palin dice que deberían “cazarme como a Osama bin Laden”, hay una ley republicana ante el Senado de EE.UU. que trata de que me declaren “amenaza internacional” y me traten en consecuencia. Un asesor de la oficina del primer ministro canadiense ha hecho un llamamiento en la televisión nacional para que me asesinen. Un bloguero estadounidense pidió que secuestren y dañen a mi hijo de 20 años, que está aquí en Australia, sólo para hacerme daño.

Y los australianos deberían ver sin orgullo cómo Julia Gillard y su gobierno hacen el juego a esos sentimientos. Los poderes del gobierno australiano parecen estar totalmente a disposición de EE.UU. en cuanto a la cancelación de mi pasaporte australiano, o a que se espíe y acose a seguidores deWikileaks. El Fiscal General australiano hace todo lo posible por colaborar con una investigación estadounidense que se orienta claramente a incriminar a ciudadanos australianos y enviarlos a EE.UU.

La primera ministra Gillard y la secretaria de Estado Hillary Clinton no han expresado una sola palabra de crítica hacia otras organizaciones mediáticas. Es porque The Guardian, y Der Spiegel son antiguos y grandes, mientras Wikileaks todavía es joven y pequeño.

Somos los desamparados. El gobierno Gillard trata de matar al mensajero porque no quiere que se revele la verdad, incluida la información sobre sus propios tratos diplomáticos y políticos.

¿Ha habido alguna reacción del gobierno australiano a las numerosas amenazas públicas de violencia contra mi persona y otros miembros del personal de Wikileaks? Se podría haber pensado que una primera ministra australiana debería defender a sus ciudadanos contra cosas semejantes, pero sólo ha habido afirmaciones de ilegalidad sin ninguna confirmación. La primera ministra y especialmente el fiscal general deben cumplir sus deberes con dignidad y mantenerse por encima de la refriega. Pero podéis estar seguros, esos dos sólo quieren salvar su pellejo. No lo lograrán.

Cada vez que Wikileaks publica la verdad sobre abusos cometidos por agencias estadounidenses, los políticos australianos recitan un coro evidentemente falso con el Departamento de Estado: “¡Arriesgáis vidas! ¡Seguridad nacional! ¡Pondréis en peligro a los soldados!” Luego dicen que no hay nada de importancia en lo que publica Wikileaks. No pueden ser las dos cosas al mismo tiempo. ¿Cuál de ellas, entonces?

Ninguna de las dos. Wikileaks tiene una historia editorial de cuatro años. Durante ese tiempo hemos cambiado gobiernos enteros, pero no hay una sola persona, que se sepa, que haya sido dañada. Pero EE.UU., con la complicidad del gobierno australiano, ha matado a miles sólo en los últimos meses.

El secretario de defensa de EE.UU., Robert Gates, admitió en una carta al Congreso de EE.UU. que ninguna fuente o método confidencial de inteligencia ha sido comprometida por la revelación de las bitácoras de la guerra afgana. El Pentágono declaró que no hay evidencia alguna de que las revelaciones de Wikileaks hayan llevado a que alguien sea dañado en Afganistán. La OTAN en Kabul dijo a CNN que no pudo encontrar a una sola persona que necesitara protección. El Departamento de Defensa australiano dijo lo mismo. Ningún soldado o fuente australiana han resultado afectados por algo que hayamos publicado.

Pero nuestras publicaciones no han dejado de ser importantes. Los cables diplomáticos de EE.UU. revelan algunos hechos sorprendentes:

  • EE.UU. solicitó a sus diplomáticos que robaran material humano e información de funcionarios de la ONU y de grupos de derechos humanos, incluyendo ADN, huellas digitales, escaneo del iris, números de tarjetas de crédito, contraseñas de Internet y fotos de identificación, en violación de tratados internacionales. Presumiblemente, también podrían apuntar a diplomáticos australianos en la ONU.
  • El rey Abdullah de Arabia Saudí pidió a EE.UU. que ataque Iraq.
  • Responsables en Jordania y Bahrein quieren que el programa nuclear de Irán sea detenido por todos los medios disponibles.
  • La investigación británica sobre Iraq fue amañada para proteger “intereses estadounidenses”.
  • Suecia es un miembro encubierto de la OTAN y no se informa al Parlamento del el intercambio de inteligencia con EE.UU.
  • EE.UU. está actuando de manera agresiva para lograr que otros países acepten presos liberados de la Bahía de Guantánamo. Barack Obama estuvo de acuerdo con entrevistarse con el presidente esloveno sólo si Eslovenia aceptaba a un prisionero. Nuestro vecino en el Pacífico, Kiribati, recibió una oferta de millones de dólares para que acepte detenidos.
En su trascendental dictamen sobre el caso de los Papeles del Pentágono, la Corte Suprema de EE.UU. dijo que “sólo una prensa libre y sin limitaciones puede denunciar efectivamente el engaño del gobierno”. La tormenta actual respecto a Wikileaks refuerza la necesidad de defender el derecho de todos los medios a revelar la verdad.

