sábado, 28 de abril de 2012


El caso de Argentina
El ocaso del neoliberalismo en América Latina


Público...28/04/2012

El pensamiento neoliberal y la aplicación de sus políticas han dañado durante muchos años el bienestar y calidad de vida de las clases populares de los países de la Unión Europea, incluyendo España. La desregulación de los mercados laborales y de los mercados financieros, la privatización de los sectores claves de la economía, la reducción del gasto público, incluyendo el gasto público social, y la dilución de la protección social han sido las constantes en las políticas promovidas en la Unión Europea por el Banco Central Europeo, por la Comisión Europea, por el Consejo Europeo, y al otro lado del Atlántico por el Fondo Monetario Internacional y por el Banco Mundial. Tal pensamiento también dominó América Latina durante muchos años cuando, país tras país, se vio la imposición de tales políticas que causaron un gran malestar y agitación social entre sus clases populares, lo cual explica las represiones que los gobiernos de aquel continente tuvieron que realizar para imponerlas. El caso de Chile bajo el General Pinochet fue el caso más extremo, pero no fue el único. Toda una retahíla de gobiernos, algunos dictatoriales, otros escasamente democráticos, de cariz autoritario, impusieron tales políticas a un coste humano y económico elevadísimo. El Center for Economic and Policy Research (CEPR) de Washington ha comparado indicadores económicos y sociales de América Latina antes y después de aquella época y la comparación es claramente negativa para la época neoliberal (caracterizada por un menor protagonismo del Estado), y no sólo en relación a su crecimiento económico, sino también en el crecimiento del Estado del Bienestar y de la protección social. (ver Navarro, V. Los “malos” gobiernos populistas latinoamericanos, 20 de enero de 2012 en www.vnavarro.org).
Ahora bien, aunque estas políticas neoliberales continúan siendo las dominantes en la Unión Europea, no es así en América Latina donde, con la excepción de Colombia (el país del mundo que tiene mayor número de asesinatos de sindicalistas) y algún otro país, pocos, tales políticas han dejado de dominar sus vidas económicas y sociales. Una de las primeras rupturas con el neoliberalismo fue el gobierno de Argentina que, en 2001, rompió la paridad que la moneda argentina tenía con el dólar. Aunque Argentina tenía moneda propia, el peso, en la práctica la fijación de tal moneda con el dólar estadounidense implicaba que no tenía potestad para cambiar su valor, perdiendo con ello uno de los instrumentos más importantes para estimular la economía, mediante la devaluación de la moneda. Tal fijación peso-dólar había conducido a Argentina (durante el periodo 1998-2001) a tener la mayor recesión conocida en su historia. Fue en aquel periodo, durante los gobiernos del neoliberal y corrupto Menem y de Fernando de la Rúa, cuando el Ministro de Economía argentino indicó con toda franqueza que el éxito de su política económica dependería más del Ministerio del Interior (encargado de la Represión) que del de Economía. Pero la ciudadanía no aguantó. El resultado fue que el gobierno Argentino rompió la paridad de su moneda con el dólar, desoyendo así la voz del Fondo Monetario Internacional, que había condicionado su “ayuda” a tal fijación del peso argentino al dólar. Lo que Argentina hizo sería comparable a que España dejara el euro.
Como era de esperar, la reacción unánime del FMI, del Banco Mundial, de los establishments europeos y del gobierno federal de EEUU, fue de condena, señalando que tal medida sería un desastre para Argentina. La devaluación de la moneda significaría, según tales establishments, que el valor de la deuda pública argentina sería menor, pagándose a los acreedores menos de lo que estos esperaban. De ahí que concluyeran que a Argentina le sería imposible pedir dinero prestado de los mercados financieros, colapsando con ello su economía. Pues bien, todos aquellos establishments erraron en sus pronósticos. A partir de entonces, Argentina creció enormemente (fue el país que creció más rápidamente en Latinoamérica), reduciendo la pobreza, incluyendo la pobreza extrema y aumentando tres veces su gasto público social durante el periodo 2001-2010. No sorprendentemente la presidenta Cristina Fernández de Kirchner –odiada por los neoliberales- fue reelegida en las últimas elecciones legislativas por un 54% de votos.
La nacionalización de la compañía petrolera argentina
