sábado, 28 de julio de 2012


  
Tenencia de armas en EE.UU
Ya es hora de un cambio


Democracy Now!...28/07/2012

James Holmes, el presunto autor de la masacre de Aurora, Colorado, aparentemente se hizo de su arsenal con bastante facilidad. Algunas de las armas que poseía eran ilegales hace tan solo ocho años. Un proyecto de ley que está siendo estudiado por el Congreso podría volver a convertir en ilegales no las armas en sí, pero al menos a los cargadores de gran capacidad que permiten disparar balas rápidamente sin tener que detenerse a recargar el arma. Al parecer, Holmes adquirió la mayor parte de su armamento en los últimos meses. Es posible que, si hubiera leyes de control de armas razonables, que incluyeran la prohibición de cargadores de gran capacidad, muchas de las víctimas de Aurora que ahora están muertas o padecen heridas de gravedad estarían sanas y salvas.
Los hechos del ataque son de público conocimiento. Holmes aparentemente irrumpió en la sala repleta de gente durante el estreno de la película de Batman “El caballero de la noche asciende” y lanzó una o dos latas de una especie de gas o sustancia irritante, que explotaron. A continuación comenzó a disparar metódicamente contra el público: mató a 12 personas e hirió a otras 58.
“La película había comenzado hacía aproximadamente quince minutos cuando escuchamos que alguien abrió la puerta de una patada. Aparentemente la abrieron por la fuerza, pero la patearon y alguien ingresó a la sala y lanzó una bomba de humo al público. Pensamos que era una broma. Yo pensé que era una bomba de olor, algo un poco infantil, pero cuando la lata explotó todos comenzaron a gritar y fue en ese momento que el atacante abrió fuego contra la multitud y reinó el caos”, me dijo Omar Esparza, que estaba en la tercera fila del cine junto a cinco amigos en una celebración de cumpleaños. “Comenzó a abrir fuego contra el público y a disparar en cualquier dirección. Fue en ese momento que todo el mundo comenzó a gritar y a entrar en pánico. Ya mucha gente había recibido impactos de bala en ese tiroteo inicial y fue en ese momento que todos se fueron al suelo y comenzaron a salir. En un momento dejamos de escuchar el ruido de los disparos y parecía que estaba cambiando de arma o recargando su rifle. En ese preciso instante de silencio nos dimos cuenta de que era nuestra única oportunidad de salir si no queríamos morir. En ese segundo tuvimos que reaccionar y salir lo más pronto posible. Nos salvamos por muy poco, porque aproximadamente un segundo después de que salimos escuchamos que comenzó a disparar nuevamente”.
El momento de silencio se debió a que una de las armas se trancó. CNN informó que “según afirmó el domingo una fuente policial que tiene conocimiento directo de la investigación, el rifle semiautomático utilizado en la matanza del cine de Colorado se trancó en medio del tiroteo”.
Holmes supuestamente tenía un fusil AR-15, equipado con un cargador de tambor con capacidad para 100 cartuchos, además de dos pistolas Glock con cargadores con capacidad ampliada para 40 cartuchos y una escopeta Remington 870 que puede disparar hasta siete cartuchos sin necesidad de recargar. El fusil AR-15 puede disparar de 50 a 60 cartuchos por minuto. Holmes tenía un arsenal enorme, que adquirió fácilmente en tiendas minoristas y en Internet.
Carolyn McCarthy es congresista de Long Island, Nueva York. Su esposo recibió un disparo en la cabeza durante la masacre del ferrocarril de Long Island en 1993 y fue una de las seis víctimas mortales. Su hijo también recibió un disparo en la cabeza, pero sobrevivió y quedó paralítico. McCarthy era enfermera en aquel entonces, pero cuando el congresista que la representaba votó en contra de la prohibición de las armas de asalto se presentó como su rival en las elecciones, fue electa al Congreso y desde entonces es congresista.
McCarthy presentó el proyecto de ley H.R. 308 sobre artefactos de alimentación de municiones de gran capacidad, que prohibiría la venta o traspaso de estos cargadores de gran capacidad que posibilitaron la gran cantidad de muertes en Aurora y en Tucson, Arizona en enero de 2011 cuando la congresista Gabrielle Giffords recibió un disparo y seis personas murieron. La congresista McCarthy me dijo: “El problema es que los políticos y los legisladores de todo el país se sienten intimidados por la Asociación Nacional del Rifle y por los fabricantes de armas, que aportan tanto dinero a las campañas que pueden decir ‘si toman medidas en contra de nosotros les haremos perder las elecciones’. El sentido común diría que estamos en condiciones de aprobar una legislación razonable sobre armas y seguridad e intentar salvar vidas. Esa es la conclusión principal”.
Un grupo que promueve la prohibición de armas con cartuchos de gran capacidad es la Campaña Brady para prevenir la violencia con armas, llamada así en honor a Jim Brady, el secretario de prensa que quedó discapacitado tras recibir un disparo en la cabeza en el intento de asesinato del presidente Ronald Reagan en 1981. Hablé con Colin Goddard, que trabaja para dicha organización. Goddard sobrevivió a la masacre de Virginia Tech, donde 32 personas fueron asesinadas y donde recibió cuatro disparos. Le pregunté acerca de algo que actualmente se dice muy a menudo en la televisión acerca de que es demasiado político hablar del control de armas antes de que las víctimas hayan sido enterradas.
Goddard me respondió: “Ya hace mucho tiempo que deberíamos estar hablando de soluciones. Este debate tendría que haber tenido lugar antes de que sucediera esta masacre. Es increíble cuando escuchas a la gente decir que quieren que pase el tiempo. Esto sucede cuando la gente está indignada. Es en este momento que la gente se da cuenta de que esto podría pasarle a ellos. No podemos esperar. No podemos tener este debate dentro de varios meses cuando suceda la próxima masacre. Si no cambiamos las cosas no podemos esperar que las cosas sean diferentes en el futuro. Ahora es el momento de hacer un cambio. Podemos hacerlo”.

Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
© 2012 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 550 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 350 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.

viernes, 27 de julio de 2012


  
Solidaridad internacional con Chavez frente al nuevo Plan Cóndor de Capriles


Aporrea...27/07/2012

Frente al éxito del neoliberalismo, un régimen de barbarie posible solo por la fragmentación de los pueblos, una nueva ola de solidaridad mundial sostenida en los valores del socialismo, la democracia y la soberanía, escribe una nueva gramática que permite leer con esperanza el futuro.
Las recetas neoliberales (privatización del sector público, apertura de fronteras a las empresas transnacionales y desregulación del trabajo y las finanzas) postraron a África, América latina y Asia durante más de dos décadas. Pero un aliento bolivariano llenó de aire fresco la habitación cerrada del continente. La victoria del presidente Chávez en 1998 marcó el comienzo de una nueva etapa que tuvo que luchar contra siglos de dominación, que tuvo que enfrentar un entramado internacional construido a favor de la minorías privilegiadas y que necesitó conjurar una “santa alianza” de los países del norte, armados con ejércitos y medios de comunicación, para evitar que nada cambiara al precio que fuera. Pero, con todo en contra, resultó victoriosa. Cuando se derrota al dragón, la leyenda comienza. Y a ese dragón, además, lo derrotó el pueblo.
Cerradas las puertas del sur al saqueo de América latina, con la naturaleza gritando su deterioro y con las mentiras del capitalismo financiero desveladas, el norte ha empezado a sufrir su propia medicina. El Fondo Monetario Internacional dicta planes de ajuste a Madrid, Atenas o Roma, a New Orleans, Ottawa y Harlem, y los pueblos se giran a mirar al proceso bolivariano entendiendo que ahí está en vigor una solución que camina en dirección contraria a la barbarie capitalista. Las mentiras de los medios internacionales sobre el proceso bolivariano hacen aguas y en las calles la gente empieza a preguntarse: ¿qué está pasando en Venezuela que anda ese pueblo mucho más contento?
Por eso, el día 24 se celebró una jornada internacional de apoyo al proceso bolivariano, impulsada desde el Foro de Sao Paulo, que convocó a más de 100 ciudades a gritar con alegría su compromiso con el Presidente Chávez y la revolución bolivariana. Un gesto de solidaridad que se une a esa reinvención de la solidaridad internacional que significaron las manifestaciones mundiales contra la guerra de Irak, la protesta internacional de los indignados contra el neoliberalismo, que une a los pueblos que luchan por la libertad sea en la plaza Tahrir de Egipto, en contra de la intervención de la OTAN en el norte de África, por la soberanía en Palestina o el Sahara, contra los golpes en Honduras o Paraguay, contra el intervencionismo imperialista en Haití, en Puerto Rico, y también en Bolivia, en Ecuador, en Venezuela, sin olvidar el bloqueo a Cuba o el abuso norteamericano en el FMI, en el Banco Mundial o en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La solidaridad de los pueblos del mundo contrasta dramáticamente con los apoyos internacionales a Capriles Radonski, entregado a una nueva Santa Alianza que busca restaurar los privilegios de las nuevas monarquías absolutas del dinero, las finanzas, el egoísmo y el lucro. El apoyo de los pueblos del mundo frente al abrazo de Capriles a Uribe, Presidente responsable de convertir a Colombia en un narco estado; el apoyo del presidente Evo Morales o Rafael Correa al comandante Chávez frente al abrazo de Capriles a Mariano Rajoy y José Maria Aznar, responsables del hundimiento actual de España, el apoyo de los indignados del mundo a Presidente Chávez frente al abrazo de Capriles a los candidatos de la derecha norteamericana que ya han anunciado sus intenciones de intervenir en suelo venezolano y tumbar el proceso bolivariano.
El capitalismo en crisis siempre ha resultado en guerras y autoritarismo. Pasó en la crisis de 1929 (con el doloroso recuerdo de la guerra civil española), pasó en la crisis de 1973 (con el doloroso recuerdo del golpe contra Salvador Allende y el socialismo humano del Frente Popular) y sigue siendo una baza para los enemigos de la justicia. Por eso el proceso bolivariano y el presidente Chavez han sufrido todos los golpes y todos los ataques de los poderosos del mundo. Ahora, también la solidaridad. Los pueblos del mundo saben que la democracia mundial se defiende ahora mismo en Venezuela. En un lado, la emancipación, la unidad latinoamericana, el respeto a la Pachamama, la apuesta por los humildes, la firmeza contra los poderosos. En el otro, la venta de las riquezas nacionales, el uso de la fuerza contra los pueblos, las alianzas internacionales para golpear a los pobres y perseguir a los defensores de la democracia, la subordinación a las potencias imperiales. En un lado, el Presidente Chavez y su pueblo. En otro, Capriles Radonski y el nuevo plan Cóndor. En el fondo, tampoco es tan extraño que la solidaridad internacional sea tan evidente a favor del Presidente Chávez. Una solidaridad propia de los pueblos que han recuperado su memoria.
contacto@unidosconvenezuela.org

