sábado, 24 de diciembre de 2011


            
El drone que cayó del cielo


Tom Dispatch...24/12/2011

Lo que nos dice un avión robot averiado sobre el imperio estadounidense en 2012 y el futuro.

Introducción del editor de Tom Dispatch 
Son las 10 de la noche. ¿Sabéis dónde está nuestro drone?
¡Oh! ¡Qué confusión! Los militares estadounidenses insisten ahora en que estaban profundamente confundidos cuando afirmaron que un súper-secreto drone avanzado RQ-170 Sentinel (conocido como “la bestia de Kandahar”) que cayó en manos iraníes el 4 de diciembre – evidentemente mientras buscaba presuntas instalaciones nucleares– se perdió mientras patrullaba la frontera afgana. Los militares, dijo un portavoz, “no entendieron bien lo que estaba ocurriendo porque se trataba de una misión de la CIA”.
Sea lo que se sea, la historia del drone perdido llegó a los titulares de una manera que permitió a todos sus 15 minutos warholianos de fama. Dick Cheney apareció para insistir en que el presidente Obama debiera haber enviado aviones de la Fuerza Aérea a Irán para hacer volar en pedazos el Sentinel aterrizado. (¿Qué importa que se provoquen hostilidades o aumentos astronómicos en los precios del petróleo?) El presidente Obama solicitó formalmente la devolución del avión, pero de alguna manera no parecía muy esperanzado de que los iraníes lo harían. (Como precedente recuerde a Gary Powers y el derribo de su avión espía U-2 sobre Rusia en 1960.) El secretario de Defensa Leon Panetta dijo que nunca detendríamos nuestra vigilancia de Irán con drones basados en Afganistán. El presidente afgano Hamid Karzai pidió que su país fuera mantenido fuera de cualesquiera “relaciones adversas entre Irán y EE.UU.”
(¡Ninguna probabilidad!) Los iraníes, que exhibieron el avión, insistieron orgullosamente que lo habían “hackeado”, “engañado” sus controles de navegación, y lo habían hecho descender en un aterrizaje relativamente suave.
Considerando todo, fue un pequeño circo robótico. Uno verdadero, de tres pistas. Mientras tanto los drones tampoco lo estaban pasando bien en otros sitios, aunque nadie les prestaba mucha atención. La historia, media oculta, de drones de la semana, no estaba del lado iraní de la frontera afgana, sino del lado paquistaní. Allí, en las zonas tribales fronterizas de ese país, la CIA ha estado realizando durante años una creciente campaña aérea de drones, cientos de ataques, a menudo varios por semana, contra presuntos militantes de al Qaida y talibanes. Sin embargo, después de un “incidente” en el cual ataques aéreos estadounidenses mataron 24 soldados paquistaníes en dos puestos fronterizos, los paquistaníes cerraron la frontera a suministros estadounidenses para la guerra afgana (aumentando significativamente el coste de ese conflicto), expulsaron a EE.UU. de la base aérea Shamsi, la principal instalación de drones de la CIA en el país, y amenazaron con derribar todo drone estadounidense sobre su territorio. Al hacerlo, parecen haber obligado al gobierno de Obama a terminar su campaña aérea encubierta de drones. Hasta el momento, no ha habido ataques de drones desde hace casi un mes.
Cuando todavía era director de la CIA, Leon Panetta calificó la campaña de drones de la Agencia de “único juego en la ciudad”. Ahora está “en espera” (“Hay preocupación de que otro ataque [por los drones] llevará las relaciones estadounidenses-paquistaníes a superar el punto de no retorno”, dijo un funcionario a The Long War Journal. “No sabemos hasta donde podemos empujarlos [a los paquistaníes], cuánto más están dispuestos a tolerar”.) Después de esos cientos de ataques y numerosas víctimas civiles, que han ayudado a volver contra EE.UU. la opinión pública paquistaní –según un sondeo reciente, un impresionante 97% de los paquistaníes se oponen a los ataques– es un cambio sorprendente, pero temporario y poco notado.
En otras palabras, hemos llegado muy lejos, desde el momento en 2001 cuando el secretario adjunto de Estado, Richard Armitage, supuestamente irrumpió en la oficina del director de inteligencia de Pakistán y le dijo que se aliara a Washington en la lucha contra al Qaida o arriesgara ser bombardeado “de vuelta a la Edad de Piedra”. Mientras EE.UU. se va de Iraq con el rabo entre las piernas, el revés en Pakistán (como en Irán) debe ser considerado como una medida de cuán poco la masiva ventaja de alta tecnología militar, drones y otros, de Washington, ha podido alterar la cambiante ecuación del poder en el planeta.
En el más reciente artículo de su nueva serie sobre la cara cambiante del imperio, el editor asociado de TomDispatch, Nick Turse, explora por qué, a pesar de las afirmaciones de sus propugnadores, la última arma maravilla de EE.UU. nunca representará un cambio radical en el juego. Tom