Pero este proceso de ruptura con el neoliberalismo en Argentina ha continuado con la nacionalización de la compañía petrolera YPF, la cual había sido privatizada durante el periodo neoliberal del gobierno Menem, cuando Repsol, la compañía petrolífera española, pasó a tener el 57% de sus acciones. Con tal nacionalización, el gobierno argentino pasará a tener el 52%, controlando tal compañía. Como era de esperar, el gobierno de España, las élites que dirigen la Unión Europea y el FMI, los paladines del neoliberalismo, han condenado tal medida, augurando un desastre para Argentina. Una voz histriónica en este sentido ha sido predeciblemente la del Sr. Xavier Sala i Martín, “Repsol és només el principi” (“Repsol es sólo el principio”), La Vanguardia (23.04.12). El argumento que utilizan es que Argentina no encontrará instituciones que le presten dinero ni experiencia técnica para expandir la producción del petróleo en aquel país. Lo mismo se dijo, por cierto, cuando el presidente Hugo Chávez nacionalizó una serie de compañías extranjeras (cemento, acero y otros sectores), incluyendo algunas de EEUU; y cuando el presidente Morales de Bolivia nacionalizó las compañías del petróleo y producción de gas, telecomunicaciones y electricidad; y cuando el presidente Rafael Correa del Ecuador, nacionalizó las compañías de distribución del plátano. Pues bien, ninguno de los vaticinios de desastre se ha cumplido. Uno de los vaticinadores fue Moisés Naím, colaborador de El País y que fue en su día miembro del equipo económico del presidente Carlos Andrés Pérez, de Venezuela, que promovió el neoliberalismo en aquel país, y que ahora concluye que tales medidas en Argentina llevarán a la ruina del país (“Cristina, Petróleo y Psicoanálisis”, El País. 21.04.12). Según Moisés Naím, que considera Colombia como el modelo a seguir para América Latina, la nacionalización caracteriza a los países con economías mediocres. Una postura casi idéntica aparece en el citado artículo de Sala i Martín. Moisés Naím y Sala i Martín, para llegar a sus conclusiones, deliberadamente ignoran algunos hechos. La gran mayoría de países productores de petróleo tienen empresas públicas (no empresas privadas) que controlan la producción de tal material, Rusia, Noruega, Venezuela, Méjico, Gran Bretaña y Arabia Saudí, entre otros, tienen nacionalizadas sus compañías energéticas. En realidad, Argentina era de las pocas excepciones. Referente a la intrínseca ineficacia que Sala i Martín atribuye a las empresas nacionalizadas, baste ver el éxito de Noruega, donde la empresa pública petrolífera ha garantizado el nivel de vida y calidad de vida de aquel país.
En cuanto a la falta de inversión extranjera, hay que cuestionar, tal como acentúa Mark Weisbrot, co-director del CEPR, este fetichismo acerca de la inversión extranjera. Uno de los países con mayor crecimiento en el mundo del subdesarrollo, Corea del Sur, lo hizo sin apenas tener inversión extranjera. El otro hecho, ignorado por los economistas neoliberales, es que la producción de petróleo en Argentina había bajado, creando un grave problema del 2004 al 2011; la producción del petróleo descendió un 20% debido en parte a la escasa inversión por parte de Repsol. Consecuencia de ello es que Argentina en 2011 tuvo que importar petróleo por primera vez en su pasado reciente. De ahí que el gobierno Kirchner decidiera cambiar la situación y tomar control de la compañía petrolífera.
Una última observación. El gobierno Rajoy está intentando movilizar los sentimientos patrióticos acusando al gobierno argentino de atacar a España. El error en este argumento es que la mayoría del capital de Repsol no es español. En realidad, la única vez que fue español fue cuando estaba nacionalizado. Fue cuando el gobierno del PP lo privatizó cuando perdió su nacionalidad española. Intentar movilizarse para defenderla es ignorar quién es hoy Repsol, una compañía (como Endesa, otra empresa privatizada por el PP) que se caracteriza por su insensibilidad hacia el usuario español. Como siempre hacen los nacionalistas, el PP está manejando la bandera para defender, no los intereses generales, sino los muy particulares. En realidad, la nula sensibilidad patriótica de Repsol se expresa en que es una de las empresas del IBEX 35 que utiliza más los paraísos fiscales, a fin de evitar pagar impuestos al Estado español, como bien ha señalado Juan Torres en su artículo “¿Argentina es quién perjudica a España?” ¡De patriota, Repsol, nada!
Vicenç Navarro. Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University
Fuente: http://blogs.publico.es/dominiopublico/5153/el-ocaso-del-neoliberalismo-en-america-latina-el-caso-de-argentina/