Julian Assange es redactor jefe de WikiLeaks.

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens y revisado por Caty R.

Fuente: http://blogs.theaustralian.news.com.au/mediadiary/index.php/australianmedia/comments/julian1/

martes, 7 de diciembre de 2010

Comando Sur crea web para guerra de información en América Latina.

Cubadebate...07/12/2010


El Comando Sur de los Estados Unidos mantiene un portal en Internet para la guerra de información del Ejército norteamericano en América Latina, con factura similar a los que el Pentágono administra en otras regiones donde ha intervenido militarmente.

Dialogo, en la dirección http://www.dialogo-americas.com/, se publica en tres idiomas, inglés, español y portugués, con informaciones de actualidad y reportajes especiales dedicados a América Latina desde la perspectiva del Ejército de los Estados Unidos.

En la portada, una encuesta invita a los lectores de la región a definir “cuál es el mayor problema de tu país actualmente” y estos deben marcar una de las siguientes opciones: “Desempleo, Crimen/Seguridad pública, Problemas económicos, Problemas de salud, Terrorismo/Tráfico de drogas, y Problemas políticos/Corrupción”.

Encuesta en la portada de la web del Comando Sur para América Latina. Extraño diálogo el que propone este sitio, que presupone que todos los países del continente tienen al menos un problema de los que aparecen en la lista y que han servido de pretexto para las intervenciones militares del Ejército norteamericano en la región.

Encuesta en la portada de la web del Comando Sur para América Latina. Extraño diálogo el que propone este sitio, que presupone que todos los países del continente tienen al menos un problema de los que aparecen en la lista y que han servido de pretexto para las intervenciones militares del Ejército norteamericano en la región.

Diálogo es una revista militar profesional que publica trimestralmente el Comandante del Mando Sur de los Estados Unidos como foro internacional para el personal militar de América Latina”, afirma la nota de presentación del sitio web, y añade que “el Secretario de Defensa ha determinado que la publicación de esta revista es necesaria para llevar a cabo la actividad pública que exige la ley del Departamento de Defensa”.

No es excepcional este tipo de portal en Internet para acompañar las guerras de información y las Operaciones Psicológicas del Ejército de los Estados Unidos. Desde finales de la década del 90 el Departamento de Defensa interviene en ámbitos cuya competencia correspondía anteriormente a los ministerios “civiles” encargados de la propaganda.

De acuerdo con un análisis publicado el 30 de noviembre de 2005 por Los Ángeles Times, el Ejército ha activado en todo el mundo “centros de operaciones de prensa que funcionan durante las 24 horas del día”, situando por primera vez “la Internet y otros medios de información no tradicionales” bajo la competencia de expertos del Pentágono y de las agencias de inteligencia norteamericanas.

En Iraq, el Pentágono subcontrató al Lincoln Group, como redactores de artículos que presentaban en medios iraquíes la ocupación norteamericana desde un punto de vista favorable a EEUU., operación diseñada para enmascarar cualquier relación con el Ejército estadounidense.

Lincoln Group compró estaciones de radio y de periódicos, tradujeron los materiales y se hicieron pasar por periodistas independientes o ejecutivos de publicidad. Mientras esto ocurría, los funcionarios de EEUU., dentro y fuera de Iraq, promovían los “principios democráticos”, la “transparencia política” y la “libertad de prensa”.

Aunque la propia legislación norteamericana formalmente prohíbe que el Ejército lleve a cabo operaciones psicológicas o introduzca propaganda en los medios, militares citados por Los Angeles Times argumentaron que, con la Internet, los esfuerzos del Pentágono se están ejecutando bajo el supuesto de que la prensa alternativa internacional ejerce influencia negativa en los norteamericanos, y por tanto, forma parte de su ámbito de competencia.