El drone que cayó del cielo
Lo que un avión robot averiado nos dice sobre el imperio estadounidense en 2012 y el futuro
Nick Turse 
El drone había estado en el aire durante unas cinco horas antes que el control de la misión notara que algo andaba mal. La temperatura del aceite en el turbocompresor del avión, notaron, había llegado al nivel “preventivo”. Una hora después, iba peor, y seguía subiendo con el paso de los minutos. Mientras el personal revisaba desesperado su lista de control de “sobrecalentamiento del motor”, tratando de descubrir el problema, la temperatura del aceite del motor también comenzó a subir rápidamente.
A esta altura, tenía ante sí una emergencia en vuelo hecha y derecha. “Todavía tenemos control del motor, pero la falla del motor es inminente”, anunció el piloto por la radio. Casi dos horas después de las primeras señales de problemas, el motor se detuvo. Volando a 217 metros por minuto, el drone rompió una cerca antes de desplomarse.
País de los drones perdidos 
Estos días parecería que los cielos estuvieran repletos de drones en caída. La más publicitada llegó a los titulares cuando Irán anunció que sus militares habían tomado posesión de una avanzada nave espía a control remoto, supuestamente un RQ-170 Sentinel.
Abundan las preguntas sobre cómo los iraníes llegaron a poseer uno de los equipos más sofisticados de los militares de EE.UU. Irán afirmó primero que sus fuerzas habían derribado el drone después que “violó brevemente” el espacio aéreo oriental del país cerca de la frontera afgana. Más tarde, la República Islámica insistió en que el vehículo aéreo sin tripulación había penetrado 241 kilómetros antes de ser abatido por un sofisticado ataque cibernético. Y hace solo algunos días, un ingeniero iraní presentó una explicación más detallada, pero aún no corroborada, de cómo un ataque de hackeo secuestró el avión.
Por su parte, EE.UU. afirmó inicialmente que sus fuerzas armadas habían perdido el drone mientras estaba en misión en Afganistán occidental. Más adelante, funcionarios no identificados admitieron que de hecho la CIA había estado realizando una operación clandestina de espionaje sobre Irán.
La caída del drone al principio de este artículo tuvo lugar en Afganistán –en Kandahar, para ser preciso– en mayo de este año. No se informó en aquel entonces y tuvo que ver no con un impecable RQ-170 Sentinel con alas de murciélago, sino con el más antiguo, macizo, aunque más famoso, MQ-1 Predator, una máquina cazadora/asesina –más bien un caballo de tiro– de la guerra afgana y de la campaña de asesinato por drone de la CIA en las áreas tribales fronterizas de Pakistán.
Un documento que detalla una investigación de esa caída del Predator por la Fuerza Aérea de EE.UU., examinado por TomDispatch, arroja luz sobre el ciclo de vida y los defectos de los drones –todo lo que puede ir mal en operaciones aéreas sin tripulación– así como el tenebroso sistema de bases y unidades esparcidas por todo el globo, que mantienen constantemente en el aire a esos drones mientras EE.UU. depende cada vez más de la guerra por control remoto.
Ese informe e impresionantes nuevas estadísticas obtenidas de los militares ayudan a comprender mejor defectos insuficientemente examinados en la tecnología de los drones. También recuerdan que periodistas no van más allá del sobrecogimiento cuando se trata de guerra de alta tecnología y de las últimas armas milagrosas de EE.UU. – su curiosa incapacidad de examinar las agudas limitaciones el hombre y la máquina que pueden hacer que incluso la tecnología militar más avanzada se desplome a tierra.
Juego de números 
Según estadísticas suministradas a TomDispatch por la Fuerza Aérea, los Predators han volado la mayor parte de las horas en las guerras de drones de EE.UU. Hasta el 1 de octubre, los MQ-1 habían pasado más de 1 millón de horas en el aire, 965.000 de ellas en “combate”, desde que fueron introducidos al servicio militar. El más nuevo, más fuertemente armado, MQ-9 Reaper, en comparación, ha volado 215.000 horas, 180.000 de ellas en combate. (La Fuerza Aérea se niega a revelar información sobre la carga de trabajo del R-170 Sentinel.) Y estas cifras siguen aumentando. Solo este año, los Predator han registrado 228.000 horas de vuelo en comparación con 190.000 en 2010.
Un análisis de datos oficiales de la Fuerza Aérea realizado por TomDispatch indica que sus drones se estrellaron de manera espectacular no menos de 13 veces en 2011, incluida esa caída del 5 de mayo en Kandahar.
Cerca de la mitad de esos incidentes, que resultaron todos en la pérdida de un avión o en daño a la propiedad de 2 millones de dólares o más, ocurrió en Afganistán o en la pequeña nación africana de Yibuti, que sirve de base para drones involucrados en las guerras secretas de EE.UU. en Somalia y Yemen. Todos, menos dos, de esos incidentes tuvieron que ver con el modelo MQ-1, y cuatro de ellos tuvieron lugar en mayo.
En 2010, hubo siete grandes percances de drones, todos, menos uno, relacionados con Predators; en 2009, fueron 11. En otras palabras, ha habido 31 pérdidas de drones en tres años, y al parecer ninguno fue derribado. Todos cayeron hacia el planeta por su propio problema mecánico o gracias a error humano.
Otras caídas publicitadas de drones no están incluidas en la estadística de accidentes importantes de la Fuerza Aérea para este año, como un helicóptero a control remoto de la Armada que cayó en Libia en junio y un vehículo aéreo sin tripulación cuya cámara fue supuestamente recuperada por insurgentes afganos después de una caída en agosto, así como la pérdida el 4 de diciembre del RQ-180 en Irán y una caída aún más reciente de un MQ-9 en las Seychelles.
Esfuerzo de grupo 
EE.UU. realiza actualmente su guerra de drones desde 60 o más bases repartidas por todo el globo. Varían desde sitios en el sudoeste de EE.UU. con filas de tráileres desde los cuales pilotos de drones “vuelan” esos aviones utilizando ordenadores, a otros mucho más cercanos al campo de batalla donde otros pilotos –sentados frente a un equipo semejante, que incluye múltiples monitores de ordenador, teclados, un joystick, unthrottle, un rollerball, un ratón, y varios interruptores – lanzan y hacen aterrizar a los drones. En otras bases, candidatos a pilotos de drones son entrenados en simuladores y los propios aviones son probados antes de ser enviados a distantes campos de batalla.
El accidente del Predator del 5 de mayo a cerca de media milla de una pista de aterrizaje en el Aeropuerto de Kandahar recuerda hasta qué punto las operaciones de drones se han hecho confusas, con múltiples unidades y bases que tienen un rol en una sola misión.
Ese drone Predator, por ejemplo, dependía del Tercer Escuadrón de Operaciones Especiales, que opera desde la Base Cannon de la Fuerza Aérea en Nuevo México, y forma parte últimamente del Comando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea en Hurlburt Field, Florida. Cuando se estrelló, era piloteado por un piloto dentro del país del 62º Escuadrón Expedicionario en el Aeropuerto Kandahar, cuya unidad supervisora, el 18º Escuadrón de Reconocimiento, tiene su sede en la Base Creech de la Fuerza Aérea en Nevada, zona cero para las operaciones de drones de los militares. El operador que manejaba los sensores en el drone, por otra parte, era miembro de la Guardia Nacional Aérea de Texas basado en Ellington Field en Texas.