viernes, 27 de abril de 2012


   
Colombia e Israel “hermanados” en la violación de Derechos Humanos


Revista Pueblos...27/04/2012

El día 16 de este mes se reunieron en Bogotá los ministros de defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón y de Israel, Ehud Barak para “elevar su relación a un nivel estratégico para enfrentar al terrorismo y el crimen transnacional”, analizar la posibilidad de que Colombia adquiera “drones” (aviones no tripulados) de fabricación israelí, que ambos países compartan información de inteligencia y dar seguimiento a la presencia de asesores israelíes en misiones conjuntas de operaciones especiales en la lucha contra la guerrilla.Israel y Colombia han establecido estrechas relaciones diplomáticas desde hace más de cincuenta años cuando abrieron embajadas en sus respectivos países y desde entonces han desarrollado un proceso expansivo de intercambios militares, económicos, comerciales y culturales. Una muestra de ello es que desde el año 1982 un batallón de soldados colombianos forma parte de la fuerza internacional que vigila la región del Sinaí, después del Acuerdo de Paz entre Egipto e Israel.
Las relaciones entre ambos países cada vez se estrechan más e incrementan en volumen y en áreas de actuación. El gobierno de Israel ha ofrecido más de 100 becas a profesionales colombianos, expertos israelíes colaboran estrechamente con universidades colombianas y asesoran sectores agrícolas como el banano y la floricultura, además de algunas áreas relacionadas con la educación y la sanidad. Así mismo es importante la labor en cuanto a Seminarios, como el recientemente celebrado en marzo en Barranquilla bajo el título de: “Israel, Agricultura, Innovación y Tecnología”, o el realizado en Medellín, en febrero, “Empresas de alto impacto: el caso de Israel y su relevancia para Colombia”, impartido por asesores israelíes para empresarios y miembros de las Universidades o la presentación de la Conferencia Agrícola Internacional a celebrar en Israel del 15 al 17 de mayo de este año.
Además la presencia de Israel en Colombia en el plano artístico es muy grande, así como la programación cultural colombiana tiene muy presente a artistas israelís. Muestra de ello fue la presencia del 23 al 26 de marzo de este año de la compañía israelí Inbal Pinto & Avshalom Pollak Dance Company.
En cambio la presencia colombiana en Israel es menor y la encabezan artistas como Shakira y Carlos Vives o el escultor Fernando Botero.
Ambos países están fortaleciendo sus relaciones de intercambio comercial: Israel exporta productos agroindustriales, químicos y componentes de comunicación y Colombia exporta carbón, materias primas, productos agrícolas y telenovelas.
Colombia e Israel ya han finalizado el documento que contiene los términos que regirán el proceso de negociación del Tratado de Libre Comercio entre ambos países. La última reunión tuvo lugar entre el 19 y el 23 de marzo y con ella se cerraron seis meses de negociación. Este tratado se suma al que Israel ya tiene firmado con México (2000) y Mercosur (2007).
En la entrevista entre Barak y Pinzón, este dijo: “Colombia desde hace años tiene acceso a empresas de Israel para adquirir equipos de tecnología y ello ha quedado reflejado en el aumento de la efectividad en la lucha contra organizaciones terroristas”. Así mismo aludió a la colaboración de la empresa “Israel Military Industries” que junto a la colombiana Indumil fabrican en Colombia fusiles galil. Sin embargo el Ministro Pinzón olvidó mencionar el gran apoyo de asesores israelís en la lucha contra las FARC ni el despliegue de grandes empresas de seguridad cuyos dueños son ciudadanos israelíes.
El aumento del gasto militar en Colombia supone un 15,2% y ocupa el segundo puesto a nivel latinoamericano, después de Brasil (46,4%) y por delante de Chile (10,2%) de un total de 12.468 millones de dólares en 2010. Esta cifra representó un 4,9 % de su PIB y ocurre en un país donde el 46% de su población vive en condiciones de pobreza. Por su parte Israel aumentó, en 2011, 190 millones su presupuesto de defensa, alcanzando una cifra de 15.000 millones de dólares. Esta cantidad consume un 7,3% de su Producto Nacional Bruto en un país donde un 23,6% de su población vive bajo nivel de pobreza.