“Ya no hay forma de separar los medios extranjeros de los domésticos. Esas líneas definidas ya no existen”, dijo a Los Angeles Times un contratista privado que se dedica en Iraq a operaciones de información para el Pentágono y que se negó a revelar su nombre.

El USA Today daba cuenta en marzo de 2007 de una de las estrategias favoritas de la ciberguerra, que ya estaba en práctica: ataques piratas contra los sitios en Internet que molestaban a la administración Bush, para lo cual el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea disponía de 40 millones de dólares.

Pero la joya de esta ofensiva se concentraba, desde entonces, en la fabricación de sitios web y de ciberdisidentes a la medida de la retórica libertaria de las tropas norteamericanas para justificar sus acciones bélicas.

Esa misma publicación daría cuenta unos meses después, en mayo de 2008, que el Pentágono “está creando una red mundial de sitios web noticiosos en lengua extranjera, incluido un sitio en árabe para los iraquíes, y contrata periodistas locales para escribir historias de acontecimientos de actualidad y otros contenidos que promuevan los intereses de EE.UU. y mensaje contra insurgentes”.

USA Today

USA Today

El USA Today añadía que “los sitios de noticias son parte de una iniciativa del Pentágono para ampliar las ‘operaciones de información’ en Internet”. Entre las web construidas por el Pentágono, afirmó la publicación, se encuentran el sitio iraquí www.mawtani.com, el portal para los Balcaneswww.setimes.com y www.magharebia.com, para la región magrebí, sostenidos por el Comando Europeo de los EEUU.

"Magharebia es un sitio web patrocinado por el Departamento de Defensa de los EE.UU. Está diseñado para informar a un público internacional, con un portal que posee una amplia gama de información sobre la región del Magreb". (USA Today)

Los denominadores comunes de estas publicaciones, según USA Today, son:

  • Ser escrito por periodistas locales contratados para elaborar historias que se ajusten a los objetivos del Pentágono.
  • Personal militar o sus contratistas revisan las historias para asegurarse de que sean compatibles con esos objetivos.
  • A los periodistas se les paga por lo que publican.

El diario ya anunciaba la preparación de web similares para Latinoamérica, en particular un portal que correría a cargo del Comando Sur cuyo nombre y características se mantenía entonces en el anonimato.

El misterio ya está revelado: se llama Diálogo y en su portada de este lunes destaca la amenaza de la ONU de irse de Haití “si no se respeta la decisión popular” registrada en las elecciones. Como se sabe, EEUU hizo lo imposible para que esas elecciones se realizaran en el país devastado, con 250 000 muertos en el terremoto del pasado 21 de enero que seguramente aparecerían en los registros de votantes, si es que estos sobrevivieron tras el sismo. Es decir, crearon el problema y ahora este Diálogo -que en realidad pinta como un monólogo-, viene a mostrarnos por dónde andan los tiros.

comando_surComando Sur

Es el Comando Unificado de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que operan en América Latina y el Caribe y uno de los nueve comandos que están directamente vinculados a la máxima dirección del Departamento de Defensa de EEUU.

Opera en un radio de acción de 32 países, 19 de ellos en Centro y Sudamérica y el resto en el Caribe. Desde 1997 su cuartel general se halla en el Estado de la Florida.

Antes, desde 1947, estuvo basado en Panamá. Su propio historia reconoce que como un antecedente “glorioso” el desembarco de marines yanquis en ese país a principios del siglo XX. El Comando Sur, conocido también por su nominación inglesa USSOUTHCOM, se ha convertido en un símbolo del injerencismo norteamericano en la región y ha sido aliado de las fuerzas militares y paramilitares que tan nefasto registro de muertes, torturas y desapariciones han dejado en los pueblos latinoamericanos y caribeños a lo largo de más de un siglo.

En los últimos años, el USSOUTHCOM ha estado armando, entrenando y adoctrinando a los ejércitos nacionales para servir a los intereses de EE.UU bajo su liderazgo. La finalidad es evitar la utilización de tropas norteamericanas y de esta forma reducir la oposición política en los Estados Unidos.