El tramo final de esa misión destinada al fracaso –en apoyo a fuerzas de elite de operaciones especiales– debía ser realizado por un piloto que había estado operando Predators durante 10 meses y había piloteado drones durante aproximadamente 51 horas durante los 90 días anteriores. Con menos de 400 horas en total de experiencia, era considerado “inexperto” según los estándares de la Fuerza Aérea y, durante su entrenamiento en el despegue y la recuperación de drones, había fallado en dos sesiones de simulador y un ejercicio de vuelo. Sin embargo, había sobresalido en lo académico, pasado sus evaluaciones, y era considerado un piloto cualificado de MQ-1, aprobado para vuelos sin supervisión.
Su operador de sensores había sido cualificado por la Fuerza Aérea durante la mejor parte de dos años, con calificaciones promedio o sobre el promedio en evaluaciones de rendimiento. Después de haber “volado” un total de 677 horas –cerca de 50 de ellas en los 90 días antes del accidente – era considerado como “experimentado”.
El hecho de que el dúo haya estado controlando un drone de operaciones especiales destaca la cada vez más fuerte y simbiótica relación entre las dos formas recientemente crecientes de guerra de EE.UU.: incursiones de pequeños equipos de fuerzas de elite y ataques de robots a control remoto.
Vida y muerte de drones estadounidenses 
Durante la investigación posterior al accidente, se determinó que el personal en tierra en Afganistán había estado utilizando regularmente un método no autorizado de drenaje del líquido de refrigeración del motor, aunque no quedó claro si eso contribuyó al accidente. Los documentos de la investigación indican además que el motor del drone tenía 851 horas de vuelo y por lo tanto se acercaba al fin. (La vida operacional del motor de un drone Predator es supuestamente cerca de 1.080 horas.)
Después del accidente, el motor fue enviado a la instalación de pruebas de California, donde técnicos de General Atomics, fabricante del Predator, realizó una investigación forense. Se descubrió que un sobrecalentamiento significativo había combado y deformado la maquinaria.
Finalmente, la Fuerza Aérea dictaminó que un mal funcionamiento del sistema de enfriamiento había llevado a la falla del motor. Un investigador del accidente también concluyó que el piloto no había realizado procedimientos apropiados después de la falla del motor, llevando a que la nave se estrellara poco antes de la pista de aterrizaje, dañando ligeramente la cerca del perímetro de la Base Aérea de Kandahar, y destruyendo el drone.
La conclusión clara a la que llegaron los investigadores en este accidente está en fuerte contraste con la falta de claridad sobre lo que ocurrió con el drone avanzado que ahora está en manos iraníes. Si este último se estrelló gracias a mal funcionamiento, fue derribado, descendido por un ciber-ataque o si terminó en el suelo por alguna otra razón completamente diferente, su pérdida y la del drone de operaciones especiales recuerdan hasta qué punto los militares de EE.UU. han llegado a depender de aviones robot de alta tecnología cuyos grandes accidentes exceden ahora los de aviones de ala fija mucho más costosos. (En 2011 hubo 10 grandes incidentes aéreos con semejantes aviones de la Fuerza Aérea.)
Guerra de robots en 2012 y en el futuro 
El que no se haya logrado la victoria en Iraq y Afganistán, en comparación con un éxito aparente en la guerra libia –librada significativamente mediante poder aéreo incluyendo drones– ha convencido a muchos en las fuerzas armadas de que no abandonen las guerras en el extranjero, sino también su enfoque. Las ocupaciones a largo plazo con la participación de miles de soldados y el uso de tácticas de contrainsurgencia serán permutadas por drones y operaciones de fuerzas especiales.
Aviones de pilotaje remoto han sido pregonados regularmente, en la prensa y por los militares, como armas milagrosas, de la misma manera como, no hace tanto tiempo, se promovían las tácticas de contrainsurgencia como un elixir para el fracaso militar. Como anteriormente el avión, el tanque y las armas nucleares, el drone ha sido pregonado como un elemento decisivo, destinado a cambiar la esencia misma de la guerra.
En cambio, como los otros, ha demostrado cada vez más que no es un arma determinante, con vulnerabilidades ordinarias. Su tecnología es falible y sus esfuerzos han sido a menudo contraproducentes en los últimos años. Por ejemplo, la incapacidad de pilotos que contemplan los monitores de ordenadores al otro lado del planeta para discriminar entre combatientes armados y civiles inocentes ha resultado ser un problema continuo para las operaciones de drones militares, mientras que se considera que el programa de asesinato de juez-jurado-verdugo de la CIA entra en conflicto con el derecho internacional – y, en el caso de Pakistán, enajena a toda la población. El drone parece ser cada vez menos un arma victoriosa que una máquina para generar oposición y enemigos.
Además, a medida que aumentan año tras año las horas de vuelo, las vulnerabilidades de misiones con pilotaje remoto salen regularmente a la luz. Han incluido el hackeo de información vídeo de drones, un virulento virus informático que afecta a la flota sin tripulación de la Fuerza Aérea, porcentajes elevados de pilotos de drones que sufren de “alto estrés operacional”, un aumento de la cantidad de accidentes, y la posibilidad de secuestros iraníes de drones.
Aunque errores humanos y mecánicos son inherentes en la operación de todo tipo de maquinaria, pocos comentaristas han concentrado una atención significativa sobre todo el espectro de fallas y limitaciones de los drones. Durante más de una década, los aviones a control remoto han sido el sostén principal de las operaciones militares de EE.UU. y el ritmo de operaciones de drones sigue aumentando todos los años, pero relativamente poco ha sido escrito sobre los defectos de los drones o los límites y peligros de las operaciones de drones.
Es posible que la Fuerza Aérea esté comenzando a preocuparse por cuándo habrá un cambio al respecto. Después de años de conducir regularmente a periodistas por las operaciones de drones en la Base Creech de la Fuerza Aérea para recibir un torrente de publicidad brillante, incluso impresionante, sobre las glorias de los drones y los pilotos de drones, este año, sin explicación alguna, se cerró el acceso de la prensa al programa, y se ocultó a la sombra la guerra robótica.
Las recientes pérdidas del robot Sentinel del Pentágono en Irán, del Reaper en las Seychelles, y del Predator en Kandahar, sin embargo, abren una ventana en la cual un futuro en el cual los cielos del globo estén repletos de drones puede ser mucho menos maravilloso de lo que se ha hecho creer a los estadounidenses. Es posible que EE.UU. se esté basando en una flota de robots con alas de barro.
Nick Turse es historiador, ensayista, periodista de investigación, editor asociado de Tomdispatch.com y actualmente es también profesor en el Instituto Radcliffe de la Universidad de Harvard. Su libro más reciente es: The Case for Withdrawal from Afghanistan(Verso Books). Tambien es autor de The Complex: How the Military Invades Our Everyday LivesPuede seguirlo em Twitter @NickTurse, en Tumblr, y en Facebook. Su sitio en la web es NickTurse.com.
(Copyright 2011 Asia Times Online (Holdings) Ltd. All rights reserved.)
 (Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens)
Fuente: http://www.tomdispatch.com/blog/175482/