Esta “hermandad” entre Colombia e Israel no es sorprendente, ya que ambos países tienen el honor de ser parte de la élite de aquellos que más vulneran los Derechos Humanos en el mundo. Así, recientemente, Colombia ha sido puesta en la “lista negra” de países que violan los Derechos Humanos según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Este organismo resalta la impunidad en el caso de los “falsos positivos”, las reformas que buscan fortalecer el fuero militar y la falta de avances significativos en la aplicación de la Ley de Justicia y Paz al dictarse una única sentencia firme. A estos hechos, otros organismos suman los homicidios contra sindicalistas y miembros de organizaciones sociales y de derechos humanos, la violencia sexual contra las mujeres como una práctica sistemática y como estrategia habitual en el conflicto, el desplazamiento de la población, la existencia de numerosos grupos paramilitares, los ataques a las organizaciones y personas defensoras de los derechos humanos, la existencia de fosas comunes, las torturas, la existencia de alrededor de 9.500 presos políticos, las desapariciones o la discriminación contra la población indígena y afro.
Por otra parte, diversos organismos de derechos humanos y solidaridad como Amnistía Internacional, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU o la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina, cuestionan la situación de Derechos Humanos en Israel, “la única democracia de Oriente Medio” y su nivel de impunidad. La medida tomada por el Consejo de DD.HH de Naciones Unidas referida a investigar el impacto de las colonias judías en Territorio Palestino Ocupado, llevó al gobierno israelí a romper relaciones con dicho organismo en marzo de este año. Muchos de los organismos de Derechos Humanos resaltan la situación de Apartheid que vive la población palestina producto de la Ocupación: crímenes de guerra, utilización de personas como “escudos humanos”, bloqueo de ayuda médica, torturas, detenciones arbitrarias, alrededor de 6.000 presos políticos, destrucción de viviendas y terrenos agrícolas, asentamientos de colonos, asesinatos selectivos, checkpoints, la construcción del Muro (declarado ilegal por el Tribunal Internacional de Justicia de la Haya), discriminación de la población árabe con ciudadanía israelí, política de represión y terror sobre las mujeres y los cerca 4,6 millones de refugiados que viven fundamentalmente en los países vecinos.
Los dos ministros, el colombiano y el israelí, hablaron de compartir experiencias mutuas y fortalecer su amistad en la lucha de lo que ellos llaman organizaciones terroristas, que en el caso colombiano además de las FARC y el ELN comprende a muchas organizaciones sociales y en el palestino todas aquellas que se oponen al apartheid.
Es significativo como ambos países, gracias al gran apoyo militar de EE.UU, ejercen el papel de gendarmes de la política exterior norteamericana en sus respectivas áreas de influencia. Colombia recibió en 2012, 37 millones de dólares de ayuda militar directa y 160 millones de dólares para la lucha contra el “narcotráfico” e Israel recibió 364 millones de dólares de ayuda militar.
Las cifras nos hablan más que las palabras y esta “hermandad“ entre ambos países está basada en su concepción de la política sistemática de vulneración de los Derechos Humanos que pueden ejercer con impunidad internacional gracias al apadrinamiento del gobierno norteamericano y al silencio cómplice de la Unión Europea. Es de esperar que las luchas de los pueblos colombiano y palestino, con la complicidad de la solidaridad internacional, puedan revertir este “abrazo entre violadores” y la lucha contra la impunidad y la injusticia impere en ambos países. 
Luis Nieto es miembro de la Asociación Paz con Dignidad, coordinador del Observatorio de las Multinacionales en América Latina (OMAL)
Fuente: http://www.revistapueblos.org/spip.php?article2398