Fuente: http://www.aporrea.org/tiburon/a147414.html

jueves, 26 de julio de 2012


     
Según un funcionario mexicano
La CIA maneja el narcotráfico


IPS...26/07/2012

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos y otras fuerzas de seguridad internacionales "no luchan contra los narcotraficantes", sino que "intentan manejar el comercio de drogas", dijo a Al Jazeera un portavoz del gobierno del norteño estado mexicano de Chihuahua.Las denuncias por parte de activistas, académicos y exfuncionarios sobre la complicidad oficial en el negocio de la droga no son nuevas. Pero sí lo son cuando parten de un representante oficial de uno de los estados más violentos de México, fronterizo con el estadounidense de Texas.

"Son como las compañías de control de plagas, solo controlan", dijo Guillermo Terrazas Villanueva, portavoz de Chihuahua, en conversación con Al Jazeera el mes pasado en su oficina de Ciudad Juárez. "Si acabas con las pestes, te quedas sin trabajo. Si acaban con el negocio de la droga, se quedan sin empleo".

Un portavoz de la CIA en Washington no quiso comentar directamente estas acusaciones, y en cambio sugirió a Al Jazeera que consultara un sitio web oficial.

Acusaciones son "patrañas"

Terrazas Villanueva no es un funcionario de alto rango, y sus opiniones no representan a los responsables de la política exterior de México. Otros funcionarios del estado, incluyendo al alcalde de Ciudad Juárez, Héctor Murguía Lardizábal, rechazaron las afirmaciones y las calificaron de "patrañas".

"Creo que la CIA y la DEA (agencia antidrogas de Estados Unidos) están del mismo lado que nosotros en la lucha contra las bandas de la droga", dijo Murguía Lardizábal en una entrevista realizada en su automóvil todoterreno. "Tenemos una excelente colaboración con Estados Unidos", aseguró.

Bajo la Iniciativa Mérida, el Congreso legislativo estadounidense aprobó más de 1.400 millones de dólares de ayuda a la guerra contra el narcotráfico en México, suministrando helicópteros de ataque, armas y capacitación para policías y jueces.

Más de 55.000 personas han muerto en México por la violencia relacionada con la droga desde diciembre de 2006.