viernes, 23 de diciembre de 2011


    
¿Y si volviéramos a ser anti-imperialistas?


Rebelión...23/12/2011

Cuando la humanidad recuerda, y particularmente, el pueblo japonés rememora las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki, el mayor crimen de lesa humanidad que registra la historia, se suele culpar o exculpar, dependiendo de la visión ideológico-política que cada quien tenga, al gobierno de los Estados Unidos. Pero de igual manera se suele atribuir la responsabilidad al gobierno de los Estados Unidos cuando se recuerda a la anexión de Puerto Rico, de Hawái, o de Alaska, o los millones de muertos en Corea o Vietnam, fruto de las agresiones militares de los gringos, o de todo el territorio que le robaron a México, o si se trata del miserable bloqueo económico a Cuba, o de la invasión de una pequeñita isla del Caribe llamada Granada y del asesinato de su líder, incluyendo a su esposa, se culpa solamente al gobierno de Estados Unidos, ya se trate de demócratas o republicanos. Los malos son los mandatarios, pero ¿quién los mandató? ¿Dios? ¿O el pueblo norteamericano?Cuando se recuerdan todas las atrocidades, dirigidas, asesoradas y financiadas por los EU, que cometieron los gobiernos títeres del imperio gringo en el Cono Sur, en Chile, en Argentina, en Brasil, en Perú, en Venezuela, en Colombia, etc. O bien en CA, como en Guatemala, Nicaragua, El Salvador etc. y, últimamente, en Honduras, se culpa a los gobiernos de los Estados Unidos. Y parece la cosa más normal del mundo hacerlo así. Los malos, pues, son los gobiernos. Pero permítanme decirles que Bush padre e hijo, no invadieron Irak, que ningún gobierno gringo estuvo en Afganistán, que Obama, no asesinó a Osama Bin Laden, ni se atrevería a poner un pie en Cuba o en Venezuela, mientras sus tropas no hubiesen ocupado estos países.
Cuando los líderes cubanos o venezolanos, por ejemplo, condenan y repudian a los gobiernos gringos, pero manifiestan, efusivamente, su admiración por el pueblo norteamericano, a mi me parece, y pido perdón a toda la izquierda mundial si me equivoco, pero reitero, que a mi me parece que no han comprendido la realidad.
Las tropas, los agentes de la CIA, del FBI, del BID, de la USAID y todas las diferentes agencias y bases militares del imperio, regadas por todo el mundo, no están integradas por extraterrestres. Ellos, como sus gobernantes, son el pueblo de los Estados Unidos y en consecuencia, son igual de responsables. Si en los Estados Unidos, existen y han existido, gobiernos que han atentado contra la humanidad es porque los gringos, ese que le llaman el pueblo norteamericano, no sólo lo ha tolerado, sino que ha participado de buena gana en todas sus fechorías y adicionalmente, fue el pueblo norteamericano el que los eligió.
Que exista una minoría insignificante que esté en desacuerdo con las políticas del imperio, no los hace ser el pueblo norteamericano, en todo caso son las excepciones, o que los veteranos de guerra, después de haber realizado todas sus matanzas se arrepientan, tampoco los convierte en el pueblo norteamericano, son solo minorías, tan minorías como los chicanos o los salvadoreños en Estados Unidos, sin mayor trascendencia, ni importancia para el imperio. Aunque para las minorías anti-sistema, yo tendría algún nivel de comprensión, de benevolencia, e incluso, de admiración porque ser anti sistema en una sociedad como la norteamericana ya es en sí mismo es una gran hazaña. Pero el pueblo norteamericano, ese, que identifican como anglosajón y protestante, no puede estar exento de responsabilidad. ¿Acaso no se ufanan de ser demócratas y que eligen a sus mandatarios libremente?
De tal manera, que si el pueblo norteamericano, desea que se le reconozca como lo que pretende ser, un pueblo amante de la libertad y de la democracia, ya es tiempo de que lo demuestre, mandando al carajo a los militares, a los políticos y a los burgueses. Y que dejen de creer, de una vez y para siempre, en todas las tonterías con que los han idiotizado, vía el cine la televisión, las escuelas, las universidades y las sectas religiosas, etc. Que su cultura ha sido generada en Hollywood, la industria de las ilusiones. Que dejen de creer en las patrañas del ¨destino manifiesto¨.
En cuanto a nosotros, los súbditos del imperio, deberíamos de ver y de tratar a cualquier gringo, como lo que son: imperialistas, asesinos, saqueadores. Seres sin ninguna moral, eso de que actúan con doble moral son tonterías: o sos moral o no lo sos. En consecuencia es necesario discriminarlos, rechazarlos, expulsarlos de nuestros países. Que sientan que no los queremos, ni les tememos, ni los respetamos. Las embajadas gringas en cualquier país del mundo deberían de ser vistas como lo que son: las sucursales del imperio, donde se complota, donde se les dan órdenes a los gobiernos títeres y a dónde van a cobrar sus lacayos y a recibir su beneplácito los políticos pro yanquis.
Y sí ellos construyen su nuevo telón de acero, pues muy bien, que se queden encerrados en su país, el mundo no los añorará, porque el mundo no tiene nada que agradecerles, pero si mucho que recriminarles.
El pueblo norteamericano, la clases trabajadora norteamericana que comienza despertar, será recibida con los brazos abiertos en el mundo entero cuando hagan, lo que deberían de haber hecho hace muchos años, su revolución y construyan una sociedad solidaria, para con ellos y para con el mundo. Por ahora, son imperialistas, esclavos del capital y de la burguesía gringa, pero eso es su responsabilidad y no nuestra. En sus manos está cambiar su mundo y contribuir a cambiar el nuestro.
De modo que ahora que se han enterado que el 1% de su población los tiene jodidos, ¿qué más razones quieren para actuar de manera consecuente?