jueves, 26 de abril de 2012


     
¿Se prepara un "Golfo de Tonkín" persa?
El portaaviones "USS Enterprise" como cebo


CounterPunch...26/04/2012

El portaaviones Enterprise ha llegado al Golfo Pérsico, aunque antiguo y lento es un pararrayos potencial en la guerra contra Irán. Como me dijo un marino retirado el mes pasado: “Un par de torpedos harían tambalear la cosa, y nos veríamos de nuevo ante el Álamo, el Maine, el Lusitania, Pearl Harbor, el Golfo de Tonkín y el 11-S, con Irán en el punto de mira”.El Enterprise se suma innecesariamente al grupo de ataque del portaaviones Lincoln de 100.000 toneladas que ya está en el Golfo con su tripulación de 3.200 personas. TV-Novosti informó el 10 de abril de que el presidente Obama envió al Golfo en marzo su segundo grupo anfibio de ataque. Esos barcos armados incluyen un submarino nuclear, un escuadrón de helicópteros y más de 2.000 marines.
Con 51 años, el Enterprise es el barco más antiguo de la Armada y ha estado en acción desde la Crisis de los Misiles con Cuba en 1962. Desde el bombardeo de Laos en 1973 y el bombardeo en 1986 de Libia, a los 360.000 kilos de municiones que disparó sobre Afganistán en 2001, el Enterprise ha ayudado a mantener una cadena de situaciones productoras de atrocidades que no tiene fin a la vista.
La misión del Enterprise en el Golfo será la última que haga, ya que se sacará del servicio activo en otoño de este año. Pero no tiene ningún sentido como maquinaria bélica ya que hay a disposición 11 portaaviones más nuevos y sofisticados. Por cierto, el Enterprise es un inconveniente inmensamente costoso, un montón letal de chatarra peligrosa. Sus reactores y desechos de combustible ferozmente radiactivos requieren una eliminación peligrosa y costosa y aislamiento de largo plazo de la ecosfera por ser material de desecho nuclear.
Por lo tanto el Enterprise, el primer portaaviones nuclear de la historia, ronda por el Golfo con montones de pólvora. Su “grupo de ataque 12” consiste de: Ala Aérea de Portaaviones 1; crucero de misiles teleguiados Vicksburg; y Escuadrón de Destructores 2, que incluye los destructores de misiles teleguiados Nitze, Porter y James E. Williams. El Enterprise mide 342 metros de largo, pesa 94.000 toneladas, tiene 8 reactores de propulsión, cuatro timones de 35 toneladas, dos gimnasios, una tripulación de 3.100 personas por lo menos, una estación de televisión y –sin duda para demostrar una prensa libre– un periódico diario.
El gobierno sabe que su pérdida en alta mar sería más barata que retirarlo, y si puede amedrentar al país para que haga otra guerra, nuestros fabricantes de municiones y mercaderes de armas seguirán nadando en miles de millones de dólares de los fondos públicos en defensa de la libertad y de la paz. En enero, cuando el secretario de Defensa Leon Panetta dijo por primera vez que mandaría el Enterprise al Golfo “para enviar un mensaje directo a Irán”, el precio de la gasolina aumentó vertiginosamente y se mantuvo alto. Casi se pensaría que a los gigantes petroleros les gusta la guerra. A las corporaciones contratistas privadas del Departamento de Defensa ciertamente les gusta.
Para lograr que la opinión pública y la OTAN apoyen la guerra contra Irán, los partidarios de la guerra tienen que dejar de lado nuestros síndromes de Vietnam, Iraq y Afganistán y atemorizar a Rusia, China e India. ¿Qué sería mejor que aparentar que Irán émpezó la guerra? El despliegue del Enterprise es escalofriante en el contexto de anteriores provocaciones de “bandera falsa” en la región. Como antes en el Affaire Lavon, cuando Israel realmente atacó al barco espía estadounidense Liberty el 8 de junio de 1967 –utilizando cazabombarderos jet sin identificación y torpedos– culpando inicialmente a Egipto en un intento de involucrar a EE.UU. en la guerra. Israel afirmó posteriormente que lo atacó porque pensó que era un barco egipcio, pero no se acusó ni se castigó a nadie. Ward Boston, Abogado Sénior de la Armada en el Tribunal de Investigación, dice en un afidávit de 2002: “Tanto el [principal investigador] almirante [Isaac] Kidd y yo creímos con certeza que este ataque, que costó la vida a 34 marineros e hirió a 172, fue un esfuerzo deliberado de hundir un barco estadounidense y de matar a toda su tripulación”.
Hoy en día el Enterprise no tiene nada que hacer fuera de actuar como la más grasienta presa fácil de la historia. Nadie debería creer que Irán es lo bastante estúpido como para caer en la trampa.
John LaForge forma parte del personal de Nukewatch, un grupo de Wisconsin contra la guerra, y es el editor del informe trimestral.
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Fuente: http://www.counterpunch.org/2012/04/24/a-persian-gulf-of-tonkin-in-the-making/