El modelo consiste en que Washington dirige y entrena a los ejércitos latinoamericanos mediante “programas conjuntos” extensivos e intensivos, y subcontrata compañías privadas de mercenarios que proporcionan militares especializados, todos ellos oficiales “retirados” del ejército norteamericano. (Tomado de la Enciclopedia contra el Terrorismo)

lunes, 6 de diciembre de 2010

Imagen Chávez
Visibilidad de signos transparentes

Aporrea...06/12/2010


Chávez es un signo transparente. Es imposible no ver a través de él el movimiento revolucionario de un pueblo que, desde abajo, camina a la toma definitiva del poder. Chávez no es un traductor ni un intermediario mediático, es una voz más del espíritu de un pueblo en ascenso que, por cierto, va ganando muchas voces en todas partes. Chávez no es un estorbo a la mirada que desea escudriñar la realidad de Venezuela, es, más bien, una especie de “lupa” o un estetoscopio, para auscultar las profundidades de una revolución con rumbo al socialismo. Signo transparente con significados bien claritos. “Ya lo he dicho. Estoy convencido que el camino para construir un mundo nuevo y mejor no está en el capitalismo. El capitalismo nos lleva directo al infierno". H.Ch.

Chávez cumple tareas de microscopio. Su visibilidad, que no es poca, sirve para hacerse transparente, él lo sabe bien seguramente. Consigue que su presencia lo ausente para dejar el espacio libre y sean vistas, a través suyo, las luchas, los avances, las contradicciones y atrasos que conviven en la dialéctica de una revolución cuya salud, por cierto, también es responsabilidad mundial. Es una especie de telescopio. Uno podría sospechar que cuando el presidente Hugo Chávez aparece en la televisión, en los discursos, en los periódicos, en las radios… tanto tiempo, tantas veces, genera saturación y acaso rechazo. Como les pasa a muchos “funcionarios” del mundo entero. Pero Chávez consigue, su presencia concreta e inconfundible, dejar ver el mandato que lo insufla, para organizar, para dejar ver ese contenido, esa carga de significados, en su interior, hecho con la lucha de muchos… dejar ver esas entrañas simbólicas plenas de acción y fe colectiva. ¿Será por eso que se le ve más robusto?

Alguien cuya fisonomía no necesariamente obedece a los cánones estéticos occidentales de la farándula común, que no basa su “presencia” en prodigar halagos o en decir sólo cosas dulces, simpáticas o “políticamente correctas”… alguien que no se esmera en hacerse el simpático, que empuja, presiona, demanda y exige a los funcionarios, a los líderes y a los movimientos sociales, a toda hora en todo foro… ¿cómo logra convocar y mantener la atención de tantas personas, en tantos lugares y tantas horas?. ¿Cómo logra mantener en sincronía ese fenómeno de comunicación que es escuchar lo que uno estaría dispuesto a decir, poner en una voz tantas voces, escuchar, pues, lo que uno piensa, escuchar lo que se desea y hace en la práctica revolucionaria… escuchar uno escuchándose uno en la voz de un referente que no es complaciente y que punza, acicatea y cuestiona? Escuchar, incluso, los debates que menos se escuchan. ¿Es un genio de los mass media, Gebels caribeño que se instala como ídolo telenovelero, rockero…? ¿Es obra maestra de alguna industria de masas, acaso un hito de las agencias de mercadotecnia y alienación publicitaria? Si fuese así sería fácil callarlo, desfondar su carga simbólica, cercenar esa fuerza semiótica que le viene de la revolución… de los de abajo. Que nos es individual… que no es suya.

Esa revolución venezolana que camina hacia el socialismo, y nos compete a todos, no admite caudillos [1] de vidriera porque sería frágil; porque no sería de todos… porque sería una mentira. No admite ser reducida al “talk show” delirante de un líder que, apasionado por sí mismo, viviera frente a las cámaras como en un “Big Brother” de saliva farandulera. Una Revolución como la venezolana que camina hacia el socialismo, no sin mil contradicciones y peligros, no admite la payasada publicitaria de caudillo alguno. Esa revolución ya dio pruebas contundentes de cuánto aborrece las aventuras circenses de algunos “Mesías” por más medios de comunicación que dominen. Por eso Chávez regresó a Miraflores.