Aquiles Montoya es economista marxista y profesor de la escuela de economía de la UCA de El Salvador.

jueves, 22 de diciembre de 2011


           
Lección aprendida de la contrarrevolución árabe
Siria no debe permitir ninguna Bengasi


Black Agenda Report...22/12/2011

La contrarrevolución o, en el caso de la Primavera Árabe, la ofensiva contra la idea misma de una revolución, es siempre sangrienta

A la Primavera Árabe no se le permitió llegar demasiado lejos antes de que la Contrarrevolución Árabe saltara, primero sobre Libia, ahora sobre Siria, para reconfigurar la región por medios militares y, así, convertirla en segura para los miembros varios del club imperialista. Los estadounidenses y sus aliados europeos y árabes están buscando en el territorio sirio una ciudad “liberada” como la Bengasi de Libia, para colocarla bajo su escudo “humanitario” y poderla “defender.”
Hace un año este mes, la Primavera Árabe empezó en Túnez, provocando en Estados Unidos, en las antiguas potencias coloniales de Europa, y en los gobiernos monárquicos del Golfo Pérsico un auténtico ataque de pánico. Los imperialistas y los potentados hereditarios estaban visiblemente agitados ante la perspectiva de que un movimiento masivo en Túnez y Egipto pudiera extenderse por todo el mundo árabe, donde Estados Unidos es despreciado con razón por la mayoría del público. Después de que el viejo y mohoso Presidente Mubarak fuera expulsado del poder por el ejército egipcio, se hizo normal escuchar a la Primavera Árabe elevada de categoría a la de “Revolución” Árabe. Pero, por supuesto, eso era muy prematuro, el tipo de declaración que sale de la boca de personas que o deliran o no tienen ni idea de lo que van las revoluciones. Los imperialistas y sus aliados, sin embargo, entienden muy bien que la naturaleza de la revolución es quitarles los resortes del poder, quitarles sus riquezas, y castigarlos por los crímenes que han cometido. La revolución es algo más que un sentimiento. Como dijo Malcolm X, “Nunca has tenido una revolución que no implique derramamiento de sangre.” Y la razón principal de ello es que la gente que tiene riqueza y poder y que sabe que es culpable de crímenes incalificables derramará océanos de sangre para evitar ser derrocada. También arrojarán uno o dos de sus lacayos a la turba, para darle a la gente un sentimiento de victoria. Pero, como he dicho, la revolución es algo más que un sentimiento.
La contrarrevolución, o, en el caso de la Primavera Árabe, la ofensiva contra la idea misma de una revolución, es siempre sangrienta. A menudo es un gran despliegue de sangre, para recordarle a la gente la naturaleza real del poder. Para finales de enero de este año, Estados Unidos y sus aliados europeos y los indecentes y ricos parásitos de la realeza del Golfo Pérsico tenían un plan para asegurarse que la Primavera Árabe fuera una estación muy corta. La OTAN, con el Presidente Obama “liderando entre bambalinas”, lanzó una contrarrevolución a la escala industrial de un Shock and Awe, atacando un país en desarrollo del desierto con una población de seis millones de habitantes con un poder de fuego suficiente para hacer caer una nación industrial de tamaño mediano. Pero la conquista llevó casi nueve meses, porque Libia fue defendida por el pequeño ejército más valiente del mundo, héroes que se enfrentaron a la muerte que venía del cielo sin ningún lugar en que esconderse, y sin esperanza de infligir bajas a los euro-estadounidenses.
Siria se enfrenta al mismo elenco de personajes asesinos que destruyeron Libia.”
Es fácil para los gobiernos europeos y estadounidense justificar ante sus pueblos cualquier atrocidad, cualquier crimen de guerra, cualquier robo de soberanía cometidos contra árabes, africanos y asiáticos. La narrativa occidental oficial para la agresión libia fue que la OTAN estaba obligada a salvar la ciudad de Bengasi de Muamar Gadafi. Ahora Siria se enfrenta al mismo elenco de personajes asesinos que destruyeron Libia. Es el Segundo Acto de una contrarrevolución para cortocircuitar la Primavera Árabe. El régimen sirio es denunciado, incluso por antiguas naciones amigas, por negarse a retirar sus fuerzas de aquellas ciudades que han visto lo peor del derramamiento de sangre. Pero, si Libia proporciona alguna lección, es que los estadounidenses, los franceses y sus aliados árabes matarán muchas decenas de miles de personas y destruirán el país totalmente si se les permite incluso la más mínima excusa para declarar alguna parte de Siria como un “área liberada” que merece el apoyo de los aviones de guerra y misiles de la OTAN. Por lo tanto, los sirios deben estar decididos a no ceder ni un milímetro de su territorio, a que no haya ninguna ciudad – ni incluso una pequeña – en manos de la oposición. En resumen, que no haya ninguna Bengasi.