miércoles, 25 de abril de 2012


       
La expropiación de YPF y los debates habilitados


Rebelión...25/04/2012

El pasado lunes 16/04/2012 la presidente Cristina Fernández anunció la expropiación del paquete mayoritario de YPF (en manos de Repsol), lo que supone la transferencia de un 51% del capital accionario a manos del Estado, distribuido entre el Estado nacional con 26% y los Estados provinciales petroleros con 25%. Se asegura así el control estatal de la gestión de la empresa que lidera el mercado nacional de hidrocarburos (un tercio aproximadamente).
Conviene aclarar, que en el anuncio presidencial se manifestó que no se trata de una estatización. Que la forma jurídica continua siendo una sociedad anónima, con capital abierto a inversores locales o externos. De hecho, Repsol continúa con tenencias de capital por el 6%, el Grupo Petersen (familia Eskenazi, de origen local) seguirá con poco más del 25%, transformándose en el segundo inversor detrás del Estado nacional. De hecho, la propiedad quedará del siguiente modo: con el 26,03% el Estado nacional; con el 25,46% el Grupo Petersen; con el 24,99% los Estados provinciales; con el 6,43% Repsol y un remanente del 17,09% de circulación vía bolsas.
Junto a la presentación del proyecto de expropiación en trámite parlamentario, se decidió la intervención de la empresa, desplazando a la actual gestión con un equipo de funcionarios del poder ejecutivo que incluye al Ministro de Planificación, al Vice ministro de Economía y al Secretario de Energía.
Apoyos y críticas
La medida generó hasta ahora un amplio apoyo en el sistema político y en ámbito sociales, con las lógicas críticas de un arco opositor en una perspectiva de “derecha” y privatista por principios ideológicos; y una airada respuesta del gobierno español, que intenta tapar su propia crisis identificando a la transnacional petrolera con los intereses de España. Esa misma posición fue asumida por la mayoría del parlamento europeo, con la excepción de verdes y rojos. Varias organizaciones y personalidades del movimiento popular, los indignados y la izquierda española y europea se manifestaron en solidaridad con las decisiones soberanas de la Argentina y contra la transnacional petrolera y las manifestaciones de sus Estados.
Uno de los argumentos principales de la crítica ideológica alude a la “seguridad jurídica” de los inversores y a las potenciales demandas en tribunales internacionales, caso del CIADI. El país queda así condicionado por el chantaje de la institucionalidad neoliberal suscripta en los 90´, sean los tratados bilaterales de inversión, o la adhesión al CIADI. Son varios los países que denunciaron su pertenencia al ámbito litigioso del Banco Mundial, tal como ocurrió con Venezuela, Bolivia o Ecuador; o que nunca ingresaron, tal el caso de Brasil. Si bien debieron denunciarse previamente esos acuerdos de fomento de la dependencia, las amenazas actuales exigen la denuncia de los tratados en tiempo perentorio.
Está previsto un Comité de gestión compartido entre el Estado nacional y los Estados provinciales, lo que habilitó la demanda de otras provincias no petroleras para receptar los beneficios de la producción. Existen provincias que sin tener reservas en su territorio, procesan combustibles, tal caso emblemático de Buenos Aires, a la sazón el Estado provincial más extenso y de mayor asentamiento poblacional que acredita el mayor volumen en destilación del crudo y procesamiento del gas. El argumento esgrimido por algunos gobernadores remite a la distribución extendida del fondo sojero entre los municipios de todo el país, con independencia del territorio de plantación de la oleaginosa.
Más allá de los apoyos y críticas a la cuestión esencial, la expropiación parcial, se abrió un debate sobre los alcances de la medida. Entre muchos interrogantes se discute el porqué se limita la medida solo del 51% del capital y no el 100%. En ese sentido también se considera que no alcanza con la estatización como propuesta y se interroga si lo que corresponde no debe pasar por la socialización, involucrando en la gestión de la empresa a los trabajadores y a la sociedad, en su calidad de consumidores y usuarios con derecho a la energía.