En forma extraoficial, residentes y representantes de todo el espectro político mexicano atribuyen este estado de cosas al cóctel letal que forman la demanda de estupefacientes de Estados Unidos y el flujo de armas de gran poder a través de la frontera.

La "ilusión" de una guerra

"La guerra contra las drogas es una ilusión", dijo Hugo Almada Mireles, profesor de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y autor de varios libros. "Es una razón para intervenir en América Latina", dijo a Al Jazeera.

"La CIA quiere controlar a la población. No quiere detener el tráfico de armas a México. Mire (por ejemplo a la operación) Rápido y Furioso", afirmó, en referencia a la fracasada iniciativa estadounidense por la cual se permitió durante 15 meses el tráfico de armas automáticas con la esperanza de poder rastrearlas y detener a los criminales.

Pero el Buró de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego de Estados Unidos perdió el rastro de 1.700 armas durante la operación, entre ellas un fusil de asalto AK-47 que se empleó en 2011 para asesinar al agente fronterizo Brian Terry.

Echar la culpa a Washington de los problemas mexicanos ha sido algo habitual en esta nación latinoamericana desde la guerra entre los dos países, entre 1846 y 1848, cuando Estados Unidos conquistó lo que hoy son los estados de California, Utah, Nevada, Arizona y Nuevo México.

Pero operaciones como Rápido y Furioso muestran que la realidad puede ser más extraña que la ficción cuando se trata de la guerra antidrogas y las relaciones entre México y Washington.

Si no estuviera demostrado, la idea de que agentes estadounidenses activamente colocaban armas en manos de criminales mexicanos sonaría absurda para muchos.

Teorías conspirativas

"Creo que es fácil ser cínico ante la intervención estadounidense y de otros países en América Latina en relación con la droga", dijo Kevin Sabet, exasesor de la Casa Blanca en políticas de control antidrogas.

"Las declaraciones (que acusan a la CIA de manejar el narcotráfico) deben ser respaldadas con evidencia… Yo no les daría mucho crédito", sostuvo.

Los dichos de Terrazas Villanueva "podrían ser una forma de recibir algo de atención para su región, lo cual es entendible, pero no productivo ni basado en la realidad", dijo Sabet.

En 1996, el periódico Mercury News, de la occidental ciudad estadounidense de San José, publicó "Alianza oscura", una serie de artículos de investigación que vinculaban misiones de la CIA en Nicaragua con el aumento del consumo de crack en Estados Unidos.

Para financiar a los "Contras", milicias ilegales que luchaban contra el gobierno socialista en Nicaragua, la CIA se asoció con carteles colombianos para traficar droga a Los Ángeles, y emplear las ganancias para adquirir armamento y enviarlo a América Central, según esta investigación.

"No hay duda alguna de que personas relacionadas con la CIA o que formaban parte de su personal estuvieron involucradas en el tráfico de drogas", dijo por entonces el senador John Kerry, que había encabezado en 1989 un comité parlamentario de investigación sobre esos hechos.

Otros periódicos, como The Washington Post y Los Angeles Times, criticaron duramente la serie de artículos, y el editor de Mercury News finalmente admitió que se habían exagerado algunos elementos y se habían cometido errores en el trabajo periodístico, pero subrayó que refrendaba muchas de sus conclusiones centrales.

Rumores propagados

"Es verdad, quieren controlarlo", dijo en Ciudad Juárez un funcionario de rango medio de la Secretaría de Gobernación (Ministerio del Interior) de México, refiriéndose a la CIA y a la DEA.

El funcionario, quien habló a condición de mantener el anonimato, dijo que sabía que las denuncias eran correctas, según conversaciones que mantuvo con algunos de sus pares estadounidenses que trabajaban en Ciudad Juárez.

La aceptación de esas denuncias por parte de varios elementos del gobierno y de los servicios de seguridad de México muestra la dificultad de llevar a cabo una efectiva acción internacional contra el tráfico de drogas.

Jesús Vicente Zambada-Niebla, narcotraficante del cartel de Sinaloa que actualmente espera su juicio en Chicago, dijo haber trabajado para la DEA, y que esa agencia le había prometido inmunidad.

"Bajo ese acuerdo, el cartel de Sinaloa, liderado por su padre, Ismael Zambada, y ‘El Chapo’ Guzmán, obtuvo carta blanca para continuar traficando toneladas de drogas ilícitas… a Estados Unidos", escribieron los abogados de Zambada como parte de su defensa.