Traducido por Mariola y Jesús García Pedrajas

Enlace artículo original: http://www.blackagendareport.com/content/lesson-arab-counter-revolution-syria-must-allow-no-benghazis

miércoles, 21 de diciembre de 2011


         
Wikileaks: Washington intentó fomentar “revolución de colores” en Cuba, Venezuela


Aporrea...21/12/2011

Un cable confidencial redactado por la Sección de Interéses de Estados Unidos en La Habana, Cuba (Nota: EEUU no tiene embajada en Cuba, su misión diplomática se llama “Sección de Interéses”), y divulgado por Wikileaks, revela que en noviembre 2006, la misión estadounidense organizó una reunión con “jóvenes opositores” de toda Cuba para mostrarles un documental sobre el derrocamiento de Slodoban Milosevic en Yugoslavia (ahora Serbia) con la intención de facilitar un movimiento similar contra el gobierno cubano.

El documental, “Derrocando a un Dictador”, fue realizada por una productora estadounidense estrechamente vinculada con el Pentágono, la CIA y el Departamento de Estado. La obra se trata de como un grupo de jóvenes financiados y entrenados por las agencias de Washington y otros organismos internacionales, como el Instituto Sociedad Abierta del billonario húngaro George Soros, lograron derrotar al entonces jefe de estado de Yugoslavia a través de una estrategia de “golpe suave”. Los jóvenes fueron agrupados en una organización llamada “OTPOR” (Resistencia) que, siguiendo los lineamientos e instrucciones de varias agencias e institutos estadounidenses, como el Instituto Albert Einstein de Gene Sharp, el Centro Internacional para el Conflicto No Violento (ICNC) de Peter Ackerman y Jack Duvall, Freedom House, la USAID, la NED y el Instituto Republicano Internacional, ejecutaron una serie de acciones y mobilizaciones de calle para promover un estado de desestabilización permanente y provocar la “represión” del estado.

Según la estrategia del golpe suave, que también se ha llamado “una revolución de colores”, los jóvenes, bajo la bandera de la “no violencia” y empleando logo-tipos y tácticas de marketing que atraen a la juventud, fomentan pequeños disturbios en la calle para crear un ámbito permanente de inestabilidad y caos. Luego, atrayendo a la atención de los medios internacionales, los jóvenes guiados por las agencias de Washington, provocan la represión del estado (a través de actos violentos o ilegales), que luego es proyectada a través de la prensa como una violación de los derechos humanos y utilizada para justificar cualquier acción contra el gobierno.

La estrategia del golpe suave tuvo éxito en Yugoslavia (Serbia) contra Milosevic en 2000, y luego fue utilizado en Georgia (Revolución de las Rosas 2003), Ucrania (Revolución Naranja 2004) y Kyrgyzstan (Revolución de los Tulipanes 2005) para debilitar al poder de los gobiernos socialistas o aliados de Rusia en esos países. Aunque la estrategia del golpe suave fue exitosa en su momento en todos estos casos, con la excepción de Serbia, se ha revertido durante los últimos años. En Ucrania, por ejemplo, el mismo presidente que fue derrocado con esta estrategia en 2004, Viktor Yanukovych, ganó la presidencia de nuevo en 2010 luego de que la “Revolución Naranja” fue desenmascarada como una táctica de Washington para instalar un gobierno títere en ese país.

VENEZUELA

En 2003, representantes del Instituto Albert Einstein, que es el organismo creador de la estrategia del “golpe suave”, dirigieron un taller de casi dos semanas en Venezuela para sectores de la oposición contra el Presidente Chávez. Su propósito era ayudar a los grupos anti-chavistas sacar al Presidente de Venezuela del poder. Semanas después de esta visita, que contó con la presencia del Colonel Robert Helvey, experto en “cambio de régimen” y mano derecha del “guru ideológico” Gene Sharp, los sectores de la oposición en Venezuela iniciaron acciones de calle que provocaban disturbios y desestabilización en la capital Caracas, con la intención de forzar al Presidente Chávez del poder. Llamadas las “guarimbas”, los sectores opositores quemaron cauchos y basura por toda la ciudad, tiraban piedras y bombas molotov a las fuerzas de seguridad, y buscaban cualquier manera de fomentar la violencia y provocar un estado de represión en el país para luego justificar la intervención internacional para sacar al gobierno del poder.

Al no lograr su objetivo en aquel momento, durante los años 2005 al 2007, las agencias de Washington seleccionaron a un grupo de jóvenes venezolanos para viajar a Belgrado, Washington y Boston para recibir varios talleres de formación y capacitación directamente de los antiguos fundadores de OTPOR en Serbia, y también del Instituto Albert Einsten y el Centro Internacional para el Conflicto No-Violento. Al mismo tiempo, la USAID y la NED aumentaron su financiamiento a grupos de jóvenes en Venezuela, para facilitar la formación de sus organizaciones y movimientos contra el gobierno del Presidente Chávez.