No solo se analiza la cuantía del capital, sino también si corresponde o no la indemnización, un tema relegado en el proyecto al dictamen del Tribunal de Tasación. En el asunto interviene desde el valor de contabilidad hasta la valuación de las acciones en el mercado bursátil. Son valores mediados por el daño ambiental y el deterioro de la infraestructura; incluso la consideración de la inversión originaria y la nula reinversión, especialmente con el hecho verificado de la remisión de utilidades por casi el 100% de lo obtenido por la YPF.
Política energética en discusión
Un aspecto central para el presente y el futuro es la política energética, ya que la expropiación supone la crítica a lo acontecido en las últimas dos décadas. No solo se trata de baja de la producción de YPF, sino que es una situación que involucra al conjunto del sector productor de hidrocarburos. En la cuenta negativa se registran la disminución de las reservas de petróleo y gas, que explica el gasto de 9.300 millones de dólares en importaciones de combustibles durante el 2011, más del doble que en el 2010, y menos de lo previsto hasta ahora para el año 2012.
El balance sobre la política energética es negativo y no solo se adjudica a la cuenta de la iniciativa privada, sino al descontrol oficial, desde la presencia del poder ejecutivo en el directorio (avalando la gestión), sino desde todos los ámbitos de contralor, sean nacionales o provinciales.
La intervención ya habilitó conversaciones con otras petroleras para asociarse en el aumento de la producción. Es quizá una señal de continuidad en la gestión favorable a la iniciativa privada, especialmente extranjera.
El camino a transitar tiene que privilegiar una auditoría a fondo, sobre la gestión y la producción, para en ese camino transitar nuevos rumbos, aprovechando el carácter excedentario de YPF para una reinversión productiva y considerar la utilización de otros recursos propios del Estado, lo que supone una amplia discusión en dos sentidos. Uno remite al origen de esos fondos; y otra al destino de la producción, ya que es tiempo de discutir el para qué de la producción de hidrocarburos. La indicación de un objetivo por el auto sostenimiento, contenido en el proyecto del poder ejecutivo significa la continuidad de un modelo productivo y de desarrollo que también debe analizarse.
¿Hay que continuar con el uso de hidrocarburos para un modelo productivo que favorece la dependencia tecnológica, productiva, económica y financiera? ¿Es posible otro destino para los hidrocarburos?
En ese sentido, puede pensarse otra inserción productiva mundial del país, pensando en la soberanía energética ampliada a nuestramérica, integrando esfuerzos económicos y tecnológicos para un modelo productivo y de desarrollo que asegure soberanía alimentaria y se sostenga desde la soberanía financiera. Lo que se discute es la soberanía y la integración. Son dimensiones del problema que cuentan en el marco de la crisis energética, en tanto parte de la crisis de la economía mundial.
Con la expropiación parcial de YPF son diversos los aspectos que se involucran en el debate nacional y mundial. La respuesta neocolonial o imperialista proveniente de España y de Europa da cuenta que no existen temas específicamente nacionales, y que el debate confluye recurrentemente a la discusión del orden mundial.
Julio C. Gambina es Doctor en Ciencias Sociales de la UBA. Profesor de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario. Profesor de posgrado sobre Economía Política en diversas Universidades de Argentina y América Latina. Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP. Miembro del Comité Directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO.