"Y fueron protegidos por el gobierno estadounidense de ser arrestados y juzgados a cambio de que proveyeran información contra carteles rivales", añadieron. "De hecho, agentes del gobierno de Estados Unidos ayudaron a los líderes del cartel de Sinaloa".

El cartel de Sinaloa es la organización narcotraficante más antigua y poderosa de México, y algunos analistas creen que las fuerzas de seguridad mexicanas y estadounidenses la han favorecido respecto de los carteles rivales.

Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera, billonario líder del cartel y uno de los hombres más buscados del mundo, escapó en 2001 de una prisión mexicana probablemente con ayuda de personal y jefes de seguridad. Eso fortaleció los rumores de que los narcotraficantes tenían colaboradores en las altas esferas del poder.

"Sería fácil para el ejército mexicano detener a El Chapo", dijo Mireles, "pero ese no es el objetivo".

Las autoridades a ambos lados de la frontera quieren tener suelto a El Chapo, cree, ya que su cartel es más fácil de controlar y el dinero de la droga se recicla en la economía.

Otros analistas consideran esta idea parte de una teoría conspirativa, y señalan que El Chapo pudo escapar debido a la ineptitud y la corrupción de algunas autoridades de rango bajo, más que por un plan de las agencias de gobierno.

En la escena política

Después de unas polémicas elecciones, con denuncias de irregularidades, Enrique Peña, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), asumirá como nuevo presidente de México el 1 de diciembre.

Peña quiere abrir un diálogo con Estados Unidos sobre la guerra contra el narcotráfico, pero ha dicho que legalizar algunas drogas no es la solución.

Algunos políticos en Estados Unidos, incluso de línea dura, temen que Peña haga acuerdos con algunos carteles para reducir la violencia en el país.

"Espero que no regrese al PRI del pasado, que era corrupto y cerraba los ojos ante los carteles de la droga", dijo el congresista estadounidense Michael McCaul, del opositor Partido Republicano y representante del meridional estado de Texas.

Más allá de la posición que tome la nueva administración para calmar la violencia y restaurar el orden, es probable que muchos mexicanos, incluyendo funcionarios de gobierno como Terrazas Villanueva, sigan convencidos de que fuerzas en el exterior quieren que continúe el negocio de las drogas.

Las sospechas de los vínculos entre la CIA y el narcotráfico, sean verdaderas o no, hablan a las claras de la mutua desconfianza entre las autoridades, en medio de la mortandad y la destrucción de la vida cívica de México.

"Tenemos buenos soldados y policías", dijo Terrazas Villanueva. "Pero no resolveremos este problema con balas. Necesitamos educación y empleos".
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=101262