El mismo documental que fue proyectado en La Habana por la misión estadounidense, “Derrocando a un Dictator”, fue utilizado como pieza central en Venezuela para formar a los jóvenes opositores y guiarlos en sus esfuerzos para derrocar al gobierno venezolano.

La inversión financiera y estratégica de Washington logró lanzar el movimiento estudiantil “manos blancas” en Venezuela, lo cual desde 2007, ha ejecutado una serie de acciones contra el Presidente Chávez cada vez que se acerca a un proceso electoral o un momento importante en la política del país. Aunque no han logrado su objetivo, siguen recibiendo financiamiento multimillonario de las agencias internacionales para alimentar al conflicto en el país.

CUBA

El cable de la Sección de Interéses de EEUU en La Habana, redactado por el entonces jefe de la misión, Michael Parmly, confirma que la estrategia del golpe suave no solamente ha sido financiada y promovida por las agencias de Washington, sino que también son las propias embajadas y sedes diplomáticas de Estados Unidos que sirven como centros de planificación y conspiración para ejecutar estas acciones.

“Sesenta y tres jóvenes activistas pro-democracia de tres de los grupos de jóvenes opositores más influyentes de Cuba, se reunieron en La Habana el 24 de noviembre para un foro de referencia destinado a encontrar un terreno común. El evento, [fue] celebrado en el patio de la Residencia del Funcionario de Asuntos Políticos de la Misión de EEUU…Varios funcionarios de la Sección de Interéses de EEUU también estaban presentes”.

“Después de breves palabras de bienvenida por el Funcionario Político de la Misión de EEUU, los tres grupos juveniles se dirigieron al público presente y luego…los participantes vieron un emotivo documental de 70 minutos sobre la caída del dictador yugoslavo Milosevic, que destacó el papel de los jóvenes del grupo OTPOR (”Resistencia”) en precipitar el cambio, a través de reuniones, mobilizaciones y sarcasmo”.

“Un valor clave del evento fue que se trataba de una actividad de base, generada por los cubanos. No habría ocurrido sin el apoyo de la Sección de Intereses de EEUU, que facilitó el lugar y los contactos…Estaremos trabajando igualmente con atención para fomentar acciones contrarias, sobre todo para mejorar e incrementar el trabajo de redes entre estudiantes universitarios que se oponen al régimen”.

Hace apenás unos días, un venezolano auto-exiliado en Miami, Orlando Urdaneta, quien tuvo un papel clave en varios intentos de derrocar y asesinar al Presidente Hugo Chávez durante los últimos años, fue entrevistado en un canal de televisión en Estados Unidos. En la entrevista, Urdaneta declaró que “Hugo Chávez sale del poder con la estrategia de Gene Sharp”, refiriéndose al golpe suave. Tanto como en el caso de Cuba, este plan de utilizar a los jóvenes para provocar un caos social y político que resulta en un “cambio de régimen” sigue en marcha.


Fuente: http://aporrea.org/venezuelaexterior/a135670.html

martes, 20 de diciembre de 2011


             
Chávez a Obama: "Déjanos tranquilos, más nunca seremos colonia tuya ni de nadie"
Obama arremete contra Venezuela