Hugo Chávez es un signo transparente cuya tarea comunicacional es contribuir a perfeccionar la visión del socialismo en el futuro de Venezuela. Así se lo manda la revolución misma. Su rol en los medios es contribuir a la construcción de un gran relato revolucionario. No es su dueño, no es su blasón, no es su “marca registrada”. Es su pasión y su militancia, su fuerza y su mandato. Y está obligado a defenderlo obedeciéndolo. Chávez desde luego significa mucho. Carga muchos significados propios de este periodo histórico de la revolución… ha luchado mucho para eso desde hace muchos años, pero, especialmente, su trabajo como referente visual, acústico, es poner perspectiva a una lucha que necesita ganar fuerzas mundiales que acompañen a la Revolución al mismo tiempo que aprenden de ella. Ese es y ha sido el papel de Chávez en los medios. Nada mal por cierto.

Esa tarea semiótica de Hugo Chávez se cumple extraordinariamente, en un escenario revolucionario donde no hay “público” sino interlocutores. Eso han de saberlo, y asimilarlo muy bien, todos los medios de comunicación, es decir los trabajadores de los medios, que en Venezuela o fuera quieren acompañar, hermanarse, caminar al ritmo de un pueblo que va tan rápido como puede sobre las transformaciones más hondas. No hay “receptores” en su sentido quietista porque hay a cambio dialéctico y revolucionario… precisamente de ese que, todavía, no conocen muchas sociedades y que cuesta trabajo entender en nuestro estado actual de atraso y alienación mundial. Cuando cambia el contenido del discurso, las formas tienden a removerse hacia lenguajes nuevos. Si Chávez es visto y escuchado, muchas horas en muchos lugares bajo mil pretextos, es porque su voz no es otra que la de un pueblo indicando los pasos de su Revolución. Si no fuese así habría zaping político.

Esa multipresencia de Hugo Chávez en las imágenes y los imaginarios venezolanos no es obra de una vanidad desorbitada. Es una tarea histórica que no puede ser estudiada con los parámetros de los enemigos, “escuálidos”, o de cualquier género, dedicados a la vulgarización contrarrevolucionaria. Es acción directa con medios de comunicación que no puede ser estudiada por esos métodos desvencijados de los claustros académicos de burócratas clientelistas. Es acción directa de una pedagogía revolucionaria que no se detendrá por más estatutos de elite que quieran imponerle ciertos intelectuales, desde sus torres de marfil, que se lustran con baba enciclopédica y erudita. Chávez no habla a las masas desde un púlpito abstracto para decirles cómo han de vivir su revolución, no lee su manual del usuario feliz para dictar las fórmulas de la ecuación rebelde que los hará superiores, revolucionarios “por etapas” en “un sólo país idílico”… que les dará una Revolución perfecta…es decir acabada. Sería una tristeza galáctica. Muy pronto, quizá, el presidente Chávez será relevado dialécticamente, en sus tareas de vocero de la Revolución, por campesinos y obreros de todos los frentes que hoy son su soporte crucial y futuro único.

Hay contrastes horrorosos cuando se ve el paisaje mundial donde muchos “políticos” electoreros andan haciendo colectas, entre mafias diversas, para financiarse campañas de Imagen, ingenierías de imagen, confiados en fortalecer su “presencia” pública a la hora de manotear votos que les garanticen un sueldito como administradores de violencia, vigilantes de la propiedad privada. Es un contraste descomunal ver a esos burócratas mercenarios pedir limosnas para aparecer unos segundos… minutos, ante un público que no pocas veces los desconoce, ignora o detesta. Circo desfachatado donde andan comprando “ideas geniales” de mercenarios publicitarios, para maquillar mediocridades con malabarismos mediáticos. Burócratas especializados en engordar las cuentas de los monopolios mediáticos [2] para soldar alianzas de control y alienación. Y para colmo se nos obliga a verlos por todas partes. La mirada queda secuestrada.

Chávez, en cambio, se hace visible porque ahí lo pone el aliento de un pueblo que manda desde sus entrañas, históricas y dolidas, terminar con toda la miseria y barbarie que la ha carcomido sistemáticamente. Chávez hace visible un rostro, una voz, un modo de decir, un color de piel que fueron in visibilizados, que fueron vergüenza estética, y estigma de clase, en una sociedad avergonzada de tener tanto “negro”, mulato, pobre…pero orgullosa de sus ingenierías para la esclavitud y la explotación. Chávez tiene, también, el mandato cultural de movilizar un ejército revolucionario de la semántica, un ejército reservista de comunicación creadora con semiosis revolucionaria permanentemente y solidaridad mundial capaz de hacer visible todo triunfo (y toda derrota) que desde abajo se producen por estar, precisamente, en marcha revolucionaria. Ningún estudiante, profe, investigador ni artista debería desconocer el espacio que la revolución venezolana ha abierto para la praxis revolucionaria de una nueva fuerza expresiva desalienada y desalienante. El pueblo venezolano ha abierto esta coyuntura histórica a fuerza de luchas añejas. Y la parte que el presidente Chávez cumple es apenas una de entre miles a las que estamos llamados todos. Cada cual desde sus posibilidades y trincheras. Por eso uno no apaga le tele cuando avisan que habrá un discurso del presidente Chávez.