miércoles, 25 de julio de 2012


         
Denver: una masacre funcional al poder


Rebelión...25/07/2012

La matanza que tuvo lugar en un cine de un suburbio de Denver desencadenó , al igual que en tantas otras ocasiones luego de que se produje ra n similares atrocidades , el previsible coro de lamentos que a su vez se preguntaba por qué periódicamente aparecían en Estados Unidos monstruos capaces de perpetrar crímenes como los del t étrico émulo del Guasón. En realidad, un análisis que haga a un lado la complacencia habitual con las cosas del imperio no podría dejar de señalar una causa de fondo: como la expresión más acabada de la sociedad burguesa Estados Unidos es también el lugar en donde la alienación de los individuos llega a niveles sin paralelos a escala universal . No debería sorprender a nadie que comportamientos como el del joven James E. Holmes -¿cuántas matanzas indiscriminadas se produjeron en los últimos años?- afloren periódi camente para sembrar el dolor en la población estadounidense. Una sociedad alienada y alienante que genera millones de adictos (sin que exista ningún programa federal de prevención y combate a la adicción); millones de “ vigilantes ” dispuestos a imponer la ley y el orden por su cuenta persiguiendo a personas por el color de su piel o sus rasgos faciales; y otros millones que, como el tal Holmes, pueden comprar en cualquier armería un fusil de asalto, pistolas, revólveres, granadas, bombas de humo y todos los pertrechos de la parafernalia militarista y, para colmo, obtener permisos para utilizar legalmente todo ese mortífero arsenal. La recurrencia de esta clase de masacres habla de un problema estructural, lo que es cuidadosamente obviado en las explicaciones convencionales que, invariablemente, hablan de un ser extraviado, de un loco , pero sin nunca preguntarse por las causas estructurales que en esa sociedad produce locos en serie. Una sociedad que se presenta con rasgos paradisíacos, como la tierra de la gran promesa, como el país en el que cualquiera puede triunfar y ganar dinero a raudales, poder y prestigio, con todo lo que estos atributos llevan como beneficios colaterales y que, en realidad, son metas sólo accesibles, en el mejor de los casos, para el 5 por ciento de la población. El resto, sometido a una implacable y constante andanada publicitaria, mastica su impotencia y su frustración. De vez en cuando, alguno piensa que la solución es salir a matar gente a mansalva e indiscriminadamente ; otros, más inofensivos, deciden suicidarse lentamente con las drogas.Pero si la generalizada alienación de la sociedad norteamericana es la causa de fondo, otros factores concurren para producir conductas aberrantes como la de Holmes. En primer lugar el fenomenal negocio de la venta de armas, amparado bajo el pretexto de ser un derecho garantizado por la constitución, y que en realidad es el complemento necesario que legitima, en el plano de la sociedad civil, al “complejo militar-industrial” que domina la vida económica y política de Estados Unidos desde hace poco más de medio siglo. Quienes fabrican armas deben venderlas, sea al gobierno de Estados Unidos (y para ello deben fabricar guerras por todo el mundo, o montar escenarios tendientes a ella) , sea a los particulares amenazados por el espectro omnipresente de la inseguridad . Diversos analistas señalan que sólo en las zonas fronterizas entre México y Estados Unidos hay unas 17.000 armerías en donde se puede adquirir un fusil de asalto AK 47 con la misma facilidad co n que se compra una hamburguesa, lo cual aparte de ser una grotesca aberración habla de la consistencia de una política oficial que ampara semejante disparate. En segundo lugar, la industria del entretenimiento (Hollywood) excita permanentemente la imaginación de decenas de millones de estadounidenses con una imparable catarata de series, vídeos y películas en donde las formas más crueles, atroces y aberrantes de violencia son expuestas con perversa meticulosidad. Antes también había algo de esto, pero ahora su proporción ha crecido exponencialmente y, en ciertos días y horas resulta prácticamente imposible ver en la televisión otra cosa que no sea la subliminal exaltación del sadismo en todas las formas que sólo una muy enfermiza imaginación puede concebir . La censura que se ejerce – ora de modo sutil , ora de forma completamente descarada- para dificultar o impedir que se conozca la obra de cineastas o documentalistas críticos del sistema o que habl e n bien de p aíses como Cuba, Venezuela –Michael Moore o Oliver Stone, por ejemplo- no existe a la hora de preservar la salud mental de la población expuesta al vómito de atrocidades y crueldades producido por Hollywood. Por algo será. Y ese “algo” es que tanto la venta descontrolada de armas de todo tipo como la violencia inducida desde Hollywood son plenamente funcional es al proyecto de dominación de la burguesía norteamericana. Noam Chomsky ha demostrado desde hace décadas como ésta h a perfeccionado los mecanismos que le permiten dominar por el terror, sabiendo que del miedo –la pasión más incontrolable de los hombres- brota la sumisión a los poderosos. Una burguesía que infunde el miedo entre la población, haciéndole saber a todos que nadi e está a salvo y que para proteger sus pobres e indefensas vidas hay que renunciar a más y más derechos, otorgándole al gobierno la capacidad para vigilar todos los espacios públicos, monitorear sus movimientos, interferir en sus llamadas telefónicas, interceptar sus correos electrónicos, controlar sus finanzas, saber qué compra, en qué gasta su dinero, a quienes lee, con quienes se junta y de qué conversan cuando lo hacen. Un enemigo externo -hoy “el terrorismo internacional”, antes “el comunismo”- presentado como omnipotente y de una crueldad sin límites se complementa en el plano interno c on la amenaza corporizada en los miles de asesinos que se mimetizan con el resto de la población , como Holmes, para cuy a neutralización se requiere otorgar a la policía, al FBI, a la CIA y al Departamento de Seguridad de la Patria todos los poderes que sean necesarios. Lo que en 1651 Thomas Hobbes planteaba en su Leviatán como una metáfora heurística, imposible de hallar en la realidad por su extremismo : la cesión que los individuos hacían de casi todos sus derechos al soberano a cambio de conservar la vida , terminó convirtiéndose en una trágica realidad en los Estados Unidos de hoy.