AVN...20/12/2011

El mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, admitió que Venezuela "es una nación orgullosa y soberana" con la cual su país mantiene una relación económica de mutuo beneficio "que perdura" y cuyos pueblos tienen vínculos históricos fuertes.Las declaraciones de Obama aparecieron publicadas este lunes en El Universal, luego que el diario enviara un cuestionario al inquilino de la Casa Blanca para consultarle sus impresiones respecto al Gobierno venezolano.
Como es costumbre, el presidente Obama atacó nuevamente a Venezuela al calificar de poco beneficiosas sus relaciones soberanas con naciones como Irán y Cuba, y acusó al país suramericano de "restringir los derechos del pueblo venezolano, amenazado los valores democráticos básicos, y dejado de contribuir con la seguridad en la región".
Obama rememoró la época en la que América Latina estaba bajo los regímenes dictatoriales -que fueron apoyados política y económicamente por Estados Unidos- para "llamar la atención" sobre lo que considera un peligro para las democracias en la región.
Obama espera "el día"
El mandatario norteamericano -cuya administración financia a grupos de derecha en Venezuela- expresó su deseo de que "llegue el día" en el que Miraflores y la Casa Blanca "puedan colaborar más estrechamente para promover las aspiraciones de nuestra gente".
A menos de diez meses para los comicios presidenciales en Venezuela, Obama admitió que espera "con interés" trabajar con una administración venezolana que "colabore en asuntos de interés común" como el "terrorismo y el narcotráfico", tras considerar que el gobierno del presidente, Hugo Chávez, "ha demostrado muy poco interés en ese tipo de cooperación".
Incluso insistió en que el gobierno de Caracas tiene una "tendencia anti-EEUU", aunque esa postura ha sido negada en repetidas oportunidades por el presidente Chávez, quien la semana pasada denunció las intenciones de la derecha norteamericana de utilizar mentiras de ese tipo "como excusa para agredirnos, hay que estar atentos a eso".
Para Obama, los principios de soberanía e independencia de la política exterior venezolana, que han llevado al país a diversificar sus vínculos diplomáticos y comerciales con el resto del mundo, representan una amenaza para los intereses de su país y son considerados una "tendencia anti-EEUU".
Batalla ideológica
El Presidente arremetió directamente contra Chávez, a quien señaló de ocuparse más de "retomar las batallas ideológicas del pasado que en mirar al futuro que podríamos crear para nuestros ciudadanos".
Paradójicamente, mientras Obama consideró "reprobable" el debate ideológico, la administración de la nación norteamericana ha sido la principal promotora de la doctrina neoliberal con los Tratados de Libre Comercio en los países de la región.
Asimismo, durante la entrevista el mandatario estadounidense defendió la democracia representativa, aunque en Venezuela, desde 1999, el modelo democrático es participativo porque involucra al poder popular en la toma de decisiones.
La semana pasada, en la Organización de Estados Americanos (OEA), Venezuela pidió incluir en el informe sobre la Carta Democrática un párrafo sobre la importancia de involucrar al pueblo en la gestión pública, lo cual contó únicamente con la oposición de Estados Unidos y Canadá.
Para el embajador de Venezuela en la OEA, Roy Chaderton, en esa discusión lo que "hay es un problema ideológico de fondo, porque no es que ellos no entienden cuál es el concepto de democracia participativa sino que lo entienden muy bien y por eso es que lo rechazan".
"Ellos saben perfectamente que una democracia controlada por el pueblo se diferencia totalmente de una democracia donde cada cinco, seis o siete años los electores extienden un cheque en blanco para el ejercicio del poder", dijo Chaderton el jueves pasado.
Cuba e Irán
Aunque dijo que su deseo no era "intervenir en los asuntos internos", Obama afirmó que los vínculos de cooperación con Irán y Cuba "no han beneficiado los intereses de Venezuela ni de su gente".
En Venezuela la cooperación con Cuba ha permitido implementar programas sociales como Barrio Adentro, mediante el cual se llevan servicios de salud gratuita a todo el pueblo, es especial a los de menores recursos que nunca habían tenido acceso al sistema sanitario.
Por otra parte, los acuerdos signados por Caracas y Teherán comprenden las áreas tecnológica, comercial, turística, agroindustrial, científica, energética, ambiental y económica, y han tenido el impacto más visible en el sector automotriz, de vivienda y en el campo, con el impulso a misiones destinadas a mejorar la calidad de vida de los venezolanos.
Cada uno de los convenios firmados por Venezuela establece el compromiso de la transferencia tecnológica y la capacitación del recurso técnico venezolano.
Una de las "preocupaciones" de Obama -quien este año promovió la agresión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) en Libia para asesinar al líder Muammar Al Gaddafi, y que dejó más de 50 mil muertes entre civiles y militares- fue el supuesto irrespeto a los Derechos Humanos cometidos por los gobiernos de Irán y Cuba.
Estados Unidos, país que no admite a ningún tribunal en materia de Derechos Humanos y que ni siquiera ha suscrito el Pacto de San José sobre ese particular, en los últimos años ha sido responsable de las invasiones y genocidios en Irak y Afganistán en nombre del supuesto "combate al terrorismo".
En esa línea discursiva, Obama acusó a Irán de apoyar "el terrorismo internacional que ha dejado sin vida a hombres, mujeres y niños alrededor del mundo", al tiempo que defendió las sanciones unilaterales contra Teherán cabildeadas por su administración dentro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
De igual forma, apoyó las sanciones aplicadas por su gobierno en abril de este año a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) por la venta de gasolina a Irán, aunque la medida haya estado al margen del derecho internacional y fue violatoria de los principios de la Carta de Naciones Unidas.
"Aquí en el continente americano tomamos las actividades iraníes, incluyendo en Venezuela, sumamente en serio y continuaremos monitoreándolas de cerca", amenazó el mandatario estadounidense, quien se mostró en pleno acuerdo con las políticas de descertificación unilateral que aplica su país al resto del mundo por las relaciones con Teherán mediante la Ley Cisada.
Con respecto a Cuba, Obama evitó referirse directamente al bloqueo económico y comercial que mantiene Washington desde hace más de cincuenta años a la isla, y se limitó a aseverar que su país "continuará apoyando los derechos básicos del pueblo cubano".
Sin embargo, pese a su vehemente defensa de las sanciones a Irán promovidas por su país en el Consejo de Seguridad, el mandatario estadounidense desconoce cada una de las votaciones que la ONU ha realizado para rechazar el bloqueo que mantiene Washington a Cuba.
En la última votación, de los 193 países miembros de la ONU, 186 repudiaron por vigésima ocasión las brutales sanciones impuestas por Estados Unidos a la isla por constituir una violación abierta derechos fundamentales del pueblo cubano.
Chávez a Obama: "Déjanos tranquilos, más nunca seremos colonia tuya ni de nadie"
El presidente de la República, Hugo Chávez Frías, advirtió que su par estadounidense, Barack Obama, está atacando a Venezuela con la intención de buscar votos para su reelección.
"Ahora anda buscando votos atacando a Venezuela. No seas tan irresponsable, eres un farsante. Déjanos tranquilos que nosotros somos libres y más nunca seremos colonia tuya ni de nadie", dijo este lunes durante la realización de un consejo extraordinario de ministros.
El Jefe de Estado dijo a Obama que aunque tiene raíces afrodescendientes "lo que das es lástima. Pregúntale a la comunidad negra de tu país lo que eres: la más grande frustración. Anda, Obama, y pregúntale a los pobres de tu país lo que eres: una gran frustración", enfatizó.
También dijo que Obama representa la vergüenza de sus raíces en África.
"Pregúntale a tus afrodescendientes en África, que pudo haber creído en ti por tu color de piel, porque tu padre era de por allá, de África, eres una afrodescendiente: eres la vergüenza de tu gente", expresó.
El presidente Chávez exigió al mandatario estadounidense respetar, de una vez por todas, la soberanía y autodeterminación del pueblo venezolano.
"¡Déjanos en paz! Busca tus votos allá (Estados Unidos) pero cumpliendo a tu gente. Eso es lo que deberías hacer", enfatizó.
Fuente: http://www.avn.info.ve/contenido/obama-reconoce-que-venezuela-quotes-una-naci%C3%B3n-orgullosa-y-soberanaquot
http://www.avn.info.ve/contenido/ch%C3%A1vez-obama-quotd%C3%A9janos-tranquilos-m%C3%A1s-nunca-seremos-colonia-nadiequot