Esa lucha semántica, que requiere la participación mundial de todos los trabajadores de los medios y con los medios, es una lucha transformadora de los significados…que ha de guiarse por los pasos mismos que da el pueblo venezolano en su ascenso hacia el socialismo. Nade puede hacerse indiferente a esa lucha crucial y es además lucha urgente. Hay que hacerle saber al pueblo venezolano que su revolución es también esperanza de muchos en todo el mundo. Hay que mandar correos, escribir artículos, hacer películas, canciones, poemas… plagar con signos de revolución los tiempos que corren. Hay que hacerle saber al pueblo venezolano que nos importa e involucra todo triunfo de su lucha, hay que hacerle saber que la próxima vez que voten, para ratificar la ruta de su revolución, en su dedo estará también la esperanza y la solidaridad de un mundo que en mucho depende hoy de los triunfos revolucionarios en Venezuela. De su camino hacia el socialismo. Esto significa mucho, Chávez en un signo de eso. Signo ascendente.

Londres, 10 de noviembre de 1877

...No me enojo» (según dice Heine) y Engels tampoco. No damos un penique por la popularidad. Como prueba de ello, citaré, por ejemplo, el siguiente hecho: por repugnancia a todo culto a la personalidad yo, durante la existencia de la Internacional, nunca permitía que llegasen a la publicidad los numerosos mensajes con el reconocimiento de mis méritos, con que me molestaban desde distintos países; incluso nunca les respondía, si prescindimos de las amonestaciones que les hacía. La primera afiliación, mía y de Engels, a la sociedad secreta de los comunistas se realizó sólo bajo la condición de que se eliminaría de los Estatutos todo lo que contribuía a la postración supersticiosa ante la autoridad (Lassalle procedía más tarde de modo exactamente contrario)...

Se publica de acuerdo con el manuscrito. Traducido del alemán. http://www.marxists.org/espanol/m-e/cartas/m101177.htm

[1] “Veamos: a todas luces la figura del caudillo es incompatible con el ideal de una sociedad formada por hombres libres. El concepto de caudillo y caudillismo en la mayoría de autores presenta notables coincidencias en aspectos como: lo negativo de su presencia en los diversos escenarios donde se manifiesta, como un elemento pernicioso cuya presencia entorpece el proceso de maduración ciudadana. Maduración, que debe llevar al pueblo a cambios que le hagan protagonista de primer orden, haciéndose responsable de sus conquistas mediante una participación activa en los asuntos que le conciernen, propios de una sociedad democrática que toma en sus manos la solución de sus problemas. En ese sentido, caudillismo y participación popular son excluyentes.” La compaña de medios, políticos, periodistas y psiquiatras al servicio de los EE.UU. Chávez ¿Caudillo, megalómano o lider ? Martín Guédez http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/196856/index.php

[2] “Agencias dominadas por oligopolios: CNN por Time Warner; ABC por Disney/Cap Cities; NBC por General Electric y CBS por Westinghouse. Sólo uno tiene vínculos latinoamericanos: el Cisneros Group, que controla Galaxy Latin America, introductora de DirecTV, y Caribbean Communications Networks, que maneja televisión, radio y prensa. El Cisneros Group está asociado con la GM Hughes Electronics Corp de Estados Unidos, con la brasileña TV Abril y la mexicana Multivisión. Asimismo domina Univisión, cadena que acapara las tres cuartas partes de la audiencia hispana en Estados Unidos; Imagen Satelital, el proveedor de Televisión por cable más importante de Argentina, la venezolana Venevisión, Venevisión International Film Group y Chilevisión.” Luis Brito García: http://www.vive.gob.ve/inf_art.php?id_not=24&id_s=3&p=2

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Fuente: http://aporrea.org/actualidad/a113432.html