lunes, 23 de abril de 2012


   
Los críticos de Argentina se equivocan de nuevo ante la renacionalización del petróleo


The Guardian/Znet...23/04/2012

La decisión del gobierno argentino de renacionalizar la compañía de gas y petróleo YPF ha sido recibida con aullidos de indignación, amenazas, pronósticos de furia y ruina, y algunos groseros insultos en la prensa internacional. No es nada nuevo.
Cuando el gobierno declaró el incumplimiento del pago de su deuda a finales de 2001 y luego devaluó su moneda unas pocas semanas después, solo hubo gritos de desesperanza en los medios. La devaluación llevaría a una inflación fuera de control, el país enfrentaría una crisis en su balanza de pagos por no poder pedir prestado, la economía caería en una espiral descendente hacia una recesión más profunda. Entonces, entre 2002 y 2011, el PIB real de Argentina creció en cerca de un 90%, el crecimiento más rápido del hemisferio. El empleo está ahora a niveles récord, y la pobreza y la extrema pobreza se han reducido en dos tercios. Los gastos sociales, ajustados a la inflación, se se han casi triplicado. Es probable que sea el motivo por el cual Cristina Kirchner fue reelegida en octubre pasado por una gran mayoría.
Por cierto, pocas veces se menciona esta historia de éxito, sobre todo porque tuvo que ver con la reversión de muchas de las políticas neoliberales fracasadas –que fueron respaldadas por Washington y su Fondo Monetario Internacional– y que llevaron al país a la ruina en su peor recesión de 1998-2002. Ahora el gobierno está revirtiendo otra política neoliberal fracasada de los años noventa: la privatización de su industria del petróleo y del gas, que para comenzar jamás debería haber tenido lugar.
Existen buenos motivos para esta decisión, y es muy probable que el gobierno tenga razón una vez más. Repsol, la compañía petrolera española que actualmente posee un 57% de YPF de Argentina, no ha producido lo suficiente para ajustarse al rápido crecimiento de la economía argentina. Desde 2004 hasta 2011, la producción de petróleo de Argentina ha disminuido realmente en casi un 20% y el gas en 13%, y YPF es responsable en gran parte de esta situación. Las reservas probadas de petróleo y gas de la compañía también han disminuido sustancialmente en los últimos años.
El desfase de la producción no es solo un problema de satisfacción de las necesidades de consumidores y empresas, también es un serio problema macroeconómico. El déficit en la producción de petróleo y gas ha causado un rápido aumento de las importaciones. En 2011 éstas se duplicaron en comparación con el año anterior a 9.400 millones de dólares, anulando así una gran parte del superávit comercial de Argentina. Una balanza comercial favorable ha sido muy importante para Argentina desde su default en 2001. Como el gobierno está excluido en gran parte de los préstamos en los mercados financieros internacionales, tiene que tener cuidado de tener suficientes divisas extranjeras para evitar una crisis en la balanza de pagos. Es otro motivo por el cual ya no se puede permitir que la producción y administración de la energía esté en el sector privado.
¿Por qué entonces la indignación contra la decisión argentina de tomar –mediante una expropiación– el control de la empresa que durante la mayor parte de su historia fue la compañía petrolera nacional? México nacionalizó su petróleo en 1938 y, como muchos países de la OPEP ni siquiera permite inversiones extranjeras en el petróleo. La mayoría de los productores de petróleo y gas del mundo, de Arabia Saudí a Noruega, tienen compañías de propiedad estatal. Las privatizaciones de petróleo y gas en los años noventa fueron una aberración; el neoliberalismo fuera de control. Incluso cuando Brasil privatizó 100.000 millones de dólares de empresas estatales en los años noventa, el gobierno mantuvo el control mayoritario de la corporación energética Petrobras.
Mientras Latinoamérica ha logrado su “segunda independencia” durante la última década y media, el control soberano de los recursos energéticos ha sido una parte importante de la recuperación económica de la región. Bolivia renacionalizó su industria de hidrocarburos en 2006, y aumentó los ingresos de hidrocarburos de menos de un 10% a más de 20% del PIB (la diferencia sería cerca de dos tercios de los actuales ingresos del gobierno en EE.UU.). Ecuador, bajo Rafael Correa, aumentó considerablemente su control sobre el petróleo y su parte de la producción de compañías privadas.
Por lo tanto Argentina se está poniendo al día con sus vecinos y el mundo, y revirtiendo errores pasados en esta área. En cuanto a sus detractores, están en una posición débil si quieren lanzar piedras. Las agencias de calificación crediticia amenazan con bajar de categoría a Argentina, ¿alguien las sigue tomando en serio después que dieron calificaciones AAA a chatarra respaldada por hipotecas durante la burbuja inmobiliaria, y luego pretendieron que el gobierno de EE.UU. podría ir a la bancarrota? Y en cuanto a las amenazas de la Unión Europea y del gobierno derechista de España, ¿qué han hecho bien recientemente, con Europa en medio de su segunda recesión en tres años, a casi mitad de camino en una década perdida, y con 24% de desempleo en España?
Es interesante que Argentina haya tenido un éxito económico tan notable durante los últimos nueve años mientras ha recibido muy poca inversión directa del extranjero y la eluden los mercados financieros internacionales. Según la mayor parte de la prensa de negocios, son dos sectores de extrema importancia que cualquier gobierno tiene que complacer. Pero el gobierno argentino ha tenido otras prioridades. Tal vez sea otro motivo por el cual atacan tanto a Argentina.
Mark Weisbrot es codirector del Center for Economic and Policy Research (CEPR), en Washington, D.C. Obtuvo un doctorado en economía por la Universidad de Michigan. Es coautor, junto con Dean Baker, del libro Social Security: The Phony Crisis (University of Chicago Press, 2000), y ha escrito numerosos informes de investigación sobre política económica. Es también presidente de la organización Just Foreign Policy.
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Fuente: http://www.zcommunications.org/argentinas-critics-are-wrong-again-about-renationalising-oil-by-mark-weisbrot